Juego de Pasión ||COMPLETA||

Complices

Damián|

Los días últimamente se me hacían largos, pero su presencia, porque los momentos a su lado se me hacían hermosos, nunca había sido un hombre muy romántico que digamos, pero con ella era distinto, me hacía llenarla de detalles, de cosas que la hicieran sentir bien.

Yo también me quise retirar temprano, terminé de checar el trabajo de Pía, tenía ese detalle de mujer y el apoyo que yo necesitaba, era lo que me hacía falta para terminar de florecer la empresa. Dejé los archivos en carpetas y me retiré. Al llegar a casa solo tomé algo de la cena, quería dormir, en el vuelo apenas y lo hice, y en cuanto sentí el colchón y la almohada me quedé profundamente dormido.

Pía|

Llegué a mi casa y no dije más que pedir la cena. Subí a la recamara y allá cené, viendo un programa me quedé dormida, después de algunos minutos, sentí que llegó Sergio, era tan poco silencioso que logró despertarme, me comenzó a hacer platica del viaje y no dejaba de disculparse una y otra vez, llegó el momento que para que no dijera más le dije que todo estaba bien, y viendo mi portafolios a media recámara me comenzó a interrogar.

—Te dije que tenía entrevista y así fue, conseguí el empleo y vengo de allá.

—¿Conseguiste el empleo? ¿Aceptaste?

Me levante un poco y lo miré.

—¿Por qué? ¿Te molesta? Te dije desde un principio que iría a esa entrevista y ve, me aceptaron, mañana seguiré con mi trabajo.

—Claro y a mí no me tomas en tus decisiones, como siempre.

—Sergio, te avisé, te lo dije, ¿qué más querías? ¿Qué te llevara a ella? No te equivoques no tengo 3 años, para llevar nana, y sabes que, vengo muy cansada así que buenas noches.

Estiré el edredón y me tapé, no tenía por qué reprocharme, él sabía de la entrevista, aunque en el viaje había pensado que si me hizo hacer ese dichoso viajecito era para que no llegara a la entrevista, que vería que puedo salir de vacaciones cuando desee y tener todo, pero Sergio se equivocó, eso no me motica y además ese viaje y este trabajo me comenzaban a regresar las ganas de vivir.

A pesar de que Sergio me pidió hablar, no llegamos a salir de acuerdo, yo tenía en cierto sentido la libertad que tanto tiempo pedí, buena o mala, pero la tenía, y no quería que me controlara de nuevo.

En avance a las siguientes 3 semanas todo iba marchando sobre ruedas, Damián y yo nos veíamos ocasionalmente con el pretexto de ir a cenar o comer o a alguna reunión, teníamos una relación un poco más tranquila y más sincera, Damián me había dicho lo que tenía de relación con Isabel y básicamente salió a ser la misma historia, su novia se había interesado más en sus estudios que en el mismo, y él buscaba alguien que si se preocupara con él, también logramos hablar de que pasara si los dos rompiéramos nuestros compromisos, yo le decía que muchas veces lo pensé, pero me detenía mi madre, ya que haría lo que fuera para que ya no viera a mi familia, a mi padre, mi hermana, y eso era lo que me pesaba, él me dijo que llegaríamos a un buen término después pero que él me ayudaría, para mí era lo que mejor me tenía.

Damián|

Después de mucho trabajo, de ir y venir, de que Pía me hiciera sentir lo bien que quería sentir y disfrutar lo que realmente disfrutaba, de volver a diseñar como cuando era adolescente, cuando estaba en la Universidad, todo aquello que amaba, mi vida realmente cobraba sentido.

Llegó un día en el que Pía estaba planeando el encuentro de su hermana y mi amigo, yo le había comentado en varias ocasiones que me encantaría presentarle a Christopher a hermana Dana, muchas veces ella me tachaba de loco y no sé cuántas cosas más, pero cuando comenzó a conocer a Christopher vio que realmente podría congeniar con su hermana.