Public Sex; ChanSoo

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Kyungsoo había llegado a un punto en su vida que ya le daba igual todo. Estaba harto, más que harto de todas las desgracias que parecían que no iban a cesar nunca de aparecer. Su pareja de varios años lo había dejado por alguien, citando, «mucho más lindo y adorable» y cuando ya creía que había consumido el suficiente helado como para superarlo le echaron de su trabajo. Al no encontrar otro tuvo que irse de su casa y mudarse con un amigo y su novio mientras no encontraba nada, y aunque realmente le estaba muy agradecido por su amabilidad se sentía muy mal interrumpiendo, además que casi no podía dormir por las noches de lo ruidosos que llegaban a ser.

El cúmulo de cosas hizo que una noche, cuando ya no quedaban vestigios del sol adornando el cielo; cogiera su chaqueta y se fuera al primer club que se encontrara, ya era hora de desfogarse un poco.

En cuanto entró al ruidoso antro fue directo a la barra donde pidió de primeras y tres chupitos, los cuales tragó uno detrás de otro con apenas unos segundos de pausa entre uno otro. Con el alcohol corriendo por sus venas y su cuerpo ya más caliente se dirigió a la pista de baile, no le apasionaba pero en esos instantes estaba que todo le daba igual.

En aquella situación no resultaba ya sorprendente que se dejara tocar completamente por aquel desconocido que se había situado en su espalda, amarrando su cintura con sus fuertes y grandes manos mientras que le susurraba con una grave voz obscenidades.

Kyungsoo no dudó en acercarse hasta que su espalda chocara con el torso del aún desconocido, culparía al alcohol de su atrevimiento. La mala iluminación no le permitió apreciar en la totalidad el rostro de su pareja de baile pero al menos se percató de lo alto que era y tenía que admitirlo, le iban los tipos altos.

Las canción ya estaba por terminar cuando aquel gran hombre le dijo de ir al baño y sí, definitivamente tenía que ser culpa del alcohol porque si no nunca habría aceptado una proposición así, o eso quería creer.

Se deslizaron como pudieron entre la muchedumbre hacia el servicio, sin separar en ningún momento su agarre. En cuanto la puerta fue abierta la luz se hizo presente entre ellos y ya ahí pudieron observarse con mucho mayor detalle que con el que se observaron en la pista de baile.

—Ahora te tengo muchísimas más ganas —fue lo que dijo el hombre alto antes de atacar los labios de Kyungsoo, se veían tan deliciosos que no pudo ni esperar a encerrarse en uno de los cubículos.

El más bajó correspondió con el mismo entusiasmo que su acompañante, quién lo agarró del trasero y lo incitó a levantarse y a que rodeara sus caderas con sus lindas piernas para poder así moverse hacia el final y meterse en aquel estrecho espacio.

Las frías baldosas hicieron contacto con la espalda del de acorazonados labios, pero el calor que sentía era mucho más grande. Para mayor comodidad se vio obligado a volver a ponerse de pie, solo para que así el alto hombre pudiera meter la mano en sus pantalones y tocar claramente ya excitado miembro. 

—Chanyeol, soy Chanyeol, —dijo de repente. Kyungsoo no pudo evitar confundirse ya que no entendía a que venía ahora era extraña confesión— quiero que ese sea el nombre que gimas.

El más bajo gimió con solo escucharlo, ahora sí que sí daba por finalizada su racha de mala suerte, era imposible creerse desafortunado teniendo la oportunidad de pasar un buen rato con tremendo semental.

—Kyungsoo —le contestó una vez el mencionado se separó de su boca, juraría que ya debía de tener los labios bien rojos e hinchados por culpa del incesante maltrato que estos sufrían.

Tras soltar un bajo gruñido Chanyeol se dispuso a bajar sus propios pantalones para así poder rozar ambos miembros, enseguida cubriéndolos con sus grandes manos hasta que le ordenó a Kyungsoo que siguiera por él ya que «tengo que prepararte porque no creo que pueda pasar ni un minuto más sin estar en ese lindo culo»; tan romántico.

El moreno acató su orden y comenzó a acariciar con sus pequeñas pero eficientes manos sus ambas excitaciones, disfrutando del roce a mayores que se proporcionaban al estar tan cerca. Mientras tanto a Chanyeol le había dado tiempo a humedecer uno de sus dedos y a colar su mano por la espalda baja del joven. 

Acarició su entrada por encima hasta que se atrevió a introducir el primero. La intromisión causó algo de incomodidad pero nada que los besos que Chanyeol le daba por todo el rostro no pudiera solucionar. Entre el segundo y el tercero ya casi no se dedicaron porque su desesperación era demasiada. 

Kyungsoo se puso dándole la espalda, como estaban hace nada en la pista de baile, y mientras el más alto colocaba el dichoso condón para acto seguido penetrarle.

Los gritos de placer de ambos se podían escuchar por todo el baño, al igual que el sonido de sus cuerpos chocando rudamente entre sí por las fuertes embestidas que Chanyeol le propinaba.

Lo último que recuerda Kyungsoo de esa noche es una moto, una moto que en lugar de haberle llevado de vuelta a la casa de su amigo lo había guiado con su ruidoso motor hacia el gran departamento en el que había despertado a la mañana siguiente junto con un gran cuerpo abrazándole con fuerza.

Y, aunque ahora era imposible que lo supiera, dentro de unos meses él también terminaría viviendo allí, junto con aquel hombre con el que había despertado.


Kinktober; EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora