Todo cambió

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Damián|

Tengo la peor cruda de mi vida y los sentimientos encontrados, junto con el alcohol me la estaban complicando, Socorro me preparó un café muy cargado, me lo tomé poco a poco,  y aquellos chilaquiles me estaban haciendo bajar el dolor de cabeza solo un poco.

—Ve cómo estás, de seguro no te acuerdas de lo que paso.

—No del todo cabrón, ¿te dije algo de más?

—Ni a él ni a mí —habló Dana, entró por la sala, verla hizo que reaccionara de mala manera—, tranquilízate, sé que después de lo que les pasó anoche lo que menos quieres es verme.

—Fíjate que le diste en el clavo, no tengo ni las menores intensiones de verte a ti ni a nadie de tu de tu divina familia —dije en tono sarcástico.

—Damián, por una parte te entiendo, pero hay otra que realmente todavía no me queda clara y por eso estamos aquí, necesitamos hablar.

—¿Hablar? ¿Hablar de qué? Para mí todo está dicho, Pía prefiere a su familia antes que a mí.

—¿Qué mi hermana qué? Damián, tú sabes la mitad de la historia y necesito que me cuentes, ¿qué fue lo que te dijo mi mamá?

—De esa víbora mejor no me hables, y perdóname Dana, sé que es tu madre, pero no tengo otro adjetivo para esa —dije tratando de tranquilizarme un poco—, Señora.

—Por eso estamos aquí cabrón, queremos aclarar todo esto, Dana anoche estaba desesperada porque de Pía no sabemos nada desde ayer.

—¿Qué no se irían mañana?

—¿Irían? ¿Quiénes y a dónde?

—¿Cómo que quienes? Pues obvio tu hermana y su lindo maridito de luna de miel y reconciliación.

Dana se me quedo viendo muy extrañada por mis palabras

—A ver Damián espérate, Sergio, el lindo maridito, esta con Isabel, tu ex, han estado juntos todo el tiempo.

Yo me le quede viendo, ¿con Isabel? ¿Sergio está con ella? ¿Y Pía?

—¿O sea que era cierto lo que me dijo Pía? Están juntos…, por eso su renuncia, y entonces —me quedé pensando—,  ¿en dónde está Pía?

Pía|

Después de un buen descanso, bajé a comer algo y a buscar trabajo se había dicho, pedí el periódico, sabía que había muchos buscando lo mismo que yo, pero no podía ponerme de pesimista, yo buscaba algo que tuviera que ver con administración, diseño de modas, o algo en lo que pudiera ser competente. Caminé por varias calles preguntando y preguntando, sin ningún resultado, unos decían que ya habían cubierto la vacante, otros que necesitaban hombre, otros que ya estuvieran establecidos en la ciudad, otros más experiencia, y los demás al ver en el curriculum que había trabajado para Damián Alcázar querían hablarle, y pedir referencias, así que tenía que mentir acerca de, y quitar esa referencia, lo cual me dejaba de nuevo en cero. Subí y chequé mi celular, tenía el indicador parpadeando, tenía infinidad de mensajes de Dana, de Christopher, no quería checarlos, sabía que iba a flaquear y volver a todo eso que me estaba haciendo daño, apagué mi teléfono y bloquee los números, dejé el celular en la maleta y bajé, necesitaba cenar viendo un poco de otro ambiente pedí algo ligero, algo para calmar el hambre, al terminar pase por el lobby, quería ver la noche, claro, sin saber que me encontraría con el principio de mi salvación. 

Estaba entrando de nuevo cuando escuche una conversación.

—¿Entiendes que con este van 3 administradores que corres en el mes?

Juego de Pasión ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora