—Makoto, ¿te has comido mi postre? —Tachibana elevó la vista del plato que había contenido tiempo atrás –antes de que él lo devorara- un trozo de torta. Apenas el bizcocho había tenido mermelada suficiente, por lo que el castaño usó salsa de chocolate y crema batida para darle un poco más de dulzor, como le gustaba a él. Claro que se había comido el postre de Sousuke y no tenía como cubrir la evidencia, fue encontrado con las manos en la masa y tenía aun rastros de mermelada en la comisura de su labio. —Lo hiciste. —Aseguró Sousuke mientras se acercaba con aura amenazante a él en el sofá.
—Sousuke, yo....
—Sousuke nada, Makoto. Te compro dulces y cocino de vez en cuando para ti, pero aun así osas en comerte lo mío. —Claramente molesto por aquello, se acercó y le arrebató el plato que tenía en el regazo para tirarlo sobre la mesa y luego con un par de movimientos un tanto bruscos, tiró al castaño encima de él. —He pensado que la única forma de que entiendas es que te castigue, Makoto.
Tachibana lanzó un chillido tan agudo que Sousuke pensó que tendría problemas de audición luego, por lo que colocó su palma en la boca del castaño para callarlo. Makoto se comenzó a remover con nerviosismo por sobre su regazo y a patalear con las piernas para escaparse de su agarre. El primer golpe resonó por toda la estancia, deteniendo los movimientos de Makoto debido a la sorpresa y ahogando su grito en la palma morena. Elevó la mirada hasta fijarla en la oscurecida de Yamazaki, quien tenía un brillo malicioso en sus ojos y Tachibana tuvo que tragar saliva en anticipación por lo que seguramente vendría.
—Quédate quieto y no te dolerá más de lo necesario.
¿Más de lo necesario? Gritó internamente Makoto.
Otro golpe dado con la palma de la mano fue a parar directo en la curvatura de su trasero y le hizo dar otro respingo. Si era sincero, aquello no dolía, el pantalón y la ropa interior amortiguaban el golpe y sabía que Sousuke no le golpearía tan fuerte como para causarle daño; se suponía que era un castigo, pero estaba comenzando a excitarse. Dispuesto a seguir el juego, volvió a removerse inquieto, aprovechando de rozar casualmente su adormilado miembro que comenzaba a despertar por la situación. Uno. Dos. Tres. Los golpes se repetían y Makoto creía que no era suficiente.
—¿Volverás a comerte mis postres, Makoto? —el castaño lo miró suplicante de más, sabía que estaba siendo una especie de prueba y que probablemente Sousuke solo hubiera buscado una excusa para hacer algo así, por lo que ¿por qué no mejor seguir el juego?
—No tenía tu nombre —se defendió con la primera excusa barata que se le ocurrió y que sabía que haría enojar a Yamazaki. Y así fue.
Gruñendo y con la mandíbula apretada, Sousuke elevó las caderas de Makoto y luchando con su parte delantera le desabrochó el cinturón y los pantalones generando un siseo al sacar de forma tan rápida el cinto de las pretinas, una vez libre de eso, procedió a bajarle los pantalones al castaño, arrastrando la ropa interior con ellos. El trasero de Makoto quedó a su plena vista y se pasó la lengua por los labios, con los golpes en forma de juego ni le había causado daño, pero esta vez sería diferente, se dijo.
Makoto encogido casi como un ovillo sobre las piernas de Yamazaki no sabía cómo reaccionar, si seguir el juego y aceptar las consecuencias o detener todo eso debido al temblor que sentía en sus rodillas, pero el primer golpe a palma abierta le sacó de las cavilaciones en las que se encontraba inserto y lo hizo gritar, más por la sorpresa que por el dolor. De nuevo Sousuke se había contenido, esperando por la reacción de su novio, pero al ver que este no ponía quejas, prosiguió. Siguió con el mismo ritmo anterior que había tenido cuando Makoto estaba con ropa, solo que ahora iba viendo de forma directa como la piel tersa se iba enrojeciendo e inflamando poco a poco.
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Kinktober SouMako 2018
Cerita PendekDrabbles SouMako con los prompts de Kinktober 2018