Body Swap; SeXiu

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—Mierda.

Aquellas fueron las primeras palabras que Minseok pronunció en su despertar. La noche anterior había decidido acompañar a su compañero de piso a una fiesta y tras varias copas y una azulada bebida de dudosa procedencia se vieron obligados a volver a casa.

 —Me duele todo el cuerpo, —soltó el mayor. El dolor de cabeza era demasiado fuerte y no se sentía con fuerzas para levantarse de la cama, se sentía pesado— ¿Sehun? ¿Dónde andas?

Al no recibir respuesta de su compañero se vio obligado a ir en su busca. Tuvo que usar casi todas sus fuerzas en moverse de la cama y, cuando por fin consiguió que su vista se volviera algo más nítida se percató que ya se encontraba en la habitación del menor.

—¿Sehun? 

La única opción ahora era que se hubieran intercambiado sin querer los cuartos, lo cual tampoco les extrañaría teniendo en cuenta lo borrachos que habían llegado ayer a casa. 

Como era lógico fue en busca del menor a su habitación, intentó ser silencioso por si acaso estaba durmiendo pero en el momento en el que las luces se encendieron y vio quién se encontraba sobre su cama gritó, fallando así su misión de no hacer ruido.

—¿¡Pero qué te pasa!? —los ojos del más joven se abrieron estrepitosamente por culpa del susto y, como había hecho antes Minseok; gritó.

Los dos fueron corriendo al espejo a mirar si todo aquello no sería culpa del alcohol que seguía en sus organismos, se pellizcaron la cara y los brazos varias veces, se toquetearon el cuerpo y gesticulaban cosas que ninguno era capaz de comprender.

 —Nuestros cuerpos...se han intercambiado.

Se sentaron en la cama de Minseok, quién ahora era Sehun; a repasar todo lo sucedido ayer y cómo había podido pasar algo tan raro. 

 —La bebida azul  —dijeron al unísono cuando finalmente llegaron a una conclusión.

Los dos estaban que casi se tiraban de los pelos.

—Por ahora no podemos hacer nada, —dijo Sehun desde el cuerpo de Minseok— me voy a duchar.

—¡Ni se te ocurra! —el mayor agarró el brazo de su compañero de piso, que raro se sentía viéndolo todo desde a tanta altura— No puedes.

—¿Pero qué? ¿En serio te da vergüenza? Si tenemos lo mismo.

—¡Me da igual!

—Es tan raro verme sonrojado, y mirar hacia arriba. No sé como no te puede doler el cuello.

—¡Oye! —replicó el mayor.

—Bueno, yo me voy a duchar, si quieres vente conmigo pero necesito refrescarme ahora mismo.

Al final Minseok se vio convencido por Sehun, cualquiera diría que era él el mayor. Ambos fueron al baño de la casa y se quitaron la ropa, lo que hizo que el mayor se avergonzara. Tuvo que darle la espalda a Sehun hasta para quitarse la camiseta ya que era bastante pudoroso. Lo peor llegó cuando se tuvo que quitar la ropa interior.

—¡Dios mío! —Minseok sorprendió a Sehun, quien ya estaba metido en el agua— ¡Pero qué clase de monstruo tienes entre las piernas! Has crecido demasiado bien.

Las carcajadas de este no tardaron en hacer eco en las paredes del baño, Minseok era demasiado adorable.

—Tú tampoco has crecido mal, —respondió el menor mientras posaba sus manos en su pecho, el cual pertenecía a su compañero— estás bien tonificado.

—¡No me toques así! —gritó Minseok mientras se introducía en la bañera, daba gracias a que fuera grande porque si no no cabrían las grandes piernas de Sehun.

—¿Por? ¿Te da vergüenza?

No hizo caso a las órdenes de su compañero y siguió tocándose el pecho ante su atenta mirada y era raro pues parecía que se encontraba ante un espejo. No dudó en retarlo y verle hacer expresiones que jamás creyó que su cara podría hacer, disfrutando del fuerte tono rojizo que empezaba a destacar en sus pálidas orejas y mejillas.

—Sehun...—Minseok ya se mostraba más tranquilo, más sereno. Bajó su cabeza para intentar ignorar lo que ocurría delante suya pero el mejor no estaba dispuesto a dejarlo en paz y lo mostró estirando sus piernas y empezando a acariciar con sus pies los muslos del mayor— No seas así.

—¿Así cómo?

Y de repente un gemido escapó de entre los labios de Sehun.

El mayor se vio obligado a comprobar que era lo que estaba haciendo con su pobre cuerpo, topándose con que sus manos habían desaparecido por debajo del agua y no hacía falta ser adivino para saber lo que estaba haciendo.

Minseok intentó levantarse para irse, eso ya estaba siendo demasiado para su pobre corazón, pero antes de que pudiera escapar el joven dejó lo que estaba haciendo y tiró de él, haciendo se que precipitase encima suya.

La ya notoria erección que tenía Sehun chocaba contra su abdomen. Sus caras se separaban por pocos centímetros, su propia cara, y reflejándose en sus pupilas podía ver el rostro de Sehun.

—Por favor —dijo el mayor, esta vez rogando por continuar con lo que empezaron.

El contenido de la bañera empezó a desbordarse a causa de los movimientos que hacían el par de jóvenes, siendo de todo menos sutiles.

En ese instante se hallaban más que despreocupados sobre el tema de sus cuerpos pero, aún si el agua regresaba a su cauce, no les importaría volver a ir a darle un trago a aquella bebida azul.


Kinktober; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora