フェチ O C T - KINKTOBER 2018 [Detroit Become Human]

Novedades

¡Hola! En esta ocasión nos toca humillación. :0

Esta será una continuación del AU reverso que desarrollé en esta serie, pero esta vez desde una perspectiva Hannor.

Detalles de la historia: Human!Connor (38) x Android!Hank.

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Preparándose para esa noche, Connor clavaba la vara larga y delgada en su experimentado trasero. Se aplicaba lubricante cada cierto momento para mayor deslizamiento de uno de los canales de placer por los que iría esa noche. Eso era Connor, un explorador sin tabúes de el erotismo sobre su cuerpo; el hombre favorito del Club Edén, al sitio que sin duda iría esa noche.

Tras media hora de intenso trabajo sobre su culo, encontrándose ya listo, se selló la entrada con un pequeño tapón anal. Se levantó de forma suave para adaptarse a lo que había en él y tomó su pequeña maleta vacía, decidiéndose qué llevar esa noche. Podía llevar un collar, una mordaza, un vibrador, un dildo con arnés para que se lo coja una Tracy. Decidió dejar eso último, prefería pedir un Traci para ese trabajo. Serían un par de androides y él en una habitación.

Ya vestido y sobre su auto, manejó al local tan conocido por él. Notaba algo más de afluencia, pero a él no le importaba si alguien le reconocía. Todo el mundo lo conocía, conocían su frecuencia de visitas, sus gustos y sus necesidades. Con mucho orgullo y su equipaje erótico, pasó examinando a los majestuosos cuerpos que se le ofrecían tras los vidrios. ¿Hambre de qué tenía? 

Siendo él tan asiduo en ese sitio, se volvió a percatar del extraño movimiento que sucedía esa noche en el lugar. Todos parecían estar abarrotados en la sala más trasera, así que la curiosidad lo tentó y siguió la corriente. El camino se iba volviendo cada vez más candente entre la gente que compartía ese sentimiento de morbo. Habían muchas jovencitas cruzando la sala y riéndose.

-Es tan exótico.-escuchó susurrar a una con emoción. Ese suspiro en voz avivó sus ganas de ver qué era lo exótico que había ahí. Al parecer el Club Edén había traído algún androide de novedad. Avanzó un poco más entre el corro de señoritas alteradas, buscando pegar una vista.

Entonces una habitación se abrió, saliendo de este una dama riendo de gozo junto al modelo nuevo. Connor se mordió el labio inferior involuntariamente, pensando en la singularidad de ese androide y entendiendo el porqué de las chicas fervientemente emocionadas. Ese modelo era sin duda el sátiro perfecto; su cuerpo fornido y su pecho cubierto en vellos entrecanos y profusos marcaba más masculinidad que los gráciles y lampiños cuerpos de los HR400. Llevaba una melena gris sujeta en una coleta y una barba de dios griego. Sus ojos azules colocados sobre ese rostro curtido que llevaba miraban a todas las chicas con una sonrisa, intentando seducir a la siguiente clienta. Connor estaba tentado a cambiar de planes por esa noche; podía prescindir de una Tracy si se trataba de probar esa nueva experiencia que, al parecer según su letrero, triplicaba el precio de alquiler de un androide cualquiera.

Daddy prototype: sesión a 90$

¿Qué maravillas haría ese androide para costar tan caro? Connor avanzó hacia la pantalla táctil de elección, cruzándose con una chica que iba a contratar el mismo servicio. Se miraron con los ojos entornados.

-Voy a contratarlo.-le dijo la joven, airada-Quita tu mano.

-Oh, no. Creo que yo estoy aquí desde antes que tú. Zafa.-le ordenó Connor, sin despegar la mano de su objetivo. Captaron la atención del androide, que los observó para decidir a cuál debía atender. Ninguno quería despegarse de su orden, así que unos funcionarios humanos del local tuvieron que intervenir.

Ni más decir que reconocían a Connor como un gran cliente, así que le dieron prioridad. La mujer se retiró ofuscada y el teniente, con una sonrisa por haber logrado su capricho, confirmó la compra del tiempo con la palma de su mano. Había advertido que el androide lo había estado analizando en cada momento en el que estaba previo a contratarlo. Ahora lo tenía para él.