Sousuke estaba esperando ansioso en la recepción del hotel a que Makoto llegara, sabía que el castaño correría desde el trabajo hasta la celebración del matrimonio que se organizaba en el lugar, pero ya era demasiado tarde. Cuando se propuso a llamarlo al celular, este apareció corriendo por la entrada de vidrio y fue en seguida a su encuentro.
—Lamento llegar tarde, pero tuve una pequeña idea que se convirtió en inconveniente y bueno... —el aire todavía le faltaba.
—¿Estás bien? ¿fue algo malo? —de inmediato el aprehensivo de su novio comenzó a examinarlo con la mirada y Makoto negó con la cabeza. Hizo un gesto para que se acercara y luego de recuperar la voz, le susurró en el oído:
—Compré un bóxer de encaje y me los coloqué para sorprenderte, pero mientras subía las escaleras del metro, al parecer se rompieron.
Yamazaki tragó saliva ante la imagen mental provocada y se alejó lo suficiente para ver si Makoto le estaba jugando una broma o no, pero su expresión le decía que era totalmente cierto. ¿Qué se suponía que hiciera con esa información en ese momento? No podía seguir ausentándose de la fiesta, pero imaginarse a Makoto usando lencería con encaje y que esta además se hubiese roto, le despertaba una parte de sí que causaría revuelo si era vista por alguien más.
—Sou, iré al baño antes de ir a la celebración, nos vemos ahí.
Sin siquiera dejar que dijera o hiciera algo, el castaño se volvió a alejar corriendo lejos de él; por lo que Sousuke luego de revolverse el cabello y olvidarse del peinado con fijador fuera hasta el salón reservado por el matrimonio. Lo primero que hizo tal vez fue lo más sensato en su lugar: ir por alcohol. Ok, no era lo más sensato que podía haber hecho, por el contrario, pero le ayudaba en la espera.
Mientras ya iba por el segundo vaso, sintió que alguien había introducido algo en el bolsillo de su pantalón. ¿Cómo no se había percatado de que alguien estaba tan cerca de él y que además osara en tocarlo? Sorprendido se giró y todo calzó en su lugar cuando Makoto le sonrió a su lado; y no solo le sonrió, sino que también le guiñó un ojo. Sousuke guardó su mano en el bolsillo del pantalón y gracias al tacto distinguió algo parecido a... ¿encaje?
No, seguramente no era posible que su novió hubiera hecho eso. Solo para comprobar, sacó el trozo de tela del bolsillo y en los escasos segundos que lo miró -para él fueron eternos-, creyó reconocer que efectivamente era un bóxer de encaje. Con los ojos abiertos de estupefacción, levantó la mirada al volver a guardar aquella lencería y le exigió mentalmente una respuesta al castaño, a lo que este simplemente contestó moviendo los labios:
"Sin nada"
—Ahora daremos paso al evento en donde el marido le quita la liga a la novia —anunció el padrino de bodas mediante el micrófono, haciendo que todos los presentes voltearan a ver el espectáculo.
La novia se fue subiendo el vestido poco a poco, de forma seductora y juguetona mientras que el hombre hincado frente a ella simulaba mordiscos por toda la longitud de la pierna, hasta que finalmente se vislumbró la liga matrimonial en el muslo de la mujer ya casada.
—También llevo algo como eso —volvió a susurrar de improviso Tachibana en el oído del moreno, quien solo apretó la mandíbula y no volteó a mirarlo—, solo que no es la misma clase de liga. Es de las que se ajustan en los muslos y sostienen la camisa. —Sousuke apretó el puño alrededor de la prenda que se encontraba en su bolsillo. —Creo que eso es lo único que estoy usando debajo de la ropa, Sousuke. ¿Quieres comprobarlo?
¿Qué si quería? Tal vez debería aprovechar que los novios estaban teniendo su momento para que ellos también lo tuviera, pensó Sousuke mientras tomaba a Makoto de la mano y camina lo más a deprisa hacia el baño.