After care

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El cuerpo agotado de Sousuke cayó encima de Makoto, quien cerró los ojos mientras seguía sintiendo los últimos espasmos de su potente orgasmo. El ronquido suave del moreno encima de él lo tranquilizaba y ayudaba a que los ritmos de sus corazones volvieran al ritmo habitual, resonando con el otro. Ambos se encontraban con los ojos cerrados, relajando sus respiraciones y comenzando a reír por el fantástico momento que antes habían vivido.

­—¿Sou? —un gruñido provino del cuerpo encima suyo. —Sou, vamos, muévete.

—No quiero.

Makoto comenzó a acariciar de forma distraída la espalda morena y llena de rasguños que le había hecho y se avergonzó por un momento, pero es que Sousuke siempre lo hacía enloquecer y él se entregaba a la pasión. Pero generalmente luego de esa lujuria y pasión desenfrenada, el moreno caía y se quedaba dormido encima del castaño, Makoto no tenía problema en encargarse de limpiar y dejar que su novio descansara con una sonrisa en la cara, su gran problema era que Sousuke no se movía.

Sus pechos y estómagos estaban manchados por la semilla caliente disparada por parte de Tachibana, debían limpiarse aunque fuera con pañuelos desechables o toallitas húmedas. Lo ideal era darse un baño o ducha y limpiar todos los rastros de sudor y otros fluidos, pero con los cuerpos tan relajados luego de los orgasmos que habían explotados en su interior, que querían moverse lo menos posible, así que iban por el métodos práctico y rápido. Todo sería más fácil sin esos 80 o 90 kilos encima de sí.

—Sousuke, en serio, muévete.

Yamazaki volvió a gruñir y levanto algo de su peso para salir dentro del cuerpo del castaño y sacar su miembro aprisionado dentro del condón. Makoto aprovechó el movimiento y pilló desprevenido al moreno y lo volteó hasta que este quedó de espaldas a la cama. Sousuke volvió a gruñir y se sacó el preservativo para anudarlo y tirarlo a donde se suponía que estaba el tacho de la basura en el cuarto. Makoto aprovechó para levantarse e ir por las toallitas húmedas, limpiarse y también limpiar el torso de su novio.

—Sabes, Makoto —Sousuke lo miraba con un brazo detrás de la cabeza y con gesto somnoliento—. Te amo.

—Yo también te amo, Sousuke —los pañuelos ya usados fueron a parar al mismo lugar del preservativo.

Tachibana se arrastró hasta quedar encerrados dentro de los fuertes brazos morenos y se acurrucó a su lado. Unos minutos después ambas respiraciones se acompasaron debido al sueño de Morfeo. 



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Hi! Lamento mucho el no haber subido ayer, pero tenía vida. 

Con esto damos por terminado el kinktober. Fueron 31 días en que sentí que moría, y se me presentaron muchos temas difíciles, especialmente porque no quería escibir sexo como tal.

De todas formas, gracias a todos los que me siguieron día a día en este desafío. 

Los amo 💜

Kinktober SouMako 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora