Help Me Doc || Joerick

Capítulo 21

El tiempo se detiene para Joel y todo lo que hace es quedarse parado viendo como Erick sale por la puerta con su hijo en brazos, siente un leve apretón en el brazo y solo entonces comprende que el moreno intenta sacarlo de la casa, sale al jardín y ya Erick está subiendo a un taxi mientras el niño se despide haciendo un ademán con la mano, sigue el taxi con la mirada hasta que desaparece en la calle, y en ese momento entendió lo que ocurría: los había perdido.

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P.O.V. Joel

Mi vida se ha vuelto un caos, mi trabajo ha sido un desastre, he cancelado algunas terapias porque no me siento capaz de cumplir mi horario laboral habitual. De seguro luzco terrible porque mis pacientes y compañeros apenas me hablan lo necesario y Christopher ha estado mirándome como bicho raro todos estos días.

Aún no salgo de mi trance, todavía no sé exactamente qué hago sentado en la terraza de Erick, o tal vez sí, mi mente me engaña haciéndome creer que él va a regresar y quiero estar aquí cuando eso pase.

Sé que llevo mucho tiempo aquí y está claro que hoy tampoco volverá, como no lo ha hecho los tres días anteriores desde que se fue. Hace mucho frío así que me levanto y subo a mi auto dispuesto a irme a casa.

De camino paso por una cafetería cercana y creo que no está mal un buen café para amortiguar el frío del invierno, estaciono el carro y bajo adentrándome en el lugar, voy hasta la barra para hacer mi pedido encontrándome a un chico moreno de cabello rubio que siento que conozco de algún lado.

-Bienvenido, ¿qué desea ordenar?- me preguntó el chico más serio de lo que esperaba.

-Un café mocca por favor- respondo sin poder quitarle la vista.

-Su pedido estará listo en un momento- continúa hablándome con indiferencia mientras anota lo que pedí -debe cancelar aquí y puede reclamarlo en la ventanilla de la derecha.

-Gracias- contesto entregándole el dinero.

Sube la mirada al ver que no voy por mi café y noto por como me mira que ha entendido que trato de saber de donde lo conozco.

-Soy Richard- me dice viéndome fijamente.

-Yo soy...- le respondo.

-Sé perfectamente quien eres- me contesta volviendo su mirada a sus anotaciones.

-¿Ah sí? ¿de dónde me conoces?

Me mira nuevamente y puedo ver enojo en su mirada.

-Eres el imbécil que le rompió el corazón a mi amigo, ¿no es así Joel?- sus palabras salen de su boca con tanta frialdad que las siento como dardos de hielo hiriendo mi piel.

-Acaso estás hablándome de...

-Sí- vuelve a interrumpirme -estoy hablándote de Erick.

-Ahora te recuerdo- le contesto -eres quien me sacó de su casa mientras Erick se marchaba.

-Así es- me contesta tajantemente.

-Entiendo que estés enojado, pero te aseguro que nunca tuve la intensión de lastimar a Erick.

-No puedo creerte en este momento Joel.

-Lo sé, pero no me cierres las puertas del todo, dame el beneficio de la duda por favor.

-Quizá otro día, ahora tengo más clientes que atender así que muévete a reclamar tu café que estás obstruyendo el paso.

Voy hacia la ventanilla, tomo mi café y salgo del lugar hacia mi casa.

Necesito que Richard me crea porque he estado hundiéndome en soledad en estos días, incluso Zabdiel me habla solo para decirme cuanto la he cagado regañándome como si fuese un niño. Si bien es cierto que Richard está enojado conmigo, siento que puede dejar de odiarme si me acerco lo suficiente a él y le demuestro que en verdad amo a Erick y a Matt. Sí, es justo lo que haré.

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Volví después de mucho tiempo, disculpen la demora.

Les quiere:

Lia.