フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]

Respiro

Reto de hoy: Shibari. :D

Información que cura: Shibari es un estilo japonés de bondage que implica atar siguiendo ciertos principios técnicos y estéticos.

Detalles de la historia: Connor (androide entrenador de yoga, ahora divergente) Hank (40, agente de SWAT).

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Hank y Gavin se creían muy seguros de estar llevando su trabajo de forma adecuada, pero eso era porque no contaban lo fuerte que les pegaba el nivel de estrés. Después de alguna operación más riesgosa de lo usual, ambos presentaban síntomas desagradables. Gavin vomitaba bastante y tenía insomnio. Hank tampoco podía dormir, llegaba a inclinarse demasiado a la bebida y se comportaba más apático de lo usual.

Sus superiores lo notaron y como no querían oficiales muertos, decidieron darles unas vacaciones forzadas de dos semanas. Sabían que ese par eran solteros y por eso se echaban de a lleno al trabajo, no iban a tomarse las vacaciones por voluntad propia.

-¡Pero si yo me encuentro óptimo y listo ante cualquier misión! ¿¡Por qué!?-Gavin estaba saliéndose de sus casillas. Hank solo miraba el escritorio, fastidiado.

-¡Porque estás neurótico, Reed! Tú y Anderson van a descansar, quieran o no.-fue el ultimátum. Seguidamente, el encargado les aventó unas tarjetas de actividades relajantes que podrían escoger-Y más vale que vuelvan cuerdos, o el descanso se puede prolongar.

Se quedaron ambos ahí, mirando sus opciones forzadas. Había cursos de relajación oriental, de camping, de montañismo, de cocina, de repostería, etcétera. Gavin frunció el ceño.

-No voy a comprarme esa mierda esotérica. No voy a subir a una puta montaña. No voy a...

-No voy a permitir que me alarguen el tiempo libre.-dijo Hank, tomando la tarjeta de camping-Esto es lo más barato y más cercano a aquí. No sé tú, pero yo...

-Dame esa mierda; te sigo, viejo.

Y esa fue la razón por la que Connor tenía a dos SWAT amargados en su grupito de pacíficas familias. Su LED se tornó amarillo mientras intentaba procesar la pareja poco usual que se le había presentado.

-¡Bueno, señores! Mañana empieza su excursión. Vamos a pasarla genial, ya se les envió a sus correos electrónicos la guía de reglas durante el paseo. Pasaremos cuatro días en el bosque, en los cuales acamparemos en tiendas tres días y al cuarto ocuparemos cabañas. ¿Alguna duda?

¿Me puedes dar tu número?, preguntó Hank en sus adentros. Pero no dijo nada. Volvió a casa, más satisfecho de lo que fue. No esperaba que a tan módico precio se iba a ir de excursión con un androide que era todo un muñequito. Jamás había visto un modelo así; pese a que todos los androides eran atractivos por defecto, el rostro manso de ojos caramelo y pequitas difuminadas por su nariz unido a ese cuerpo con el equilibrio entre masculinidad y femineidad realmente lo pusieron a pensar. Alistó su maleta y decidió llamar al amigo que iba a cuidar a su mascota.

-Hey, ¿qué tal? Sí, disculpa las molestias pero creo que me llevaré a Sumo a la excursión.

El perro sería su carta maestra en busca de una posibilidad de flirteo. Seguro lo haría ver más interesante.

Le resultó divertido a Hank ver que su San Bernardo tendría compañía. Un par de familias habían llevado a dos perritos que se veían pequeños, pero no menos adorables, al lado de Sumo. Gavin se entretuvo un poco con la cabeza peluda de Sumo. 

-Por fin tengo el gusto de conocerte.-le habló al animal. Hank ignoró el haber visto esa faceta de su agresivo compañero.

Luego, Connor pasó al sitio para avisarles que el bus que los llevaría ya estaba ahí. Su LED se coloreó al instante de ver a las mascotas y, obviamente, el más grande llamó su atención más fácilmente.