008

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— Oh... — menciona Freddy observando a Gold retirarse ¿Habrá dicho algo malo?

— ¡Viste como se lanzaron de la ventana! ¡Eso fue tan chido! — grita Eak aún comiendo nachos —. Están dementes — hablo con la boca llena de nachos, Towntrap ríe levemente

— Cuando llegue la factura y la queja del director Scott, dudo que esto sea divertido — menciono Towntrap acariciando con su dedo índice su mejilla. Eak ríe fuertemente escupiendo nachos en la cara de Towntrap, para retirarse aún riendo, Towntrap saca un pañuelo. Mientras se acerca a Freddy se limpia el rostro—. ¿Seguro fue Walder quien ganó? — menciono Towntrap

— N-no se... Todo fue tan rápido, que apenas logré diferenciar quien era quien. Como ví la espada de Walder más inclinada pensé que el tocó más rápido a la chica — hablo Freddy inseguro, Towntrap soltó un leve "hum" meditando lo dicho

— O fue más rápido o uso más fuerza, pero solo era una pelea amistosa — ya con la cara limpia y aclarada su duda, Towntrap se dió media vuelta y se retiró.

Freddy no estaba seguro de que hacer ahora que quedo solo, había perdido de vista incluso a Chica, Foxy y Fred. Aunque había escuchado que había un curso de tejido que, aunque no llama su atención, pues era mejor que estar ahí solo.

Y ahora, diez minutos después que es el tiempo en el que se come tres paquetes de doritos. Freddy estaba sentado a un lado de Nick y Lilly, que se encuentra tejiendo una bufanda de lana supuestamente. Lilly parecía tener erizos de plata en vez de manos, la técnica se le hizo sencilla y relajante, ya lleva la mitad de la bufanda café y amarilla, con unos extremos blancos. Freddy iba a un paso torpe en apenas un cuadro de lo que sería una bufanda roja, morada y turquesa, pero siempre se le caían las agujas a mitad de sus intentos de crear algo bonito. Luego está Nick, que no es capas de hacer un solo tejido, miraba frustrado la lana enredada entre sus dedos y las agujas, que no tomaba ninguna clase de forma aún con las miles de maneras que intentaba o las tantas correcciones de la instructora. La paciencia del chico se iba disminuyendo con cada fracaso, pero la gota que colmo el vaso, fue cuendo por fin había conseguido una milésima de lo que sería una bufanda este nudo se deshizo entre sus dedos.

El furioso pelirrojo, cuyo cabello tiraba a un fuerte naranja, soltó las agujas y la lana tirando todo lejos, gritó de impaciencia mientras zapatea y cubre su cara con ambas manos. Freddy se sorprendió mucho con la reacción del chico que empezó a pisar los ovillos de lana y patearlos como si fueran balones. Lilly solo pensaba que el chico era un exagerado ¡Tejer no es algo de un día para otro! Rodó los ojos y siguió con su bufanda, Freddy observó cómo el chico de ojos naranja tiraba la cesta con ovillos, las agujas y el banco de madera donde estaba sentado para irse furioso. La instructora no sabía que decir, observó a los dos jóvenes que quedaba

— ¿Y si hacemos caras con macarrones? — menciono sacando un frasco con macarrones crudos. Freddy ríe levemente pero niega con la cabeza para continuar en su tejido. Llevaba un rato en eso, no era la actividad más divertida del mundo, pero se te pasaba el tiempo rápido al tejer. De hecho, si no es por los aplausos de la instructora no se fija que ya el sol se oculta —. Lo mejor es dejarlo así por hoy, vayan a cenar — Lilly y Freddy se levanta, entregan todo a la instructora, incluyendo sus bufandas que aún no están terminadas, ella los dejara en una cabaña donde todos los objetos del campamento se guardan. Freddy se estiró, estaba algo entumecido después de tanto tiempo sentado soltó un bostezo lleno de cansancio para terminar su pequeño estiramiento y encaminarse a la fogata.

Ese día, los instructores sirvieron sándwiches de queso, jamón y pepinillos, jugo de uva y una manzana, y después de la cena podían tomar malvaviscos. Le agradaba cenar afuera, pues aunque el comedor del campamento era recién instalado, con mesas y sillas alargadas nuevas, platos y utensilios nuevos, y comida que no sabía mal, comer al aire libre era mejor, especialmente porque podía mirar las estrellas. Comía su sándwiche con la mirada en el cielo, que se encontraba despejado de nubes, por lo cual ese color azul resplandecía más con el brillo de la luna y estrellas, le gustaba mucho la luna y esa mancha que tenía, estaba seguro que es un conejo durmiendo

- Luciérnagas - [Gold×Freddy] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora