Pet play/collar

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¿Makoto con orejas de gato y cola?

Sousuke inhaló y exhaló profundamente. Le había hecho un comentario a su novio sobre la fantasía que tenía de hacérselo siendo un gato, claro que todo eso había sido en un contexto de broma y debido a que el castaño parecía casi ronronear por los cariños que el moreno le otorgaba. Jamás pensó que eso se haría realidad.

Makoto ronroneaba mientras se refregaba desnudo en las piernas de Yamazaki, que había tomado asiento en el sillón para ver la televisión, ahora no tenía ni idea de qué estaba viendo. Tal vez era porque el castaño pasaba demasiado tiempo con gatos, o que tenía una parte felina en él, pero a Sou realmente le recordaba un minino.

Las orejas que tenía puestas eran de algún disfraz de niño, en cambio, la cola que tenía colocada era un butt plug de gato; aquello significaba que había estado jugando consigo mismo antes de aparecerse en la estancia de esa forma. Ya luego se aseguraría Sousuke de castigarlo por eso, aunque todo dependía del desempeño que tuviera ahora en adelante con esa actitud.

Comenzó a acariciarle detrás de sus orejas -humanas- y fue testigo de cómo el miembro de Makoto daba un respingo, y si era sincero consigo, también comenzaba a excitarse. Con el castaño encima suyo, refregándose y ronroneando, Sousuke no veía una gran diferencia con tener una mascota, por el contrario, se le ocurrió que no podía ser tan mala idea mantener a Tachibana como su mascota personal dentro de las paredes de su departamento.

Una correa, eso necesita. Se sacudió prácticamente al chico de metro ochenta y cuatro y corrió hacia la habitación, para rebuscar en aquella parte incógnita de su closet y lo encontró. Volvió al lado del sumiso Makoto y le colocó un collar que tenía un pequeño cascabel. Lo había comprado hace tiempo, sin saber exactamente porqué, pero ahora agradecía el haberlo hecho.

Como si entendiera a dónde iba el juego, el castaño maulló y lamió la mano de su -ahora- dueño.

—¿Tienes hambre? —Makoto maulló mientras lo miraba con ojos brillantes—. Ven, te daré leche. —Tiró de la correa unida al collar, pero Tachibana se resistió. —¿Qué quieres?

Makoto lo miró expectante y simulo pedirle brazos en su conducta gatuna, así que Sou lo tomó y depositó en la encimera de la cocina.

—Eres un gato un tanto mimado, ¿eh? —maullido—. Vamos, te daré leche en este pocillo.

Yamazaki sirvió un poco de leche en un cuenco para cereales y lo sostuvo para que su novio-gato tomara de ahí. Simulando en todo momento ser un minino, Makoto tomaba leche con la lengua, aunque luego admitiría que era bastante difícil hacerlo. Tan concentrado estaba en hacer aquello que se sorprendió cuando el moreno le acarició y alejó unos mechones de su cabello para que no mancharan.

—Mako, ¿no quieres tomar otro tipo de leche?

Miau

Kinktober SouMako 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora