• CAPÍTULO 71 •

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71. El filo de un Sectumsempra.
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El retorno a clases no había sido tan fácil como a Nina le hubiera gustado. No salían de su mente los acontecimientos que había vivido retornando de Francia; ver a la familia de Fred sumergida en la preocupación, la rabia y la desazón era demasiado para poder emitir palabras que buscaran la paz. Recordaba la ira explayarse por los ojos de Fred, lo conmocionados que se encontraban, los mortífagos habían incendiado su casa –no es que no pudiera restaurarse todo con la ayuda de las múltiples varitas de la Madriguera de los Weasley–, sin embargo el hecho de sentirse inseguro, perseguido y asediado era una sensación que todos detestaban experimentar.

Esta vez habían ido un poco más lejos y era demasiado para lo que una persona común podía soportar. 

Las cosas en la escuela se mantenían tensas, las rencillas de Gryffindor contra Slytherin eran cada vez más estrepitosas aunque tuvieran que ver solamente con situaciones ligadas al Quidditch; la profesora McGonagall había estado a punto de cancelar la copa de Quidditch por segunda vez en lo que iba el retorno a clases debido a discusiones que iniciaban de la nada y casi terminaban en levantamientos o riñas de proporción.

—Creo que cada vez existe menos poder de convivencia en los pasillos del castillo— murmuró Luna una vez que Minerva se llevó a detención a parte del equipo de cada casa respectiva a su oficina —, no pensé que las simples rivalidades terminarían en esto, probablemente los nargles han comenzado a afectarle el juicio a muchos estudiantes.  

—Ninguno colabora en llevar la fiesta en paz— una voz que estaba sentado algunos puestos más allá en la mesa de las serpientes se aclaró la garganta para poder unirse a la conversación sin levantar la vista de sus pergaminos—, sin mencionar que suelen darle el favor a los leones en todas las discusiones porque no son capaces de defenderse sin poner a Dumbledore en medio. 

Nina y Luna intercambiaron una mirada al oír las opiniones del compañero de casa de la serpiente, Theo Nott no solía mezclarse en temas de conversación en los que no estaba invitado, por eso era una sorpresa que este se hablara sin haber sido convidado directamente; el chico jamás estaba implicado en problemas, no al menos de forma constante, solamente compartía fervientemente su resentimiento y poca empatía con la casa Gryffindor al igual que todo Slytherin.

—Veo que tienes un punto de vista interesante, ¿vas a asistir al partido de esta semana? —preguntó Luna con aquella cordialidad y simpatía que la caracterizaban sin importar de quien fuera o se tratase. 

Theo en esta ocasión observó a Nina, no sabía cómo responder ante esa pregunta que salía completamente de los densos y mal intencionados comentarios que estaba acostumbrado a recibir de parte de sus amigos. Sabía que si respondía con alguna brutalidad, Nina se enfadaría con él, era sabido que si las serpientes tenían algo de consideración con Luna Lovegood era nada más y nada menos por no querer meterse en problemas con ella más que por real simpatía. 

—Sí, voy a asistir. Asumo que tu apoyarás a Gryffindor —declaró mirándole fijamente. 

—La verdad es que sí, si Nina o Pansy fueran parte del equipo les apoyaría, sin embargo la casa de los leones cuenta con más personas de mi agrado que Slytherin y como dicen los muggles, mayoría gana.

—Eso es lamentable, no podrás compartir las gradas con nosotros, probablemente irás con alguno de tus distintivos disfraces alusivos a los leones, eso no está permitido en la barra verde-plata.

Nina sonrió para sus adentros, escuchar temas tan banales como quién ganaría el estúpido partido era lo que necesitaba para despejar su mente de las tensiones que habitaban en su cabeza. Esta iba y venía pensando en Fred, en cómo estarían las cosas en la Madriguera también se estresaba pensando en las cosas terribles que empezarían a ver y tratar sus padres en su trabajo. Suspiró mientras veía atentamente su diccionario de runas y conjuros, a pesar de que tenía un montón de problemas en qué pensar, la vida escolar y académica no daba tregua y los deberes cada vez eran más complicados de realizar. Eso indicaba que ya no se encontraba en los años iniciales de su formación, solamente le quedaba parte de este año y del siguiente y si quería ambicionar llegar a entrar al departamento de aurores o a alguna rama del área de seguridad tenía que tener calificaciones a la altura.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora