Capítulo 1

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Aquel lunes por la mañana la alarma sonó como de costumbre despertando a un exhausto ojiverde a quien cada día le resultaba más difícil salir de la cama. Su último año de universidad ha requerido mayor esfuerzo especialmente su proyecto de grado, por lo que cada noche después de dejar a Mathías durmiendo se sienta frente a su computadora a teclear durante horas. Apaga la alarma y repasa mentalmente sus deberes del día: Hacer el desayuno, alistar al niño, dejarlo en la escuela, irse a la universidad, cumplir su tarde de trabajo en la cafetería cercana a su departamento, recoger a Matt, ayudarle con sus tareas, preparar la cena y dedicarle tiempo a su hijo por la noche.

Arrastrando sus pies se levantó y tomó un baño de agua fría para despertarse bien, se vistió y bajó a la cocina a preparar el desayuno para su hijo y para él. Cuando estuvo listo, fue hasta la recámara del pequeño para despertarlo, lo ayudó a tomar una ducha y a alistarse para la escuela. Después de haber tomado el desayuno emprendió camino con su hijo rumbo al jardín donde estudia.

Al llegar la amable profesora lo recibe con una sonrisa como ya es costumbre, dirige a Matt hasta su puesto y acompaña a Erick hasta la puerta.

-Señor Colón, ha pasado tiempo desde que tuvimos aquella charla sobre el comportamiento de Mathías, creí que para este punto la situación mejoraría pero eso no ha sucedido- dijo la profesora con preocupación en su rostro - El niño sigue sin relacionarse con sus compañeros y adopta siempre una actitud sobre protectora con sus cosas, en ocasiones ni siquiera a mi quiere hablarme. Usted entenderá que el año escolar está por finalizar y ya deberían haber avances en ese aspecto.

Erick la mira con un aire de decepción y tristeza -Yo realmente no sé que hacer, quisiera poder dedicarle mas tiempo a mi hijo, pero me es imposible.

-Yo considero que usted debería buscar ayuda profesional- respondió la mujer -Es mejor tratar el asunto con tiempo y no esperar a que el niño crezca y sea más difícil.

-Lo tomaré en cuenta, ahora si me disculpa debo irme- y dicho esto miró a su pequeño que estaba observándolo, le sonrió e hizo un ademán con la mano en señal de despedida que el niño inmediatamente imitó.

Las clases no fueron para nada interesantes, no podía dejar de pensar en lo que había hablado con la profesora de Matt, debía encontrar ayuda lo más rápido posible y el hecho de que su tutor le haya hecho muchas más correcciones a su tesis de grado lo ponía de mal humor.

Se dirigió a la cafetería y al entrar colgó su chaqueta en el pechero, pasó por el lado de su compañero sin siquiera saludar el cual pudo notar inmediatamente que el ojiverde había tenido un mal día. Se ubicó en su sitio y antes de darse cuenta un joven moreno de cabello rubio se encontraba a su lado mirándole.

-¿Soy o me parezco?- dijo con un toque de fastidio en su voz, el moreno solo soltó una carcajada.

-Cuéntale a Richie lo que sucede- pronunció divertido el moreno mientras tomaba asiento en banco cercano.

-En serio no estoy de humor para tus chistes Richard- dijo Erick volteándose hacia su compañero.

-Vamos, suéltalo ya, quizá y te pueda ayudar.

Erick dejó salir un sonoro suspiro -La situación con Matt empieza a preocuparme más de lo debido, la profesora me recomendó buscar ayuda profesional y sé que mi niño necesita terapia psicológica pero no tengo ni la puta de idea de donde buscar esa ayuda- dijo frustradamente bajando la cabeza.

-Creo que comienzo a entender- Richard pensó por unos segundos y luego volvió a hablar -tal vez yo sé donde puedes encontrar esa ayuda.

-¿De qué hablas?- expresó el ojiverde centrando su atención en su amigo.

-Mi sobrina hace tiempo recibe terapias de lenguaje en un centro no muy lejos de aquí- dijo Richard mientras pasaba un paño por la barra para limpiarla, -quizá Mati pueda recibir terapia psicológica en ese lugar.

-¿Estás seguro?- se podía notar un toque de esperanza en la expresión del pelinegro.

-Así es, ten, esta es la dirección- dijo entregándole un pequeño trozo de papel con algo anotado.

-Gracias Rich, te debo una- expresó con una sonrisa en su rostro mientras ponía su mano en el hombro de Richard.

Al terminar su turno fue por su hijo al jardín y lo llevó a casa, no quisiera dejarlo tanto tiempo en la escuela pero realmente no tiene quien se lo cuide y no cuenta con dinero suficiente para contratar una niñera por las tardes, lo que gana en la cafetería apenas le alcanza para el arriendo, la escuela de Mathías y gastos básicos y aparte le parecería muy cruel de su parte someter al niño a acompañarlo a su trabajo.

Revisó los cuadernos de Matt y le ayudó con las tareas mientras el pequeño le contaba como había estado su día, no se relacionaba con otras personas pero Erick era su mejor amigo y la mejor parte del día para él, era la noche cuando su papá estaba para él y él para su papá mientras compartían entre risas y complicidad.

Al llegar la hora de dormir dejó un beso en la frente del niño que ya estaba entre sábanas en su cama, se dirigió a su habitación, se cambió su ropa por la pijama y se metió a la cama, tomó en sus manos aquel papel que le había dado Richard y se aseguró de guardarlo muy bien. Al día siguiente llevaría a Matt a consulta para psicología confiando en que todo saldría bien.

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Aquí les dejo el primer capítulo, si te ha gustado te invito a darle a la estrellita y comentar.

-Lia.

Help Me Doc || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora