• CAPÍTULO 63 •

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63. Incómodos sucesos de inicio de año.
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—Voy a extrañarte enserio, trata de huir de Hogsmeade cuando salgas el fin de semana—protestó Fred dándole un beso de despedida a Nina en medio del andén 9¾—, el apartamento no es lo mismo sin tí.

Fred fue quien llevó a Nina a la estación debido a una situación de última hora que se les presentó a los aurores Illich. Por ende el pelirrojo se aprovechó de la situación para llevar a Nina y a los demás leones al andén y darle un poco de respiro a su madre, quien ya estaba muy molesta por el hecho de que dejaran la casa. George también acudió para acompañar a sus hermanos y amigos de estos, ya que sabía que cuando Nina estaba presente, Fred sólo tenía atenciones para con ella.

Nina dejó un cálido beso sobre su mejilla y luego sobre sus labios a la hora de abordar el tren. Debía ponerse de inmediato en sus deberes como prefecta, sin embargo no le hacía ninguna gracia el hecho de andar persiguiendo y guiando a niños de primer año, al menos no en ese momento en que necesitaba hablar con Draco en otras circunstancias.

—También te extrañaré— murmuró finalmente después de inhalar una gran bocabada de aire que llevaba consigo el perfume característico de su novio—, escríbeme cuando tengas oportunidad, no será fácil pasar este año sin ti— se quejó.

—Lo harás genial, ya verás que el próximo año andarás con tu insignia y boina de premio anual y todos estos Gryffindors morirán de envidia— verbalizó abrazándola por última vez en lo que sería mucho tiempo.

Cuando llegó la hora de abordar, Nina tenía la idea en la cabeza de poder hablar con su amigo, pues desde el juicio de su padre se había mantenido distante, generando preocupación en la bruja. Draco no lo estaba pasando bien y tampoco quería que le ayudaran, después de todo el orgullo Malfoy era algo que no podía dejar así como así, menos después de convertirse abruptamente en el hombre de la casa tras el encarcelamiento de Lucius.

—¡Pero si es la prefecta en persona!— chilló Pansy colgada del brazo de Blaise una vez que llegó al vagón de Slytherin—, pensamos que habías tenido que ir a dar paseos con la sangre sucia.

Nina rodó los ojos y abrió de inmediato el frasco de galletas de vainilla que traía consigo desde la Madriguera. No le apetecía seguirle las tonterías a su amiga, pues estaba atenta de dónde se hallaba el rubio.

Cuando lo vio entrar en el compartimento, se percató de su semblante cansado y a la defensiva. Draco solía ser huraño y no muy amigable, inclusive con sus mismos amigos, no obstante había algo en su expresión que lograba descolocar totalmente a Nina.

—Hola— le saludó cuando esté tomó el asiento a su lado—, pensé que nos encontraríamos en el andén— reclamó ella.

—Hola— respondió de forma prácticamente autómata—, estaba abrumado con las miradas de los magos afuera del tren— terció con rabia—, subí al expreso de inmediato y me encerré en un compartimento vacío.

Nina percibió su tono de voz sombrío, la expresión de sus ojos impacible y el aspecto de preocupación que cargaba a cuestas. Y le extrañó pensar que todo eso se debía por la ausencia de su padre.

Podría estar casi segura de que había algo más de por medio.

Entonces llegaron a su cabeza las palabras que oyó sin permiso de la platica privada que habían tenido Hermione y Harry en la Madriguera cuando creían que todos estaban durmiendo.

Juramento Inquebrantable [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora