Observo a Stephen mientras desayunamos, no hemos tenido mucha conversación pero venga, tampoco es como que la necesitemos, el tipo es precioso por donde lo vea. Tiene unos ojos preciosos, sus tatuajes lo hacen ver malo y su mirada también, su voz es demasiado sensual y les juro que me derrito cada que pronuncia mí nombre.
- ¿Cómo te trata la vida de casada? - Pregunta observandome.
- Soportar a James es lo peor del mundo. - Contestó y cierro los ojos al darme cuenta de lo que dije.
- ¿Como? Se supone que se la gente se casa por amor. - Responde y deja sus cubiertos en el plato para darme la atención al cien por ciento.
- Así es, sólo bromeaba. James tiene un carácter bastante raro, a veces está de buenas y a veces está de malas, lo normal en los empresarios. - Respondo restando importancia y el vuelve a comer.
- ¿Nos juzgas por igual? También soy empresario.
- Oh no, para nada. Por lo poco que te conozco, me atrevo a decir que son totalmente distintos.
- ¿De verdad? Dame un ejemplo.
- Por ejemplo, tú me regalas varias sonrisas al conversar conmigo, James me regala a lo mucho una sonrisa a la semana.
- Vaya, realmente es complicado. - Dice y sonríe. ¡Es hermoso!
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Llego a casa tranquilamente, James me aviso que su familia ya no estará en casa. Eso me da mucho gusto, no tendré que dormir con el, luego pasan cosas raras en la noche y hasta se nos olvida quienes somos.
- ¿En donde te escondes insecto? - La voz de Leila en mí sala se hace presente.
- ¡En el cuarto! - Grito desde mí cama.
- Es muy temprano y tu acostada.
- ¿Puedes culparme? Ser esposa de James es agotador, además que te importa.
- Vine por ti, tengo ganas de salir de fiesta. - Dice acostandose a mí lado.
- ¿Fiesta? Podemos mejor quedarnos aquí en casa, comer pizza, helado, botanas y ver películas. - Digo con cara de fastidio por la idea de ir de fiesta.
- No seas una aguada Jenny, es mejor el alcohol, chicos guapos, música a todo volumen y así.
- La última vez no salió nada bien, casi me voy con un chico a su casa. - Digo ofendida.
- Pero tu príncipe llegó y lo arruinó todo.
- Así es, no quisiera que está vez pasará lo mismo, tengo la mala suerte de que se entera de todo Leila.
- Bien, entonces invitemoslo a ir con nosotras y así no llegará a interrumpir. - La sonrisa en su rostro me da miedo y me levanto para ir a darme un baño.
¿Saben? No es muy bueno llevarle la contraria a Leila, a veces puede hacer muchas locuras que la gente normal ni se imagina, por lo tanto, prefiero aceptar ir de fiesta con ella, aunque para ser sincera, tenía ganas de cenar e irme a dormir temprano.
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Salgo y veo a Leila sentada en mí cama, ella ya venía arreglada, de lo contrario también se hubiese dado un baño y hubiese usado mí ropa.
- ¿Nos vamos? - Pregunto tomando mí bolsa.
- Cambio de planes amiga, iremos al cine.
Se pone de pie y camina hasta salir, la observó incrédula y salgo detrás de ella.
- ¿Porqué el cambio de planes?
- Ya verás - Responde con una sonrisa.
Terminamos de bajar, salimos y veo el carro de James estacionado, James está parado a un lado de su auto y nos observa.
- Nos vemos mañana jefe. - Dice Leila cuando llegamos a James.
- ¿Qué? A ver Leila, no estoy entendiendo nada. - Digo nerviosa. Por favor díganme que no me va a dejar sola con James, por favor.
- James te explicará lo necesario, un lindo chico me está esperando. Te amo. - Deposita un beso en mí mejilla y se va para tomar un taxi.
- ¿Hola? - Digo volteando a ver a James.
- Por tu vestimenta deduzco que no tenías ni la más mínima idea de que vendría por ti para ir al cine y a cenar.
- Pues no, no sabía. Me gustaría cambiarme, no me siento cómoda para hacer esas actividades vestida así. - Digo con cara de fastidio.
- Bien, puedes ir a cambiarte.
Salgo corriendo a mí departamento, al entrar busco entre toda mi ropa algo cómodo para el cine pero creo que necesito algo casual también.
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Lista y bastante cómoda, salgo y veo a James aún parado fuera de su auto.
- ¿Te sientes más segura? - Pregunta en cuanto llegó a su lado.
- Bastante - Respondo sonriendo.
- Entonces vamos, muero de hambre.
Asiento y ambos subimos a su auto, no entiendo aún quien tuvo la idea de ir al cine el y yo solos, pero creo que no es muy buena idea dejar que James y Leila se junten, dos dementes juntos no es lo mejor para la humanidad.
