Juego de Pasión ||COMPLETA||

¿Por que lo ocultaste?

Damián|

Al llegar a la cabaña Sarahí corrió con su mamá, la lleno de besos y abrazos, le pregunto; ¿dónde había estado? Pía me tomó de la mano y le dijo simplemente.

—Estuve con él, tu... —pensó tres segundos, ese no era el mejor momento para decírselo—, con mi novio.

Sarahí sonrió y tomó del cuello a su mamá y así la abrazo.

—¿Entonces ya voy a tener un papá? ¿Él va a ser mi papi, mama?

Yo la tomé en brazos y también abracé a Pía.

—Si, yo lo seré, bueno, si tu mami se deja, pero créeme que yo a ti te daré muchos mimos y…

—¿Y regalos? ¿Me darás regalos? —me interrumpió ella.

Pía|

—Si, muchos, muchos, muchos —él comenzó a hacerle cosquillas, Dana se acercó a mí y me pidió que la acompañara a la cocina.

—Entonces, ¿cuándo será que le dirás a Damián de Sarahi y viceversa? Yo creo que ya es el momento hermanita, al parecer tuvieron una buena cena y noche, ve como la está tratando, ve como la quiere, Sarahí tiene a su papá guapo y Damián a su hija, ¿qué esperas?

—Este no es el momento Dana, necesito el momento adecuado, entiende que no es decirle como que compré unos nuevos zapatos, si me puede odiar por eso y después de anoche, ahora soy yo la que no quiere perderlo.

—Pues si te tardas más será lo más probable Pía

Dana salió, yo me quedé en la cocina, pensando, ideando el momento preciso para decirle a Damián de Sarahí, y plantearle la idea más fácil y que ahora no fuera él quien quisiera alejarse de mí.

Damián|

Mientras estaba jugando con Sarahi sonó mi celular, era Micaela, dejé a Sarahi con Christopher y salí a contestar.

—Damián, ¿dónde estás?

—Estoy rreglando unas cosas personales amor, creo que me tardare otros dos días, sé que te debí avisar, lo siento.

—Creo que tú y yo necesitamos hablar Damián.

—Sí, yo también – Me puse algo nervioso ante su comentario—, ¿te parece si nos vemos el martes a medio día?

La cité en un lugar y colgué, Sarahí me estaba pidiendo que fuera a jugar con ella afuera, Pía le había dado permiso, Dana y Christopher también salieron con nosotros, Pía se quedó en el porche, de pronto escuche que me llamó.

Pía|

—Damián, necesito ir por unas cosas, ¿me acompañas? Dana ¿te puedes quedar con Sarahí? —ella asintió—. Vamos, mientras más rápido mejor.

Si no lo hacía en ese momento no lo haría en ningún otro, apenas estaba tomando fuerzas, pero necesitaba que fuera a solas, así que el que me “acompañara” fue mi mejor pretexto. Le tomé de la mano y lo conduje por aquel bosque para poder buscar un lugar al que lográramos estar solos, mi mano comenzaba a sudar y mis nervios a punto de estallar, pero necesitaba hacerlo, ya no podía esperar más, necesitaba decirle que era el padre de Sarahí.

—¿No que íbamos por algo? ¿A dónde vamos Amor?

—Sí, lo siento en realidad nesito que estemos solos —él se acercó a mí preocupado.

—¿Pasa algo, Pía?

—Si Damián, es que necesito que conversemos. Hay algo que no se como decirlo.