Lista de compras

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El día de hoy jugaremos con los tironcitos de pelo. uwu

Me gusta ubicar las historias en cosas de la vida diaria, así que le vamos a echar una miradita a la vida del detective Reed y a su tostadora con patas. <3

~

Si tan solo Nines no se llevase el trabajo a casa, Gavin podría tener una mano extra para acabar las compras más rápido. Estaba algo enojado por eso, pero su terapeuta del control de ira le había recomendado eso de la resiliencia, que debía verle el lado positivo a esas situaciones.

Pues el lado bueno es que no se tenía que regir estrictamente a la lista de compras.

Sí había diferencia en eso, pensó Gavin mientras echaba un paquete extra de café a su carrito y ya de paso, un tarro de golosinas mixtas. También pensó que podía comprar algo de helado, o una nueva polera, o una bola de estambre para Cherry. El androide no estaba ahí para controlar sus gastos.

Pasó por el pabellón de las ofertas, conteniéndose él mismo de no llevarse un flotador de pulpo a mitad de precio. Se consoló con cargar con un pack de cuidado capilar que estaba más barato que un solo shampoo en la sección normal. Pese a no haber usado más que shampoo en su vida, Gavin simplemente no podía con las rebajas, por más innecesarias que pareciesen.

Llegó a casa tras trajinar con las bolsas por las escaleras del apartamento y buscó pasar con discreción para que el androide que trabajaba en la laptop, recostado en un sofá de la sala, no notase las compras de más.

-¿Gavin?-lo sorprendió Nines antes de que este se colase a la cocina.

-¡Hola, amor! Voy a acomodar los abarrotes, no tardo.-Gavin se escabulló y pensó que podía pasar su nueva polera dentro de su casaca. Se acordó del helado y decidió colocarlo en la nevera antes de que se ablande y tomó la bola de estambre para tirársela a Cherry cuando pasase por la sala. ¿Y los productos de cabello? Bueno, eso tendría que admitirlo como un gasto de más frente a su novio.

Salió de la cocina y, tal como esperaba, su gata se enredó en su pierna derecha. El hombre le sonrió con dulzura y le presentó a su nuevo juguete. Sobó un poco su lomo hasta que Cherry se quedó más distraída con el estambre, así no lo siguió mientras iba a saludar a Nines con un beso en la frente. El androide lo sujetó del cuello de la casaca y le dio un jaloncito para direccionar un segundo beso a su boca.

-¿Y qué es eso?-dijo, mirando la caja que llevaba Gavin. Este levantó los hombros, alejándose hacia la habitación.

-Algo de shampoo.

Nines no lograba concebir que una botella de shampoo vaya en una caja cuadrada, a menos que se tratase de un galón. Abrió la cuenta bancaria de Gavin desde su laptop y vio los gastos que el hombre hizo en el supermercado. Levantó una ceja y suspiró, era incorregible.

Ya que estaban en el estante de la ducha, cuando Gavin se fue a bañar se preguntó por qué no usar al menos uno de esos potingues que no eran shampoo. Uno era acondicionador, así que se decidió por ese. Ni idea del efecto, solo se lo echó y pese a refregarlo en su cabeza, no echaba espuma. Igual olía bien, así que podría aplicárselo con más frecuencia.

Al cuarto día de uso, no podía resistirse a pasar su mano por su cabello. Era tan suave y genial, que incluso le daba más tiempo para peinarlo. Pasaba las hebras entre sus dedos mientras revisaba algún caso en su escritorio del DPD, cuando miraba televisión en su casa, cuando se despertaba y antes de levantarse. No se daba cuenta que con estos gestos solo aumentaba la curiosidad de cierto joven cuyos ojos grises evaluaban el milimétrico movimiento del cabello de Gavin a contraluz.

Una noche Gavin volvió a ir de compras, esta vez con Nines, volviendo a basarse en su lista de cosas necesarias. Cargaron entre ambos las cosas sin problemas y, mientras Gavin acomodaba las de la cocina, Nines arreglaba la estantería del baño. Tomó el frasco del producto suavizante de cabello y su cara expresó descontento. Ya no quedaba nada.

フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora