Pía|
Después de 2 días me dieron el alta, el doctor me mandó a hacer algunos estudios, así que no me dejaron salir hasta que todo estuviera bajo los estándares de mi doctor.
Sarahi era una hermosura, me la traen varias veces en el día para que la amamantara, y yo encantada con eso, le daba millones de besos, la abrazaba y cantaba para que durmiera y fuera reconociendo mi voz, amaba cada vez más a esa niña, esa pequeña que tanta alegría me estaba trayendo.
Cuando por fin llegué a casa Axel tenía todo súper lindo, me había preparado el cuarto de la bebé por completo, habían instalado los muebles que a mí me faltaban la cuna, su cambiador, cajonera, una mesedora, además había peluches que ellos trajeron como obsequio, y me ayudaron a poner una cunita de reserva en mi habitación para así cuidarla.
Cómo madre primeriza creí que Sarahi lloraría mucho más, pero no fue así, solo lo hacía cuando tenía hambre y se detenía el llanto una vez comía. Me sentía tan bien, tan feliz de tenerla a mi lado, de sentir que por lo menos había hecho algo bien en esta vida, ella ahora era mi razón de vivir.
Damían|
Me sentí muy diferente en ese viaje a Argentina y no conocía los motivos, recordé más que nunca a Pía y me forcé a no hacerlo, no debía, no era ya el momento. Pero algo en mi cabeza me hacía hacerlo, me hacía pensar en ella y claramente sonreír. Solo esperaba que estuviera bien.
En los respecto a los siguientes 2 años me concentré en participar en pasarelas de América y Europa. Todo comenzaba a tranquilizarse en mi vida, de nuevo volvía a sonreír, a salir tranquilo, mi relación con Micaela, era más sólida, aunque algunas veces tenía que salir por 1 o 2 meses por trabajo siempre se reportaba conmigo, nos veíamos por video llamada y llamábamos a cada rato.
Hubo una noche que llegue a casa y estaba ella, me había preparado una cena, cumplíamos 2 años de conocernos, de ser amigos, de que me hiciera sentir muchísimo mejor como persona, y esa noche celebramos, Mica me había entendido antes y no podía o no había logrado tener sexo con ella, pero esa noche, esa noche fue diferente, sentía esa “necesidad”, esa cercanía con ella; fue una velada inolvidable, la traté con cuidado, amor y ternura, nuestra primera vez juntos fue algo que guardaré, aunque a pesar de todo, sentía que me estaba traicionando a mí mismo.
Pía|
Aquellos dos años con mi hija fueron maravillosos, verla crecer, decir sus primeras palabras, caminar, era lo que me hacía levantarme con más ímpetu en la mañana. Axel había sido el padrino y el que me ayudó a llevarla a registrar a México sin que nadie se diera cuenta, Sergio iba y venía a verme, al igual que Isabel, habían guardado muy bien el secreto, y me habían conseguido una entrevista para la casa de Gucci en Nueva York, cosa que me tenía muy contenta, pero con muchas dudas; no quería dejar el hotel, estaba muy feliz allá, mi hija convivía con las personas que quería, crecía tranquila y cuando tenía mucho trabajo la cuidaban, aceptarlo implicaría dejarla en guardería y no quería, sabía que Axel la cuidaría con todo el amor pero no podía dejarle esa responsabilidad. Después de mucho hablar llegamos al acuerdo de que no estaría de tiempo completo en el hotel, y ayudaría hasta que encontraran a alguien con el perfil para el empleo, necesitaba retomar mi carrera y darle mejores oportunidades a Sarahí, el hotel no es patrimonio mío y lo que construya con base en mi profesión será una base mucho más sólida.
Al final decidí que si se quedaría en la guardería, solo le quedaba poco para entrar al kínder, y así pasaría la tarde con ella, y si me tardaba su tío Axel pasaría por ella, cosa que me tranquilizaba y tenía feliz.
Pasé por algunos filtros hasta llegar con el encargado de la oficina, estuvimos por lapso de 2 horas hablando, firmé contrato y establecimos acuerdos en relación al trabajo.—Claro que si Pía, por mí no hay problema con ese horario, además me han dado muy buenas referencias tuyas, me gusta tu trabajo, tus ideas, y creo que una frescura en la línea puede ser lo mejor.
Quedé en buenos términos, creo que en este momento de mi vida todo estaba yendo bien, Sara crecía y hacía amigos, yo pasaba la mitad de la tarde con ella, mi trabajo crecía, cada día iba con Axel y hacía ya en cosa de 3 horas lo que normalmente hacía en todo un día, así que estaba en los dos empleos, al final también llegué a un acuerdo con la arrendataria y terminé con varias rentas pagando el departamento.
**********
Sarahí había entrado al kínder por fin, ya había cumplido 5 años, cada día hablaba más, era una niña muy cariñosa, tanto con su tío Axel que era su adoración, como con el tío Sergio que cada fin de mes iba a vernos, llevaba algunos regalos para ella, eso lo hacía llenarlo de besos, aunque en realidad los regalos no eran un pretexto ya que ella siempre que lo veía lo dotaba de besos, abrazos, y risas, era una niña completamente feliz, artística, adoraba bailar y a mí me encantaba ir a verla en sus clases, verla practicar en la casa, que quisiera que sus tíos la vieran y se rieran, Sarahí era mi completa adoración, su sonrisa a veces me hacía recordarlo a él, ya que era la misma que la de su padre, pero a pesar de todo, disfrutaba cada momento.
Damián|
Los años seguían pasando y mi vida tornaba distintos momentos, tenía el crecimiento profesional, y mi autoestima un poco más elevada, aunque todavía sentía que me faltaba algo.
—¿Ya tienes todo listo para el viaje?
—Me faltan algunas cosas, unos diseños que todavía no me han llegado, pero mi maleta y cosas personales ya está —ella se acercó a mí, nunca hacía eso de insinuárseme, al contrario, esperaba que yo fuera por ella y le diera mimos.
—Bueno, te parecería si vamos a cenar con Dana y Christopher y así despedirnos —ellos nos alcanzarían días después.
—Me parece muy bien, hablando de eso, creo que tengo que tengo que ir a confirmar la reservación.
Así lo hice, confirmé la reservación, tenía que ir a Nueva York por poco más de 2 semanas, había buscado un hotel que tuviera cerca departamentos o casas, necesitaba esos momentos para poder pensar en las colecciones, le había tomado cierto cariño a los bebés de una forma que no podía explicar, así que veía bebes y lograba inspirarme, esos viajes eran mucho más relajados, y después de 5 años de apoyo y fusión con la franquicia Ferriano, todo iba tranquilo en finanzas, mi economía estaba sólida y el trabajo de todos seguro.
Salimos a cenar los 4, en aquellos 5 años desde que Pía se fue habían conseguido una relación de marido y mujer, a los 3 años de conocerse Dana tuvo un problema grande con su madre, simplemente le quiso hacer lo mismo que a Pía, casarla a fuerzas, Dana se negó y Christopher no permitió que eso pasara, así que para que Dana accediera vivir con él le dijo adiós a la soltería, y se casó con ella en una ceremonia pequeña y de manera civil, no hubo más, y no lo necesitaban, solo se requerían a ellos mismos.
Micaela prepararon la cena, y nosotros nos encargamos del vino y poner la mesa, después la plática de Nueva York se hizo presente, Dana me dijo que ella también cierto nerviosismo o ansias, al igual que yo, no sabíamos el por qué, pero intuíamos algo que en ese viaje iba a pasar.
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Juego de Pasión ||COMPLETA||
RomanceEn el tranquilo vecindario de Pía, las casas parecían contar historias silenciosas de vidas aparentemente perfectas. Calles arboladas y sonrisas forzadas se deslizaban por las calles como sombras de una realidad que solo se mostraba en la superficie...