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But plugg: juguete sexual para ser insertado en el recto para obtener placer sexual.
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Su día había sido horrible, no había pasado nada malo en particular, pero saber que en la noche tendría que ponerse un disfraz e ir a la fiesta de su amigo Rin, le quitaba el ánimo de hacer cualquier cosa. Al menos le había pedido a Makoto que se hiciera cargo de los disfraces y con especial énfasis en que no fuera uno de esos ridículos disfraces de pareja en que uno era la parte delantera de un caballo y el otro las patas, o que uno fuera la leche y el otro el café. Ridículo.
Se había tardado más en salir del trabajo y decidió caminar más lento de lo habitual, por la hora en que iba tendría el tiempo necesario para llegar y ponerse el disfraz y salir, esperaba que Makoto ya estuviera listo y que en verdad usara la cordura y su timidez en el momento de elegir lo que usarían esa noche. Abriendo la puerta del departamento, suspiró y anunció su llegada.
-Tadaima*
-Okaeri -la voz risueña de Tachibana resonó en toda la estancia, congelando a Sousuke en su lugar al ver lo que llevaba puesto su novio. Era simplemente... encantador.
-Makoto, ¿qué...?
-¿Te gusta? -el castaño dio una vuelta en 360° para darle una vista de todo el traje-. Pensé que sería una buena elección, a ti te gustan los cerditos, ¿no es así?
En realidad, a Sousuke le gustaba el tonkatsu, por ende, los cerdos; pero ahora acababa de denominarlo su animal preferido. Makoto estaba usando un traje rosa algo -bastante- ajustado que no dejaba mucho espacio a la imaginación, en su cara tenía maquillaje rosa para sus mejillas y una nariz pintada con forma de botón; pero el toque final eran unas orejas de cerdito en su cabellera. Adorable, Sousuke se lo quería comer entero.
-Pues -tragó saliva-, no está mal.
Tenía que hacerse el desinteresado, sabía que Makoto lo había hecho a propósito, era la imagen pura de la inocencia mezclada con el erotismo.
-Oh, vaya. Entonces espero que te guste el tuyo.
Tachibana corrió hacia el cuarto compartido, haciendo que Yamazaki lo siguiera y ahí vio tendido sobre la cama un traje igual al del castaño, pero en negro, con una cola larga de terciopelo y orejas de gato. Miró a Makoto y este estaba sonriendo con un lápiz de ojos negro, listo para dibujarle bigotes.
-Oh, claro que no -Sou tomó la cola alargada y miró a su novio-, además, ¿por qué soy el único que tiene cola?
Makoto se mordió el labio y fue hacia el cajón de su velador, para sacar un butt plug rosa que tenía una colita de cerdo como parte final. A Sousuke la respiración se le detuvo y tuvo que obligarse a inhalar y exhalar para calmarse y no salir corriendo y hacer suyo a Makoto, que no dejaba de mirarlo avergonzado pero excitado.
-Si te pones el traje y vamos a la fiesta de Rin, cuando volvamos me pondré esto. -Antes de que siquiera Yamazaki pudiera argumentar de que sería una mejor idea no ir a la fiesta de su amigo tiburón, sino que quedarse ahí a disfrutar de aquello, Makoto habló. -Además, esto venía con otro traje, que usaré cuando quieras.
Del mismo cajón sacó apenas dos trozos de tela rosa y aterciopelada que simulaban un pequeño short y una minúscula chaquetilla, además de accesorios para muñecas y tobillos que asemejaban las características de un cerdo. Sousuke de verdad que se sentía impresionado, nunca esperó tanto de su tímido novio, pero no podía decir que le desagradaba, por el contrario.
-Mako... yo -no encontraba las palabras para decirle lo mucho que lo amaba y lo excitado que estaba.
-Oink -dijo juguetón el castaño.
-A la mierda Rin.
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*Tadaima Llegué a casa.
Lo siento, pero me gusta como se escucha cuando ellos lo dicen.
Por cierto, ¿les ha ido gustando este kinktober? He tratado de hacerlo fluff en la medida de lo posible y sin sexo -jé, ironías de la vida-.
