Juego de Pasión ||COMPLETA||

¿Eres tú?

Damián|

Me senté en una banca de aquel parque, había muchos niños como me dijo el del hotel, comencé a bosquejar un poco, era temporada de otoño y las hojas de los árboles ayudaban a que aquel paisaje se viera inigualable, comencé a darle varias vueltas, para ver y poner las ideas en una hoja, algunos niños jugaban con pelotas, otros corrían sin aparente explicación, otros iban apurados con sus padres a sus clases que no estaban a más de media cuadra, al final me volví a sentar en una banca.

Pía|

Después de terminar el vestido, ya era tarde para llevar a Sarahi al ballet, y más aún no la pude recoger en el kínder, pero su tío Axel si lo había hecho, dejé todo y corrí al hotel, Sarahi estaba jugando con Pablo en el lobby, me vio y corrió a darme un abrazo, yo la tomé en brazos y la llevé a la oficina por sus cosas, le hice su acostumbrado peinado de ballet y corrimos a las clases de ballet.

Damián|

Estaba viendo a todas las personas que pasaban, y mejor, ya que en un momento me cambie de lugar y me puse de frente a una escuela donde entraban muchas niñas a bailar ballet, tomaba un poco de todo eso y comenzaba a bosquejar, me salían algunos diseños para niños, aunque mayoritariamente eran para mujeres que me knsispotaban cuando  las veía llevar a sus hijas. Estaba muy tranquilo, casi por irme cuando vi lo inimaginable, era..., era ella, con una niña tomada de la mano, después de mucho tiempo, estaba igual de hermosa, no por decir que más que antes... Era ella, era mi Pía.

Pía|

Estábamos por llegar a la escuela cuando lo vi, estaba de frente a mí, era él, era Damián, me estaba viendo, se quedó igual de sorprendido, yo no dejaba de verlo, seguía igual de guapo, sentí pánico en ese momento, tomé a Sarahí en brazos y entré en la escuela, las piernas me temblaban, no podía creer que era él.

En la Academia pedí hablar con la directora, a Sarahí no la quise dejar, no sabía que podía pasar si entraba Damián que era lo que me temía, que le hablara o me buscara. Le dije a la directora que quería saber sobre otras clases, que Sara quería bailes distintos y ya me comenzó a recomendar ciertas escuelas, yo quería que el tiempo pasara, no quería encontrármelo.

Damián|

No lo dude y entré en esa escuela, ¿por qué llevaba una niña? ¿Sería de ella? ¿De alguien más? ¿Por qué se había ido de mi lado? Me comenzaba a hacer un millón de preguntas, pero más aún, necesitaba verla, aunque sea decirle, ¡Hola!

En la escuela busqué entre todas esas niñas, una persona de seguridad me pidió que le dijera con quien o por que iba, no se me ocurrió otra cosa para decirle que iba a ver a la hija de Pía Olivetti, él me dio permiso y me dijo en que la sala podía encontrarla, revise centímetro a centímetro de aquel salón, pero no había pista de ella, chequé personas y salones contiguos pero ningún rastro de ella, decidí esperarla, no había el por qué negarlo al volverla a ver fue como si el tiempo no hubiera pasado y aunque las noticias de ella en los últimos años no eran las más agradables, el gran amor que le tuve y le tengo, no se arranca tan fácil.

Pía|

En lo que sentía un poco de tranquilidad, le hablé a Axel, él se alarmó al escucharme tan nerviosa y alterada, le expliqué lo que pasaba y aceptó ir a ayudarme, el chiste era saber si seguía ahí y nosotros salir por otro lado, llegó y entró rápido en la dirección, prácticamente Axel no sabía de la situación, así que llegó y me dio un abrazo, Sarahí ya había ido a su clase, y pudimos estar un poco tranquilos.

—¿Pero dónde lo viste? ¿Te hablo? ¿Se acercó a ti?

—No, lo vi en la banca frente de la academia, en cuanto sentí que me miró tomé a Sarahí y entré corriendo, no encontré otra cosa que hacer, estaba aterrada, Axel, y si la reconoce, tiene la sonrisa y la mirada del sus gestos —me senté y comencé a hiperventilarme—. ¿Y si me la quiere quitar?