Morfeo iba soltando su agarre poco a poco, dejando que la suave luz comenzara a hacerse notar a través de los párpados y despertando la consciencia. Makoto pestañeó repetidamente hasta que logró enfocar de mejor manera y ronroneó al sentirse agarrado por detrás fuertemente por los brazos musculosos de Sousuke. Se acomodó para estar más apegado a su pecho y sentir el calor que emanaba de su cuerpo.
—Makoto —gruñó Sousuke—, si te sigues moviendo de esa manera despertarás otra parte de mí. —Makoto rió debido a que el aliento del moreno le causaba cosquillas en su nuca. —Creo que ya está despierto, pero no sé si querrás usarlo. —Mordió juguetonamente el lóbulo de la oreja del castaño.
—Mh... tentador, Sousuke, pero... —un bostezo lo interrumpió— aún es —otro bostezo— muy temprano.
—Nunca es muy temprano para sentirte.
Tachibana volvió a bostezar, generalmente era él el conversador en las mañanas, pues Sousuke solía gruñir la mayor parte del tiempo por el solo hecho de despertar, pero cuando el moreno estaba de humor se notaba en su inusual conversación; lo que significaba que ya llevaba tiempo despierto y evaluando la situación.
Una mano perezosa comenzó a acariciar su costado, generando más sueño que excitación en el momento, a Makoto le encanta que lo acaricie, que se tome su tiempo y le llene de mimos que hagan volar las mariposas siempre viviente en un rincón de su estómago para Sousuke. Su toque lo relaja, lo tranquiliza y le llena de seguridad, sabiendo que a su lado nada malo puede pasar, que será su apoyo ante cualquier circunstancia y viceversa. Aquella confianza había sido cimentada durante años, lo que hacía también que pudiera entregarse de manera tan fácil al moreno detrás de si.
Sousuke por su parte estaba embelesado por todas las reacciones naturales que el cuerpo de su novio le entregaba, sabía que no fingía en nada con él, pero de todas formas su cuerpo se entregaba de mejor manera durante las primeras de la mañana, cuando el sueño aun creaba una cortina difusa entre la realidad y el mundo onírico. Movimientos inconscientes guiados por el placer eran los que se apoderaban del castaño y cada vez apretaba más su trasero al miembro de Sousuke, movimientos que iban acompañados de suspiros cada vez más audibles.
Cuando la ropa interior había desaparecido luego de intensos cariños que habían subido de nivel, el moreno se entretenía en preparar a Makoto para penetrarlo, el castaño volvió a abrir los ojos, concentrándose en ya los fuertes rayos de luz que se adentraban en la ventana, movió su mirada hasta el reloj despertador de la mesa auxiliar. El despertador no había sonado y marcaba la hora en la que se suponía que debía entrar a trabajar.
—¡SOUSUKE! ¡NOS QUEDAMOS DORMIDOS!
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Kinktober SouMako 2018
القصة القصيرةDrabbles SouMako con los prompts de Kinktober 2018