019

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Con Gold estando calmado, Freddy supuso que era momento de retirarse, por lo que se levantó para luego ser seguido de Gold que entre sus brazos lleva al cordero, aferrándose a él como si fuese un peluche, sin cambiar su expresión neutra. Freddy abrió la puerta para ver a Gold y sorprenderse al verlo cargar el corderito como si nada. Freddy le detuvo.

— Gold, no puedes llevarlo — señaló al cordero, que era ajeno a lo que ocurria.

— Yo lo quiero — Freddy se asombro por la firme declaración de Gold, que se aferró más al animalito que no comprendía nada —. Me lo llevó —

— No puedes, es de la granja — le recordo Freddy.

— No importa, compro la granja y al granjero incluso — responde Gold acariciando la cabeza del corderito.

— Gold, sin importar cuanto dinero tengas no puedes hacer eso...

— Si que puedo — interrumpió Gold con severidad. Freddy de hubiera reído si hubiera sido Golden, quien seguramente lo hubiera dicho como broma, pero con Gold todo era literal.

— ¡Pero no puedes llevártelo! — refuta Freddy, esta discusión empezaba a tornarse absurda, sentía que era una madre severa negandole a su niño un postre.

— Yo lo quiero — insistió Gold.

— Su mamá está aquí...

— No importa, le compro otra

— ¡Gold!

— ¡Yo lo quiero! —se aferró al animal, haciendo un puchero como un niño pequeño, una expresión que a Freddy le derritió el corazón, cuando se lo propone, Gold es extremadamente lindo. Por parte de Gold, este hace las muecas de manera inconsciente, por lo general solo se deja llevar sus expresiones faciales en un ambiente de confianza como con su madre, a él no le gustaba mostrar un lado blando frente a otros, de hecho, con Golden muy rara vez mostraba esa parte dulce y vulnerable. Gold meditó su actitud, apenado, se dió media vuelta soltando al animalito que empezó a dar leves trotes en dirección a su madre, para salir de la granja sin nada que comentar. No había tomado en cuenta de que estaba con Freddy y no con su madre, se había metido en el papel de berrinchudo como solía hacer con Emily cuando está parecía tener la intención de negarle alguna petición, y si el berrinche no funcionaba usaba sus "ojos de oso" para convencerle. ¡Dios! Había actuado de manera irracional y berrinchuda frente a Freddy, mejor ni lo volvía a ver a la cara porque sería humillante. Salió de la granjita, sin dejar de mirar al frente, intentando que su dignidad no fuera pisoteada de más. Freddy le siguió con la mirada, dibuja una amplia sonrisa e irse tras él.

Luego de eso se separaron, Gold pareció llevarse bien con Toddy, con quien chocó por accidente, fue muy extrañó: chocaron, se empezaron a insultarse mutuamente,  luego Gold detallará los zapatos de Toddy y los halagara, la chica se sonrojo y agradece el gesto, pero la cosa se extendió mucho porque Gold detallaba cada prenda de Toddy y está se sentía muy halagada, así que hinchando su ya gran ego y permitiendo relucir su dotes como pavo real con sus plumas, hablaba con cierta soberbia con Gold que tomo el mismo tono engreído de la chica. Y ahora Freddy los veía a la distancia, Toddy dejaba a Gold trenzar su largo cabello rojo mientras sonreía al pintar sus uñas de un potente rojo

— Debí suponer que esos dos se llevarían bien - dijo Chica clavando un malvaviscos en una rama para acercarlo al fuego —. Son igual de insufribles — dijo con molestia

— Solo lo dices porque te dejo callada y no es un pelele como nosostros que no se deja golpear, porque no se siente intimidado por tí y eso te enoja — hablo Bonnie mostrando una sonrisa tranquila, la muchacha se sonrojo y le termino dando un buen golpe. Chica no quiera admitir que eso era lo que le molestaba, pues Gold técnicamente tenía razón, ella no era quien para golpearlo, sin embargo, el modo altanero y como se burló de ella le enojaba y hacia que sus ganas de ser amigable con el se fueran de picada.

- Luciérnagas - [Gold×Freddy] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora