El Clan Bakugou siempre ha sido el jefe de todos los vampiros, sobrepasando en poder y astucia a varios Clanes hermanos, como el clan Midoriya, el Clan Iida e incluso el clan Todoroki.
Sin embargo, aquello no le ha traído más que infortunio.
Muertes despiadadas hacia su gente por ser los vampiros modelos y el primer Clan en el se pensase cuando la palabra vampiro era dicha. Desde tiempos antiguos se ha vivido a escondidas de aquellos seres sin remordimiento alguno a matarlos, aquellas bestias sin corazón alguno y del que en su minoría tomaban rehenes para poder alimentarse y subsistir.
Humanos.
¿Y por qué en su minoría? Fácil, la gente Bakugou casi nunca —por más de que sonara irónico— peleaba de manera inconsciente, era pacífica, pero lastimosamente su nombre venía manchado desde que el heredero de los Todoroki fue declarado desaparecido y muerto y le habían echado la culpa a el rey de aquella época.
A un Bakugou, específicamente Masaru Bakugou, su padre.
Y si bien él fue injustamente culpado, su Clan sufrió severos cambios ante esto, respeto por las demás colonias, poder, riquezas, miedo y terror. Cosa que su gente tomó de algo bueno, hasta que descubrieron el lado más sangriento de la historia.
A Katsuki se le ponía los vellos de punta de solo pensar en como los seres humanos tomaban a sus hermanos y empezaban a experimentar con ellos, con su inmortalidad, con su sed de sangre, dejándolos sin beber gota alguna por años. La peor tortura para un vampiro.
Ellos nunca hicieron nada parecido a eso con los humanos que tomaban, cada vez que un vampiro escogía un humano para tenerlo de ganado este era recompensado con todo tipo de lujos, mansiones, comida, disfrutes y placeres de la vida, y casi ningún humano se resistía a aquello. Siempre terminaban aceptando por las buenas, e incluso pidiendo más a cambio.
Bakugou Katsuki, el actual rey de los vampiros y jefe del clan Bakugou siempre pensó en los seres humanos como si fueran iguales.
Toda su eterna vida. Hasta que conoció a Kirishima Eijirou.
Un fotógrafo de un pueblito súper chiquito, que no superaba los doscientos habitantes. De buen corazón, siempre rebosante de alegría y con una sonrisa muy marcada en el rostro. A Katsuki le llamó la atención que el chico no era igual de asustadizo que los demás de su especie, pues varias veces él se le había aparecido y aquel extraño hombre nunca había demostrado una pizca de miedo.
«— ¡Pareces un vampiro real! ¿Esos colmillos como los hiciste? De pequeño yo una vez intenté hacerlos con cerámica. »
Definitivamente aquel humano era diferente, y eso le llamaba la atención.
Demasiado para ser bueno.
Y aquella atracción solo aumentó más cuando probó el sabor de su sangre.
Oh, nunca había probado un manjar más delicioso que aquel liquido rojo que brotaba de sus venas. Todo resultó de una caída tonta por parte del pelirrojo, un profundo deseo de demostrarle ser un vampiro verdadero y aquella atención insana que crecía en su pecho cuando lo veía.
Lo llenó de lujos, vaya que sí, todo por tan solo que el humano le dejase probar unas gotas de su sangre. Pero de nuevo con el tema, Eijirou era un caprichoso de mierda, sus expectativas eran realmente altas ante cualquier regalo que le daba aun cuando él le dijo que estaba dispuesto a pagar de todo por una sola mordida.
Él no lo dejaba morder a otras personas, además que le llamaba por apodos extraños y nunca por el conocido "Señor Bakugou" que estaba acostumbrado a escuchar en cualquier parte por sus súbditos y lacayos.
Caprichoso, extraño, hermoso, además de torpe, aquel chico cambió su monótona vida por completo.
Vaya que lo hizo.
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Hecho de Explosiones de Roca
Random━¿No hacemos un buen equipo? ━¿Esas son las frases que dices para sentirte mejor cada noche? ━Son los pensamientos que tú tienes en cada momento. ━...Idiota. ►BNHAtober pareja: kiribaku. género: fluff, lime, comedia recopilación de drabbles.