Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]

• CAPÍTULO 40 •

_____________________________

40. Amortentia y otros males
_____________________________

Habían muchas pociones o filtros de amor para preparar en el mundo de las pociones. Sin embargo la Amortentia era la más poderosa, no creaba amor real, pero sí un fuerte enamoramiento.

A todas luces no era una poción que al mezclarla entregara realidad. Pero era capaz de demostrar tus gustos aunque no los conocieras.

En la clase de pociones, Severus Snape solía imponer su manera de enseñar y por lo general era bastante tétrica. A Fred en particular no le agradaba para nada, puesto que su corazón Gryffindor detestaba la manera en que humillaba a los estudiantes que no eran bien dotados en su materia.

—Hoy revisaremos la amortentia —habló con su típico tono de voz de fastidio— Espero que pongan atención y no estén luego usándola en una persona, les advierto que está penado por la ley usarla en cualquier individuo —relató —Y si me llego a enterar yo mismo les denunciaré— amenazó.

—Ni que estuviésemos necesitados como él —le susurró George en el oído —Debería usar la poción en alguien para que tenga sexo y mejore el humor.

Fred sonrió y cerró los ojos.

—Maldita sea, George; no quería esa imagen mental— refutó el pelirrojo a su lado mientras escribía lo que Snape ponía en el pizarrón.

Las chicas eran las más atentas frente a esta materia. El amor, los novios y los chicos siempre eran un tema de conversación importante; no obstante los varones prestaban atención de forma disimulada. A la hora de las citas a todos les interesaba el tema.

—Primero van a vertir el agua del mar negro en el caldero—anunció Severus —A lo que hierva por tres minutos, incluirán pétalos de rosa azul y el azúcar blanca— los ingredientes en el escritorio fueron mezclándose por las manos del hábil mago— A lo que el azúcar se derrita, incluirán la raíz de orquídea y revolveran hasta que la poción se torne de un color rosa intenso— señaló —Empiecen, tienen una hora como máximo, luego un voluntario saldrá adelante para decirnos a qué huele su amortentia.

Todos comenzaron a mezclar los ingredientes. Fred se concentró mucho, pues le gustaba la materia pero el profesor siempre se esmeraba en buscar en sus procedimientos algún error para colocarle un supera las expectativas.

Sin entender porqué, esperó que su poción quedará perfecta. No pudo evitar pensar en Nina cuando la preparó, quería que el filtro que estaba haciendo tuviera su aroma, oliera como ella a pesar que no recordaba bien la fragancia.

Sin recordarla del todo la tenia grabada en su inconsciente.

¿A qué olería la amortentia de Nina?

La perspectiva de que fuera algo recíproco le produjo una ancha sonrisa en la cara y volteó uno de los frascos con azúcar que habían sobre la mesa.

—No seas alcornoque, Weasley— farfulló Snape— Cuatro puntos menos para Gryffindor.

Levantó la vista y notó la forma en que Xavier lo veía. No se estaba riendo de que Severus le hubiera corregido, había otra intención en su mirada, una especie de desafío. Un brillo competitivo que no entendía a qué podría atribuírse.