Minseok y Baekhyun llevan siendo amigos desde que el mayor tiene memoria. Sus casas estaban contiguas y sus madres eran amigas que no dudaban en quedar y dejarlos jugando juntos mientras hablaban. Que Minseok le llevara unos cuantos años a Baekhyun nunca fue inconveniente para su amistad.
En cuanto el pequeño Byun tuvo ya todos sus dientes de leche empezó a desarrollar una muy mala costumbre, la de morder, ¿y quién era su primera víctima? El pobre Minseok.
—¡Es que las mejillas de Minnie son como dos bollitos! —era la escusa que usaba siempre con él.
Los años pasaban y la costumbre siguió ahí, incluso empeoró. Minseok no podía quedarse quieto junto a Baekhyun porque en cuanto este podía y veía un trozo de piel al descubierto lo mordía, le daba igual si era en los brazos, hombros, cuello, mejillas, etc. Él no se iba a quedar tranquilo hasta que consiguiera morderlo.
Aún ahora que ambos eran universitarios hechos y derechos el menor seguía con esa costumbre que el mayor catalogaba como infantil. Tenía que estudiar con una sudadera larga y la capucha puesta para que no intentara atacarle.
—Minnie, oye, eh, Minnie, —Baekhyun meneaba la silla en la que se encontraba el mayor— ¿no tienes calor?
«Claro que lo tengo idiota», pensó este, ignorando plenamente a su amigo de la infancia. Para su desgracia la silla en la que estaba sentada tenía ruedas, lo que le facilitó a Baekhyun sacarlo de su escritorio y acercarlo a dónde estaba él, en la cama.
—¡Baekhyun! Que estoy intentando estudiar.
—¡Pero quiero que me hagas caso!
Ambos se enfrascaron en una discusión poco digna de dos adultos de más de veinte años de edad, pero así eran ellos. El menor intentaba quitarle la sudadera a Minseok mientras este luchaba contra él, pataleando y procurando alejarse de sus manos, pero Baekhyun era mejor que él.
—Maldito, —soltó el de mejillas abultadas completamente exhausto y ya tumbado sobre su cama, consecuencias de su derrota— te arrepentirás.
—Minnie, —Baekhyun le sonrió mientras se sentaba en su regazo y empezaba a quitarle la sudadera para dejar ver toda aquella piel que se podía ver gracias a la corta camiseta de tirantes que llevaba debajo— ambos sabemos que tienes mucha más fuerza que yo.
—C-cállate —la vergüenza golpeo al mayor tras haber sido expuesto.
La sonrisa del menor se ensanchó, adoraba abochornarlo desde que eran niños.
Ahora que por fin tenía el torso Minseok descubierto era el momento de manchar aquel lindo lienzo que consideraba su piel. El primero mordisco, como ya era tradición, fue directo a una de sus lindas mejillas. Un suave quejido salió de los labios del mayor pero sabía que no era nada, intentaba hacerse siempre el duro y fingir que no le gustaba. Después de tantos años Baekhyun ya lo tenía perfectamente calado.
Siguió con su cuello donde de vez en cuando absorbía piel para dejar un morado, siempre ignoraba las múltiples advertencias que le daba cuando le decía que ni se le ocurriera marcarlo, ya se las maquillaría luego. Deslizó su nariz por la línea curva que había entre cuello y hombro y en cuanto llegó al final de su recorrido volvió a morder, con más fuerza que la primera vez ganándose un quejido mayor.
—Eres tan lindo Minnie, y tu piel es tan suave, —decía mientras salía de su regazo para quitarle los pantalones deportivos que llevaba puestos— tus piernas son tan bonitas.
Minseok se dejaba hacer, como siempre que acababan así. Ellos seguían refiriéndose como amigos aunque no había duda de que esa línea la habían cruzado hace varios años, pero lo prefería así. Odiaba la necesidad de ponerle a todo una etiqueta, mientras estuvieran bien no pasaba nada.
Sus muslos ya estaban con marcas rojizas de la vez anterior, que no había sido hace demasiados días. Como ahí no se le veían las dejaba desaparecer con lentitud.
—Que gustito, —Baekhyun pasó la lengua por la parte interior de sus muslos, justo la más sensible, estremeciendo a su pobre amigo. Para mayor facilidad puso las piernas de Minseok sobre sus hombros— tu cuerpo es el mejor.
—¿No vas a parar de hablar? —soltó el mayor ya demasiado avergonzado de las palabras de Baekhyun.
—Pero me gusta decirte cosas bonitas —el menor formó un puchero en sus labios, si Minseok no lo conociera hasta le habría parecido un inocentón.
Al final Baekhyun decidió callarse y seguir a lo suyo, haciendo marcas nuevas en los muslos de su querido amigo de la infancia, cada una más grande que la anterior. Sus oídos interceptaban perfectamente todos y cada uno de los suaves jadeos que el mayor soltaba cada vez que sus dientes se clavaban en su piel, y Baekhyun adoraba su voz.
Llegó el momento en el que se cansó de morder ahí y decidió volver a subir, no iba a negar que aquellas piernas eran pecaminosas pero prefería ver el rostro de Minseok mientras lo hacía.
Dejó caer todo su cuerpo sobre el semidesnudo de su mayor, dejando su cabeza descansando justo al lado de su rostro para poder morder su mejilla siempre que se le antojara.
—Oye Minnie, ¿sabes por qué eres la única persona a la que me gusta morder? —dijo Baekhyun en medio de su pequeño descanso.
—¿Porque me odias?
—No, porque también eres la única persona a la que quiero.

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Kinktober; EXO
FanfictionSerie de drabbles, cada uno con una pareja y un kink diferente. Basado en el Kinktober de lordsantiagoaz.tumblr.com