Capítulo 69

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Llego a casa después de comer con Stephen y Paulina, compramos también un poco de ropa. Stephen tuvo que irse porque recibió una llamada importante del trababo. Cuando me quedé sola con Paulina trate de sacarle información, para ver sí ella sabía algo de lo que James dijo en el enfrentamiento con Stephen. Pero incluso para Paulina fue algo realmente extraño, dijo que hablaría con Stephen y que sí conseguía algo me lo diría sin problema.

Escucho que tocan mi puerta, salgo para abrir y veo a James parado.

- ¿James? - Pregunto sorprendida.

- ¿Puedo pasar? Por favor.

Asiento y James pasa, observa el lugar y yo cierro la puerta. James lleva su mirada a mí y me observa sin expresión alguna.

- ¿Para qué veniste? Creí que había quedado claro que ya no tendríamos que vernos.

- Vine porque quería verte, me he sentido un poco sólo desde que no estás en casa.

- Tu familia está ahí contigo James. - Comienzo a caminar hacia mí cuarto para arreglarlo un poco.

- Pero no estás tú, no es lo mismo.

Lo observó y puedo ver ojeras debajo de sus ojos, su mirada se ve demasiado cansada.

- ¿Has estado durmiendo bien? - Pregunto un poco preocupada.

- No mucho, desde que no estás hay pesadillas en mis noches.

James se acerca un poco y coloca su mano en mi mejilla. Me permito disfrutar su tacto cerrando un poco los ojos, al abrirlos veo la mirada de James en mis labios.

- James, por favor no hagas esto.

- Ya está hecho. 

James junta nuestros labios y le sigo el beso sin dudarlo, coloco mis manos en su nuca y James me levanta haciendo que enrede mis piernas en su cintura.
Al llegar a la cama James comienza a quitar mi ropa delicadamente, mis manos se entretienen quitando su camisa y su corbata.

- No sabes cuantas noches he deseado esto. - Dice entre besos.

- Tu no sabes cuantas noches espere esto. - James me calla con un fuerte beso.

James y yo quedamos completamente desnudos, acaricio sus brazos cuando se coloca entre mis piernas. Ambos nos miramos y decido cerrar lentamente los ojos, James comienza a penetrarme lentamente y yo aprieto un poco sus brazos.

- Lo siento. - Dice percatandose. 

- No es nada, solo necesito acostumbrarme. - Digo jadeando un poco.

James asiente y comienza a moverse lentamente. No tardo en acostumbrarme a James y disfrutar de sus movimientos, James aumenta la fuerza y la velocidad al ver que estoy disfrutando de el.
James comienza a dar pequeñas mordidas en mi cuello que sólo me roban gemidos.

- Joder - Dice James aumentando el ritmo.

Por sus movimientos puedo darme cuenta de que está a punto de terminar, por lo que decido cambiar la posición y ponerme arriba de el.
James me mira y sin dudarlo me toma de la cadera, siento como entierra sus dedos en mi mientras yo me muevo.

Ambos pronuncionamos el nombre del otro al terminar juntos, por la sensibilidad trato de no moverme y James sólo me abraza pegandome a su pecho.

Me acomodo a un lado de James y James me abraza de inmediato, enreda nuestras piernas y puedo sentir su aliento cerca de mí.

- Extrañe tu aroma, solo tengo una sudadera que olvidaste en mi casa. - Dice pegándose más a mí. 

- También te extrañe. - Digo.

- Mañana te llevaré a comer a un lugar precioso para que platiquemos.

- De acuerdo. - Digo y los nervios llegan a mí.

■■■■

Despierto y aún está oscuro, le envió un mensaje a Paulina para que pase por mí en una hora.
Me levanto y comienzo a meter todas mis cosas en la maleta, sé que no van muy organizadas pero esto es rápido.

Me cambió rápidamente y tomo una hoja para escribir una carta para James.

Terminó de escribir la carta y lo observó, su rostro está tan relajado, ha dormido varias horas y no ha tenido pesadillas.

- Te amo como no tienes idea, perdóname por favor.

Me acerco y depósito un beso en sus labios, salgo rápidamente de la habitación con todas mis cosas, veo a mi perrito y me despido de el abrazandolo fuertemente, me duele pero a el le gusta más estar en la casa de James.

"Ya estoy afuera" 
                        Paulina ♡

Salgo del departamento y veo a Paulina, sin pensarlo la abrazo y las lágrimas salen de mis ojos.

- Tranquila, todo va a estar bien. ¿Se fue? - Pregunta con lastima.

- Esta durmiendo. - Digo llorando.

- Tranquila nena, tu sabes que en todo el tiempo que estuvieron juntos el no demostró querer esa vida.

- Pero yo lo amo.

- Pero primero debes amarte a ti misma, de lo contrario sólo estarás lastimandote como hasta ahora.

Asiento con lágrimas en los ojos y subo al auto de Paulina, el celular de Paulina suena en cuanto arranca el auto.

- Es Stephen. - Avisa y asiento.

- ¿Ya estás con Jenny? No me responde las llamadas. - Escucho cuando Paulina pone el altavoz.

- Perdón, lo puse en silencio. - Digo tratando de tranquilizarme.

- ¿Estás bien peque?

- Estoy bien, larga historia.

- Lleguen directamente al aeropuerto, tu vuelo sale en dos horas. Estaré esperándolas aquí.

Paulina corta la llamada y me dedico a ver el paisaje para llegar al aeropuerto. Las lágrimas siguen saliendo de mis ojos, trato de controlarlas pero no me es posible y tampoco quiero reprimir por completo este dolor que estoy sintiendo.

- Te prometo que esto va a pasar. - Paulina acaricia mí espalda y eso sólo me hace llorar más.

Llegamos al aeropuerto y Stephen ya nos está esperando, al bajar me ve llorando y corre a abrazarme.

- Tengo una idea del motivo de tus lágrimas, no es obligatorio que te vayas, no te quiero así. - Dice Stephen abrazandome.

- No, no es eso. Quiero ir, de verdad quiero aprovechar está oportunidad.

- Te quiero feliz.

- Voy a estar bien, es un dolor que nada lo puede curar, soy consiente de que yo sola me lo busque.

Paulina se une a nuestro abrazo y me siento demasiado tranquila pero también demasiado triste.  

De un día a otro. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora