Hecho de Explosiones de Roca

[Día 2] Niños

Bien, a Aizawa no le pagaban por hacer estas cosas.

A sus pies veía como pequeños niños —que no llegaban ni a su rodilla en altura— se agalopaban sin gracia alguna. Algunos quejándose, otros llorando, otros regañando —sólo Iida en realidad— y unos últimos sin enterarse de nada.

Un chico despistado de la clase C entró en su clase por descuido, llevándose una mirada aterradora por el tutor del salón 1-A y haciendo que se asustara tanto que terminó usando su quirk para transformar a la clase entera en niños pequeños.

¿Y qué era lo que Aizawa odiaba más en la vida?

Niños pequeños.

Maldición, de esto sí que se tenía que quejar en el departamento de maltrato para profesores. Sí o sí.

Denki lloraba mientras una Mina se agarraba a gritos contra Sero, Tsuyu y Tokoyami estaban a un lado jugando, Momo y Jirou estaban de la mano observando la pelea central de todo causada por Bakugou, quien le jalaba el cabello a Midoriya mientras este era defendido por Todoroki y Uraraka. Iida estaba regañando a todos y gritando sobre algo así como la calma, Mineta siendo tan pequeño hizo que Shoji se burlara por haberlo confundido con un racimo de uvas mediano. 

Todos, completamente todos estaban en sus versiones aniñada e inmaduras, aunque bueno, era el mismo aura de siempre, pero más de lo normal.

— ¡Deku, muere! —La típica voz que era presente en un grito ahora es remplazada por una voz muy aguda, el rubio era quien gritaba, como siempre.

— ¡K-KACHAANNN! ¡S-SUELTA, ME DUELEEE...!—Sollozaba el de ojos verdes al ser jalado por los cabellos hacia el lado derecho donde estaba Bakugou, pero también era atraído hacia los delgados brazos de Todoroki por el lado izquierdo, también apoyado por Uraraka.

— ¡¡Suéltalo, Bakugou!! —Chilló la castaña inflando sus mejillas y pisoteando con fuerza, como en un berrinche.

— ¡No, tonta! ¡Muéranse todos ustedes!

Aizawa suspiro por décima quinta vez.

¿Qué haría primero? Necesitaba ver lo importante, que era buscar a aquel chico con ese quirk tan raro; pero poco podía hacer cuando tenía a mocosos riñéndose en mitad del salón. Tuvo que detenerse a pensar, mientras trataba de conseguir la calma.

Ashido, Kaminari y Sero podían arreglárselas, de paso Mina podía jalar a Mineta para que ese se calmara.

Tokoyami y Tsuyu han sido los más tranquilos, Sato y Shouji estaban conversando animadamente de cosas irrelevantes ante el acontecimiento, tampoco no había problema.

Aoyama seguía sentado y resplandeciendo, de niño igual seguía siendo raro, así que pasó de él.

Yaoyorozu y Jirou estaba agarradas de la mano buscando a Hagakure, Aizawa no sabía sobre los juegos infantiles —nunca le llamaron la atención—  pero decidió pensar que estaban jugando a las escondidas antes que imaginarse a Hagakure perdida. Ojiro también parecía buscarla junto a Koda, que estaba más callado de lo normal.

Iida como siempre podía dejarlo a cargo, seguía siendo aquel responsable exagerado aun de renacuajo.

Solo quedaba Todoroki Uraraka y Midoriya, que podían estar tranquilos de no ser por...

— ¡DEEEKUUU!

...Bakugou. Un suspiro cansado brotó de sus labios. Él solo quería dormir.

¿Qué podía hacer ante él? Casi nadie ni nada le calmaba, y más si ahora era un niño imprudente y más inmaduro de lo que era. Tenía que pensar rápido, las cosas podían empeorar y no sabía mucho de la providencia de aquel quirk, vamos Shota, piensa...

— ¡Bakuuuuu, juguemos a los héroes!

Aizawa posó sus ojos sobre Kirishima y pareció ver la cura del cáncer frente a sus ojos.

El rubio chasqueó la lengua mientras soltaba los cabellos del pecoso de un tiro, este seguía lloriqueando refugiado en los brazos de Todoroki, consolado por Uraraka.—¿Qué te hace pensar que jugaré contigo, pelo de puercoespín?

— ¡Vaaamooos Suukiii! —Exclama, el rubio reniega.

— ¡No!

— ¡Sí! Yo seré Crimsom Riot, hay que jugar todos, ¿Quién quiere unirse?

— ¿Y-Yo puedo ser All Migth? —Pregunta Midoriya queriendo unirse.

— ¡Claro que puedes Midor-...!

— ¡YO SERÉ ALL MIGTH, DEKU! —El rubio gruñe, compitiendo por el héroe a escoger, Midoriya lo encara ligeramente pero luego vuelve a asustarse.

— ¡P-Pero...!

—Baku, tú puedes ser Ground Zero ¡Y ser mejor que All Migth! —El pelirrojo miniatura sonríe mostrando sus afilados dientes y el rubio puede sentir sus mejillas arder.

—¡E-Eso es obvio! ¡¡Tonto!!

Aizawa recapacitó sobre las relaciones de su clase.

Mientras veía a los niños resolver los problemas por su cuenta se dio cuenta de muchas cosas.

Después de todo aquello haría que Midoriya y Bakugou conversen de manera civilizada para que dejen de pelear tanto —O mejor decirle a Bakugou que lo deje de amedrentar— Además, ahora tenía por seguro que Kirishima era un ángel caído del cielo que podía usar cuando necesitaba ayuda con ese explosivo chico.