Role play

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Makoto se encontraba semidesnudo, con los tirantes del pantalón del uniforme como única prenda en su pecho y el pantalón mismo desabrochado. El sudor recorría su cuerpo, tanto espalda como pecho y relucía bajo las luces de la habitación. Su boca abierta y jadeante dejaba escapar gemidos y jadeos, mientras pedía piedad contradictoriamente con el movimiento de sus caderas en busca de más. Sus manos negadas de libertad por el frío metal de las esposas le causaban ansiedad y ya cierto dolor en los músculos del brazo por estar tanto tiempo elevados.

—Sou...—gimoteó con los ojos llorosos, aquella situación lo estaba matando de una forma tortuosamente gloriosa.

—Oficial Yamazaki —le corrigió Sousuke mientras apretaba el miembro del castaño en su mano y le propinaba una mordida en el cuello que lo más segura fuera que dejara marca.

—O... Oficial Yamazaki —volvió a gimotear Makoto, buscando que su novio le prestara atención—. Piedad.

—¿Pide piedad, Tachibana? ¿No sabe acaso que está bajo arresto? —otro apretón que causó escalofríos en el cuerpo castaño fue dado.

—¿Bajo qué cargos, oficial? —Makoto tenía el rostro coloreado por la situación y por tener que decir esas frases que pensaba que eran sacadas de una película porno barata, pero lo que más le daba vergüenza era el hecho de que la situación lo excitaba.

—Bajo los cargos de excitar y encender a un oficial de policía y por ser extremadamente sexy luciendo ese uniforme de bombero, Tachibana.

—Bueno, si está en llamas, puedo ayudarlo a apagarlas, oficial.

Los ojos color jade oscurecidos de Makoto se perdieron un instante en los labios de Yamazaki, que no dejaba de observarlo devorándoselo con la mirada. Un jadeo irrumpió el lugar cuando de improviso Sousuke lo dio vuelta y lo estrelló con fuerza contra la pared, dejando que sus manos esposadas apenas detuviera buena parte del impacto, el pantalón fue desabrochado y cayó hasta el suelo, coartando también su libertad de movimiento en los pies. Estaba indefenso.

Mientras el moreno mordía y lamía su cuello y omoplatos, los dedos de este se aventuraban en el trasero de Makoto, comenzando a prepararlo para que vendría. El castaño apretaba en una línea sus labios para no dejar escapar ningún sonido, hasta que la intrusión de tres dedos en su interior le hizo soltar un grito placentero y las caderas se movieron hacia tras para tener más de ello.

—No... no sabía que habría inspección de cavidades, oficial —dijo apenas mientras sentía como los dedos se abrían de tijera en su interior.

—Por supuesto que sí, también tienes derecho a guardar silencio, pero espero que no lo ocupes.

Los dedos se retiraron del interior de Makoto y este pudo respirar sin que la garganta le quemara por los jadeos, a su espalda oyó el sonido del envase de aluminio rasgarse y todo su cuerpo se crispó en anticipación de lo que vendría. Sousuke se posicionó detrás de él y susurró suavemente en su oído, calentando su interior: "prepárate".

Algo se adentró dentro del castaño y lo hizo gritar mientras lágrimas caían de sus ojos, aquello no era el miembro erecto de Sousuke, era algo mucho más duro y grande y por un segundo Makoto se asustó. De inmediato la voz suave y cariñosa de Yamazaki se apresuró a calmarlo, volviendo a susurrar en su oído mientras su mano acariciaba de forma cálida y constante la erección del castaño.

—Makoto, no te preocupes, estoy aquí y nada te va a pasar, ¿vale?

El castaño asintió mientras tomaba inhalaciones para relajarse y volver a sumirse en ese role play que hasta el momento tanto lo había excitado y comenzando a disfrutar de la porra* insertada en su trasero. 


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*Porra: En mi país se llama luma, en otros garrote, bolillo o tolete. Pero en esencia es el palo de madera de los policías para pegarle a la gente jajaja. 

Kinktober SouMako 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora