フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]

Being Connor

El día de hoy toca travestismo, gente. :)

Esta es la parte dos de Being Traci, la primera historia que subí a esta serie.

~

El sistema de análisis de Connor captaba en todo momento, no con fin apreciativo sino de aprender.

Linda chica.

...

Tienes razón, es muy linda.

Kamski y él competían a nado en la piscina de baldosas escarlata, dando brazadas firmes y competitivas. No podía evitar mirar a la hermosa Chloe, que en esa ocasión leía una revista bajo la luz del paisaje invernal que se colaba por la gran ventana. Aún ataviada en su plano vestido azul, no dejaba de ser un encanto visual, pensó Connor con el ánimo envilecido, logrando superar la velocidad de nado de Kamski por unos segundos.

Habiendo practicado lo necesario, ambos hombres salieron del agua. Kamski recogió él mismo su bata de raso y se la colocó; Connor solo buscaba secarse con una franela larga. Cenarían algo, de paso para testear el sustituto de receptores gustativos y aparato digestivo que le habían instalado. Connor era el conejillo de los nuevos avances que los androides solicitaban para mejorar sus experiencias de vida. Chloe también se había ofrecido a esa instalación, curiosa por la idea de saborear.

-También quiero nadar.-avisó la muchacha tras acabar su solomillo con papas. Dejó su ropa en el mueble de dicho salón y, una vez ataviada con su ropa de baño, entró a la piscina.

Connor todavía buscaba saborear su plato, le encantaba la textura y el sabor de los jugos cárnicos bañando su lengua. Se había hecho adicto a los pequeños placeres de la vida, quizá intentando evadir sus conflictos internos.

-¿Y sigues viviendo con tu compañero de trabajo?

-Sí. Nos hemos acostumbrado a convivir y así resulta más fácil ir al trabajo.

A Connor no le gustaba hablar mucho de Hank en casa de Kamski. Este estaba interesado en el cambio de actitud que tuvo el teniente sobre los androides, pero Connor trataba de evitar que Hank apareciese por ahí.

En su vano e irracional intento de conservarlo.

¿Conservarlo? ¿El qué? ¿El compañero gruñón que lo mandaba a pasear a Sumo y a ir por las compras? Esa relación no era especial en el sentido de que Connor quisiese mantenerla. Insistiría de igual modo.

Kamski parecía haber recibido una llamada y salió del salón, dejándole tiempo a Connor para pasear a su alrededor. El chico se levantó de la mesa aún con el pesar en él, y cuando estuvo acomodando su muda de ropa en la maleta, se le ocurrió colar también la prenda azul clásica de la chica a quien siempre iba a visitar.

Al volver a casa, Sumo estaba solo. Jugó un rato con él en el sofá, pero un asunto pendiente lo tenía expectante. Pasó a su habitación, que quedaba junto a la del teniente y deshizo el equipaje que llevó a la visita a su "padre". Estaba ahí, el misterioso vestido azul con el cual Connor armó una absurda correlación que los impulsos de divergente le pedían obedecer.

Se deshizo de su ropa y la dobló al pie de la cama para deslizarse dentro de la prenda. Esta le quedó un tanto estrecha en el torso, pero floja en las caderas. Al ver esto, Connor dudó mucho el querer verse en el espejo, pero aún así lo hizo.

El entubado vestido se ajustaba a su masculina figura y nada cambiaba en él. Se vio igual que siempre, sin ese halo de belleza que tenía Chloe y que él nunca, nunca podría imitar.

Quería el aura de la chica, ese que capturó la atención del teniente la primera vez que visitaron la casa de Kamski. El teniente le dijo linda, porque ella era mujer, así como la Traci que alquiló en el Club Edén cuando fueron a investigar. Todas ellas eran lindas y Connor...