フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]

Reparaciones

Dinámica de hoy: ¡Espejito, espejito!

Hoy le toca lo suyo a Reed. ;)

Aclaración: Gavin está en secundaria.

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Esos cinco movimientos de muñeca se habían vuelto un estúpido tic, pensó Gavin mientras rodeaba el margen de su cuaderno con estrellas de garabatos. ¿Qué más podía hacer si terminó de copiar lo de la pizarra? Era un hábil anotador, incluso teniendo la cabeza hinchada de la resaca de la noche anterior.

Miró a Tina con ojos de cordero degollado y esta le estiró su botella de agua, consciente de lo fuerte que el joven había celebrado sus 18 años. Supuso que sus hermanos, que llegaron cuando ella se retiraba, cargaban mucho alcohol en las misteriosas bolsas que cargaban.

-Toma.-Gavin sacó de su fólder una nota de justificación. Faltaría a gimnasia.-Se la entregas al señor Anderson.

Cuando el resto de sus compañeros fueron a la clase siguiente, Gavin empezó a rondar por los pasillos para conseguir líquido para él, pero al final creyó que un chapuzón de rostro en el baño sería suficiente.

Ya de entrada, se miró en el espejo con satisfacción. Pese a su rostro desvelado, se veía tan bien.

-¡Qué hijo de puta más guapo soy!-exclamó, sin importarle cómo un chico salía de un cubículo y lo miraba incómodo, para luego proceder a retirarse. Gavin ya se mojaba la cara, siendo minucioso en no mojarse la camiseta gris. Flexionó un tanto las rodillas para utilizar el secador de manos en su rostro, pero este no encendió.

Esperó cinco segundos y luego se irguió, airado.

-Mierda...-tocó la máquina como si de una puerta se tratase. Para su buena suerte, mantenimiento pasaba por ahí. Para su mala suerte era, EL de mantenimiento.

Gavin se apoyó con una mano en la loseta de los lavabos, fingiendo poco interés en el androide de ojos grises que se hallaba frente a él. Pero su comportamiento era una farsa, completamente. Gavin maldecía que su colegio haya querido darse aires elitistas comprando semejante modelo de androide.

-¿Algún problema?-preguntó la máquina. Gavin lo miró de arriba a abajo. ¿Qué tan buenos bíceps se necesitaban para destapar un baño? Su diseño era innecesariamente hermoso.

-Esta... esta cosa.-Gavin señaló el secador-No funciona.

-Lo tendré listo en dos minutos.

El androide empezó la reparación. Gavin se dio tiempo para distraer la vista. Hasta que sonó una voz conocida acercándose.

EL. PROFESOR. ANDERSON.EN.EL.BAÑO.

Cuando el androide se volteó para avisarle al joven que ya estaba listo el secador, solo vio como este cerraba un cubículo tras él de un portazo. Se acercó.

-Ya está listo.-tocó la puerta-¿Se encuentra bien?

Gavin maldijo. El jodido conserje lo iba a delatar, así que abrió su escondite por última vez para jalar al androide hacia el cubículo.

-¿Necesita algo? El inodoro no parece obstruido...-Gavin sentó al androide en el inodoro, rogando que se calle. Este iba a soltar otro informe, así que en un impulso, Gavin le tapó la boca... con su boca.

Anderson solo entró a mear, ya se iba para seguir con su clase.

Pero Gavin no paró de besar al androide. Es más, se acomodó en su regazo. No encontraba impedimento del contrario, para nada, pero una duda lo asaltó. Se levantó de un salto.

-Disculpa, no sé si querías eso...-el adolescente bajó la mirada, apenado. El androide solo se tocó los labios.

-Oh, no se preocupe. Es normal de un humano presentar reacciones así. Lamentablemente, no soy un HR400.