• CAPÍTULO 91 •

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91. Milagros.
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Los días eran grises en aquella época, la guerra había acabado pero las pérdidas eran algo que no se podía ignorar. Las personas habían intentado retomar sus vidas, sin embargo era algo que no se podía conseguir así como así, las brujas y los magos solamente esperaban no tener que repetir los mismos errores que habían cometido en el pasado, aquello que los había arrastrado a las penosas consecuencias en las que se encontraban ahora. Pues una cosa era que la guerra hubiese acabado, pero también estaban las consecuencias psicológicas con los que cada uno de los habitantes de Inglaterra habían quedado y no se borrarían por el resto de sus días. 

Muchos habían retomado sus labores, algunos habían decidido dejar el pasado atrás e iniciar un nuevo comienzo. Por ejemplo, muchos de los esfuerzos estaban enfocados en reconstruir el castillo Hogwarts, el ministerio estaba completamente esmerado en que los niños y los jóvenes retomaran sus clases cuanto antes, para evitar cualquier retraso en la educación mágica de las generaciones actuales y futuras. 

Había pérdida, mucha. Por donde fuera que se mirase había dolor aunque el mundo se estuviese escribiendo de nuevo, aunque hubiesen nuevos cimientos a donde colocar los terribles sentimientos vividos, habían madres sin hijos, hijos sin padres, hermanos sin sus otros hermanos. Esposos y esposas viudas, criminales libres y también personas que no tuvieron más opciones ocultándose, a la espera de un juicio, en prisión y también, muchos muertos, aquellos que no volverían a ver la luz de un amanecer. 

Pansy había encontrado su forma de dar un pago a la sociedad, no es que hubiese hecho algo, pero su familia había sido parte de los mortífagos durante ambas guerras. Mientras Hogwarts, estaba en medio de la reconstrucción, ella había comenzado a ser voluntaria de enfermera en San Mungo; sentía que era una manera de retribuir las cosas nefastas de las que había participado su familia, se había ambientado bien, había tenido que aprender muchas cosas, tener mucho entrenamiento médico y aparentemente empezar a vivir en el hospital. Pero se sentía que estaba contribuyendo, ayudando a personas dañadas o dolidas. 

—Ha sido bueno verte—siseó Luna mientras caminaban por uno de los pasillos. Hace mucho tiempo que no se veían debido a todo lo acontecido en Londres. Ellas también habían cambiado, tenido que afrontarse a la vida.

—Lo mismo digo, sé que no he sido la mejor amiga. Pero desde ese día, todo ha sido diferente.

Luna sabía a lo que Pansy se refería, ella hablaba del día de la batalla de Hogwarts, donde ella había tenido que huir porque no quería pelear los ideales de sus padres, no quería luchar en contra de sus compañeros y porqué no decirlo, no quería morir ese día, donde las posibilidades de que eso sucediera eran muy altas. No obstante ambas habían perdido a su mejor amiga, añoraban la compañía de Nina y eso no era posible, ambas sabían un poco cuáles habían sido los motivos por los cuales ella había tomado sus respectivas decisiones, sólo que hubiesen deseado que pensara más en ella misma, menos en los demás, ahora no estaría viviendo una estadía en Azkaban de ser así.

—No tienes que explicarme cómo te sientes, sé que no fue fácil para nadie, para nosotras, para todos quienes tienen a su familia implicada—Luna hizo una pausa—, la extraño, la extraño mucho. 

—Me pasa lo mismo, todavía no puedo entender cómo la puta vida puede ser tan malditamente injusta. ¿Has podido verla?

—Sé que su padre ha mantenido el contacto, he tenido noticias ya que nuestras familias eran amigas; pero no quiere recibir visitas, creo que incluso las visitas del señor Illich han sido rehuidas por su parte. 

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora