Hecho de Explosiones de Roca

[Día 27] Ghibli

Luego de unas semanas en que su relación se hizo pública, no tuvieron tiempo para nada.

Noticias como "¡Dos héroes y un amor eterno!" "Red Riot y DynaMigth son pareja" "¡Los novios más poderosos de Japón!" que bueno, lo enorgullecían al mismo tiempo que lo molestaban.

Sí, porque a pesar de que fue Kirishima quien dio la idea de hacer pública su relación ahora estaba que renegaba.

Porque literalmente, no los dejaban estar solos en ningún jodido momento. En su casa, afuera habían periodistas, en la de Bakugou también, los lugares que ambos frecuentaban se encontraban llenos y repletos de sus fans.

Buen, eso no lo había pensado tanto. Tal vez era por eso que Bakugou se negaba tanto a la exposición.

Y es por aquello, que amaba tanto los momentos en los que podía estar junto a su pareja, en los momentos que podía ver a Bakugou como siempre lo quiso, al natural, con tanto amor, cariño, con tanta entrega.

A pesar de ser solo algunos días al mes cuando sus días libres coincidían de manera aleatoria, cuando el universo los recompensaban y les permitía juntarse aunque sea una mísera noche, noche que aprovechaban para hacer cualquier tontería que se les ocurriera.

De una pareja normal.

Y ahí estaban, arropados bajo una manta ligera de diseños de tiburones —escogida por Bakugou pues le hizo referencia a sus dientes— y palomitas de maíz en el suelo además de sus piernas. La película favorita de Kirishima desde la infancia daba luz en el televisor, la habitación estaba oscura así que crearon su pequeño cine con la cinta Totoro.

Esa cinta le hacía recordar sus noches en vela junto a su madre mientras comían galletas y chocolate caliente.

Y ahora estaba junto a Bakugou, abrazados y bajo una ridícula manta de animales.

Pero bueno, por más mínimo que sea, amaba con locura cada momento con su rubio.

Y sabía que tal vez no podría estar así con él hasta dentro de mucho tiempo.

Sin embargo, ahora solo quería fundirse en el ambiente cálido e íntimo que habían creado. Bajo la luz de una luna menguante y la sensación del recuerdo en sus venas.

Sí, no importaba los días o las semanas que pasaran.

Si podía volver a ver películas infantiles a su lado, sin tener que preocuparse una vez más de los peligros que conllevaban el ser un héroe no importaba.

Esperaría todo lo que fuera, por él.

Nota Adicional: Este día siento que quedó muy mierda ay