Damián
Podría intentarlo, nada podría perder, si ella no estaba, lo peor sería irme y hacer como que nada había pasado, y trataría de olvidar aquello, aunque sabía que no iba a ser tan fácil olvidarla.
Lucia pidió permiso para entrar y Christopher salió, sin antes decirme que pensara bien lo que iba a hacer, Lucia me dejo unos pendientes y una carpeta con nuevos diseños, la tomé y comencé a observarlos detalladamente, eran estupendos aquellos diseños.
—Lucia, ¿cuál es la finalidad de esta carpeta?
—La mandó Isabel, dijo que era para que tomaras algunos y así se desahogara un poco del trabajo —me quedé de nuevo viéndolos detalladamente.
—Gracias Lucia.
—Cualquier cosa ella tiene datos por si quieres preguntar por quién los hizo —le di las gracias tomé el teléfono y marqué a la extensión de Isabel.
— Amor, ¿tú sabes de los diseños que me acaba de traer Lucia?
—Si claro, son de una aspirante de hace tiempo que solicito trabajo, pero era cuando tú estabas de viaje y de diseños tú debes de checarlos.
—Sí —dije tranquilamente viéndolos uno por uno —quiero que le marques, de seguro dejó sus datos.
—¿La vas a contratar?
—Probablemente, entrevístala por favor, su trabajo es impecable, es exquisito, ideal.
Pía.
Aquella tarde fue lo mismo de siempre, una rutina enfadosa, estar en casa, leer un poco, caminar de un lado a otro, estaba harta de estar encerrada en esa casa.
—Señora Pía —me hablo Rosa—, le habla la señora Isabel Jiménez, dice que de la marca Alcázar.
—¿A mí? —ella asintió y yo tomé el teléfono apurada—, hace tiempo que no se de ellos, gracias nana, ya te puedes retirar —contesté asombrada, hace tiempo que no sabía nada, se podría decir desde que deje mis diseños, y perdí mis esperanzas—. ¡Hola!
—Buenas Tardes, ¿Pía Olivetti? —yo le dije que si—. Hablo de la marca Alcázar, hace tiempo recibimos unos diseños suyos, que acaban de ingresar al área creativa, y encantaron, así que quisiéramos entrevistarla.
—¿Entrevistarme? —me quedé asombrada, de nuevo tenía la oportunidad de trabajar.
—¿Por qué? ¿Hay algún problema?
—No, claro que no, solo que me sorprendió, hace ya tiempo que no tenía noticias y bueno había desistido de trabajar para ustedes.
—Pues a nosotros nos interesa que trabaje para nosotros, ¿le parece bien si nos vemos la semana que viene, el lunes a las 10 de la mañana en la empresa?
Yo anoté la dirección.
—Claro que si, por mi encantada.
Colgué con un entusiasmo, mi nana estaba esperando a que le contara quien me había hablado.
—¿Entonces vas a trabajar para esa empresa?
—Si nana, me dijeron que me van a entrevistar, pero por cómo me lo dijeron suena a que si me van a contratar.
—Me alegra mi niña, pero ¿y qué va a decir el señor Sergio cuando se entere de su trabajo?
Yo trate de no darle tanta importancia.
—Pues nada, yo ya hice mi parte de esposa abnegada, cosa que no me va —me estaba cepillando el cabello—, él ya no tiene porqué ponerme pega, él sabe que deje mis cosas por seguirle el jueguito y yo ya estoy harta de estar en casa.
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Juego de Pasión ||COMPLETA||
RomanceEn el tranquilo vecindario de Pía, las casas parecían contar historias silenciosas de vidas aparentemente perfectas. Calles arboladas y sonrisas forzadas se deslizaban por las calles como sombras de una realidad que solo se mostraba en la superficie...