フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]

Incentivo

¡Hola, hola! ¿Qué tal? Hoy es 14/10/18 y toca fornifilia.

Es la primera vez que oigo y escribo sobre este fetiche, así que aquí les copio y pego un breve concepto: es una parafilia que consiste en convertir el cuerpo de una persona en un mueble.

Detalles de la historia: Human!Connor (21) x Android!Hank.

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Era la segunda vez que Connor repetía tres materias en un ciclo y Nines quería evitar que suceda una tercera. Los jóvenes Stern, pese a ser tan parecidos físicamente, se distinguían por sus actitudes.

Heredaron predios y acciones en empresas desde adolescentes; estos les pertenecían a partes iguales, pero solo el menor se había mostrado animoso por seguir invirtiendo y prosperando. Connor, sabiéndose con sustento de por vida, hubiese gastado todo en una vida desahogada de no ser por la restricción de Nines. Ellos dos llevaban una extraña relación similar a un padre y un hijo, puede que fue lo que le intrigaba a Connor cuando Nines le exigió que estudie una carrera, por eso tomó Psicología.

Pero sinceramente, Connor era el clásico alumno que iba más para descubrirse él mismo que para estudiar la conducta humano. No es que necesitase un trabajo, pero su hermano lo instaba a ser "útil". Era algo que no estaba demostrando muy bien, dadas las notas que llevaba.

-Dime entonces, ¿no planeabas enseñarme esto?-cuando Connor llegó a su apartamento, iba a tirar la mochila al sofá donde su hermano menor estaba sentado y mirándolo tajante con su libreta en la mano.

-¿Revisaste mi habitación?-gruñó el mayor, entrecerrando sus ojos marrones.

-Sino no hubiese encontrado esto.-le desvió Nines-Tres materias, Connor. ¿Y cómo vas llevando este semestre? No me digas que igual.

Connor empezaría con sus dramáticas excusas.

-¡Es difícil manejar las clases teniendo los horarios que tengo! He cogido los espacios que alcanzaban para encajar en seis cursos, dios mío.

-Supongo que eso te hace sentir un poco... ¿mareado?-preguntó Nines con algo de sarcasmo que Connor al inicio no notó.

-¡Exacto! No sabes la presión a la que estoy expuesto... espera.-Nines levantó dos botellas vacías de vodka que había colocado estratégicamente al lado del sofá.

-Sí, claro. La presión te tiene muy mareado.

-¿Qué tanto has revisado de mis cosas?-preguntó Connor, alarmado. Nines levantó los hombros, con actitud de joven intrigante que tanto lo caracterizaba.

-Lo justo y necesario, hermano. 

-¡No comprendes mi necesidad de ser libre!

-Puedes tomar una mochila y subir a pie los Andes en el sur, Connor, si eso te parece ser libre.-Connor frunció el ceño con desagrado-Libertad no es depender de nuestra herencia para encerrarte en lujos. Y no me importa si haces gasto o no, solo quiero que te centres en la vida y esta carrera te va a ayudar.

El joven se levantó del asiento, llevándose la libreta.

-Y vas a mejorar, me aseguraré de eso.

Connor gesticuló como idiota a la espalda de su hermano, pero en el fondo se frustró por no poder mantenerse más de diez minutos sentado leyendo. Le gustaría ver una sonrisa en el rostro de Nines por algún logro suyo, pero sabía que su tendencia a hacer nada no lo ayudaba. Estaba seguro de que por más capaz que sea Nines, estaba fuera de su alcance el hacerlo mejorar.

Nunca aprendía que a Nines no se le podía subestimar.

Una semana antes de sus exámenes parciales, se encontró con una pulcra nota en la puerta del apartamento.