- Luciérnagas - [Gold×Freddy] [FINALIZADA]

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— ¡¿De verdad deberé hacer mis necesidades ahí?! ¡Es asqueroso! Las instalaciones de este lugar son una mugre — Gold gritaba y sarandea a Golden que solo no sabía que responder.

— Vamos Gold, no es tan mal — Golden hablo, soltandose del agarre de su primo quien le vió con ojos indignados.

— El techo casi se cae, no hay papel higiénico y no es un inodoro, es solo un montón de madera en forma de cubo con un hueco. ¿En que mundo eso no es malo y repugnante? ¿Y dónde está el lavamanos? — Gold grita histérico

— Debes ir al río... — comenzó a explicar a Gold, quien le detuvo levantando una mano frente al rostro de su primo. Con sumo fastidio, Gold hablo molesto:

— ... Golden la próxima vez que vengas a un campamento, invita a alguien más y no a mí — Golden solo sonrie torpemente ante la antipatía de Gold, buscando calmarlo un poco.

Gold se encontraba demasiado inconforme con lo repugnante del lugar, no hay señal, los baños son asquerosos y lo más probable la cabaña sea peor. Deseaba que la semana terminará lo más rápido posible para regresar a su hogar y quemar toda las cosas que uso en este cochino campamento.

— ¡Venga Gold! Aún hay actividades cool que podemos realizar. Pesca, buscar animales, ¿Eres buen esgrima no? ¡Te encantará saber que hay esgrima! — Golden enumeraba las actividades del campamento, mientras más hablaba menos atención prestada Gold, la única cosa que menciona que en verdad captó una pequeña milésima de su atención fue el esgrima. Gold, desde muy joven, ha adorado este deporte, practicándolo con muchísimas ganas y siendo reconocido como un talentoso esgrimista, siempre buscaba un desafío mayor o más interesante, hasta el punto de practicar con su padre desobedeciendo algunas reglas del deporte solo por el gusto.

— ¡Ya, ya. He entendido que hay cosas geniales! — puso un dedo sobre los labios de Golden, pues no dejaba de parlotear de las diversas actividades del campamento —. Bien, lo intentare pero si no me gusta, te echaré toda la culpa — advirtió rancio con la idea, aunque Golden realmente lucía convencido de que amaría el lugar.

[...]

— Este anzuelo es mi favorito, tiene plumitas — hablo Bonnie mostrando uno de los tantos anzuelos que tenía.

— Creí que se usaba gusanos — dijo Gold mirando el anzuelo, le parecía llamativo y le gustaba las plumitas de colores rojos y azules

— Si quieres estar como Foxy, intentando matar un pobre gusano al tomarlo con sus manos para engancharlo. Pues aún puedes — Bonnie apunta a Foxy, quien sigue luchando contra el retorcido ser, para clavarlo en la punta del anzuelo

— ¿Tienes más de esas cosas de colores? — dijo Gold sin titubear, Bonnie saco otro anzuelo de su bolsillo con forma de pez

— Ahora solo debes apuntar, echar hacía atrás y ¡Lanzar! — explico Foxy realizando todos los pasos —. Cuando le lleve una trucha al estropajo, vera que si se pescar — agregó con determinación.

Bonnie hacia poses rara para lanzar el anzuelo al agua, Gold solo lo metió con calma, no pensaba que todo el exagerado proceso de Foxy fuese necesario. Bonnie, en esas, paso el anzuelo por detrás de su cabeza sin notar como se enganchó a la chaqueta de Gold. Este se gira sintiendo el jalón de su ropa, pero Bonnie tiro con fuerza de la caña haciendo caer al Gold al agua. Foxy se empezó a reír a carcajadas.

— Pesqué un pez dorado — menciona Bonnie al notar que Gold estaba enganchado a su anzuelo. El rubio, sale empapado del agua, más que enojado, pasa por en medio de Foxy y Bonnie los cuales se ríen con ganas de la situación. Pone sus manos sobre la espalda de ambos y de un fuerte empujón los lanza al agua para irse enojado.