•CAPÍTULO 25•

1.5K 201 34
                                    

____________________

25. Una primera vez
para todo.
___________________

La época de navidad había llegado y muchos estudiantes se preparaban para pasar este período con sus familias. Por su parte Fred junto a sus hermanos viajarían a casa, extrañaban a sus padres y demás hermanos del clan Weasley; Nina también se iría a casa con sus padres, así mismo Draco y Luna –sus amigos

— ¡Al fin te encuentro! —dijo al entrar a las cocinas de la escuela. La Slytherin había estado buscando a Luna durante un largo rato y no había tenido suerte, hasta que recordó que a su amiga le encantaba preparar galletas de jengibre —Pasé bastante rato en tu búsqueda hasta que recordé que te gustaban los elfos domésticos —comentó mientras se sentaba en uno de los mesones.

— ¡La verdad es que he tenido la cabeza en otro lado! —respondió la Ravenclaw —Tenía en mente avisarte, sin embargo los torposólos deben haberme distraído —respondió dándole una sonrisa.

—Veo que haces galletas para llevar a casa ¿Quieres que te ayude?

—Eso sería bueno, así te bajas del mesón y evitas que los elfos me vayan a regañar por tu comportamiento rebelde —indicó.

Nina se dirigió hacia donde Luna yacía amasando entre los polvos de hornear y la harina, cogió un puñado de masa y la tomó entre sus manos.

— Hey, esto huele muy bien ¿Qué es lo que le pusiste?

— Pues tiene esencia de vainilla, jengibre y una pizca de algunos ingredientes secretos — sonrió.

La Slytherin se sorprendió al ver que su amiga no le diría cuál era su ingrediente secreto y untó uno de sus dedos en la masa para tratar de identificarlo.

— No deberías de comer eso estando crudo, podría dolerte el estómago y no será grato irte enferma en el expreso.

Ajena a las advertencias de su amiga, la muchacha siguió probando la masa hasta que dio con el ingrediente que le faltaba adivinar.

— ¿Una poción con mantequilla y coco? ¿No es así?

— Sí, realmente eres terca cuando te lo propones — comentó Luna negando con la cabeza y rodando los ojos ante la actitud de su amiga.

Ambas siguieron trabajando sin descanso, pues la rubia pretendía hacer muchas galletas porque era el regalo que tenía en mente para todos sus primos. Su padre y ella irían a la casa de su tía paterna y la Ravenclaw no quería llegar con las manos vacías.

— ¿Ya sabes qué hacer en caso que esa estúpida te diga alguna tontería?

Luna sonrió y asintió, hace unos años atrás una de las primas menores de la chica había sido sumamente cruel con ella para referirse al tema de su madre fallecida, luego de ese episodio, Nina la odiaba y solía darle a su amiga consejos para que se vengara de ella a sabiendas que Luna jamás los efectuaría.

— Sí, tengo más que claro que no puedo usar magia con la varita y eso no quiere decir que no pueda echarle una poción en la comida para que le salgan granos en la cara— respondió con una sonrisa en la cara.

— Esa es mi amiga — acotó con satisfacción —Amo como poco a poco te unes al lado oscuro.

— Tú y tu padre tienen una obsesión insana con esa película ­— resolvió la rubia colocando chips de chocolate a algunas galletas antes de meterlas al horno.

Star Wars es una obra maestra, sólo que algunos no la saben apreciar — sentenció la pelinegra.

Luego de un rato de estar totalmente concentradas en las galletas, Luna la observó y se aclaró la garganta, pues sabía que lo que quería preguntarle a su mejor amiga la había tenido preocupada estas últimas semanas; a ella también, pues notaba que ella estaba algo inquieta por no saber el significado de sus resultados en las clases de artes oscuras.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora