• CAPÍTULO 38 •

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38. Romances nacientes.
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Los campeones habían sido elegidos en la ceremonia, fueron seleccionados para competir, Cedric Diggory, Fleur Delacour y Viktor Krum. Nina la verdad es que esperaba que ellos salieran escogidos entre sus compañeros; no hablaba mayormente con Cedric pero tenía entendido que era de los mejores de su generación, Viktor era famoso, y no es que le menospreciara por eso; algo debía de tener escondido que ofrecer más allá del Quidditch y Fleur era simplemente asombrosa.

Lo que realmente no esperaba era que el nombre de su compañero  Harry Potter saliera de las llamas del caliz. Aunque no le extrañaba, Harry era la persona con peor suerte en el mundo y no le sorprendía para nada que su nombre fuera a dar en un pergamino dentro del artefacto.

—Es un asqueroso tramposo que no puede contener su necesidad de atención —declaró Draco mientras caminaban —Espero que muera en el torneo y se reúna con sus padres de una vez por todas, así deja de andar lloriqueando en todos lados.

Claramente Draco no estaba feliz por el hecho de que Harry hubiera sido escogido. La rivalidad que habían cosechado desde primer año era demasiado arraigada que ahora todo lo que hacía el contrario era visto como un ataque para ellos.

—Draco, basta —señaló Nina —De verdad que sí tanto te molesta Potter deberías ignorar todo lo que sucede con él.

—¿Y cómo pretendes que lo haga si el imbecil está en todos lados y aparece siendo figura en todas las cosas? —gruñó —El maldito de Dumbledore debió de haberlo sancionado por violar las normas y dejar a Hogwarts en ridículo, me desespera verle ahí llorando que nadie le quiere, que fue un error, error mis pelotas.

Nina decidió ignorarle pues cuando se colocaba así de terco no había quien lo  sacara de sus pensamientos. Siguieron caminando hasta los jardines hasta que él se reunió con Crabbe y Goyle. Al notar que él se quedaría con ellos observando a quien fastidiar, frunció los labios y tomó la determinación de alejarse de allí sobre todo cuando vió que Harry se acercaba solo hacia el pasillo.

Sin embargo tuvo que volver a la escena cuando sintió las risas de Harry Potter y el vozarrón de Alastor Moody en el patio.

—¿Qué demonios? —. La profesora McGonagalla fue la primera en intervenir —Profesor Moody ¿Eso es un estudiante?

Draco volvió a sí mismo después de que la educadora resolviera la situación, sintiéndose muy humillado; estaba rojo de la vergüenza y se fue con todo contra el profesor, lanzandole hechizos, sin importarle que le fueran a castigar.

—¡Mi padre se enterará de esto! —chilló molesto, de forma amenazante.

Nina le siguió corriendo, mientras él no podía con su molestia. Habían sido días no muy buenos para él desde que se dió cuenta de que su padre probablemente se uniría nuevamente a los mortífagos y no entendía porqué. Todo eso lo mantenía tenso e irritado, por ende la Slytherin a su lado prefirió guardar silencio hasta que llegaron nuevamente a la sala común.

Se sentó agobiado en la sala y se quedó con los ojos cerrados allí.

—Draco. . .

—Nina no quiero hablar sobre esto, vete a clases; no iré —Cada vez que algo le sucedía él se encerraba en sí mismo para después ir con ella a contarle. La chica sabía que tenía que darle su espacio y que poco a poco el retornaría a una momentánea calma —Pero si llegas a ver a cualquiera del trío de estúpidos advierteles que se las verá conmigo.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora