Capítulo 22

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P.O.V. Richard

Erick me ha hecho mucha falta en estos días, aparte de que extraño su compañía y hacerle bromas el trabajo se ha vuelto más pesado desde que no está. Afortunadamente puedo conversar con él al llegar a casa y saber lo que sucede con su vida.

El sonido de la puerta me hace levantar la mirada para observar a Joel dirigiéndose hacia la fila de personas que estoy atendiendo. En serio quiero golpearlo, romperle la cara, quiero ser indiferente con él, quiero estar enojado, pero simplemente no lo hago y no sé por qué. Se va acercando de a poco hasta llegar a mi lugar.

-Hola- me dice cálidamente cuando está frente a mí.

-Hola Joel- respondo mirándolo -tu café mocca estará listo en un momento.

-Gracias Richard- me responde cancelándome la bebida.

Lo observo de reojo dirigirse a la ventanilla para reclamar su café y luego ir a una de las mesas. Atiendo a un par de clientes más y en vista de que no hay nadie por el momento haciendo fila voy hasta donde está.

-¿Está como te gusta?- pregunto sentándome frente a él.

-Sí, justo como me gusta.

-Me alegro.

-Richard- me llama.

-¿Sí?- lo miro detenidamente.

-¿Hablaste anoche con él?- me pregunta con una expresión extraña en sus ojos, podría decir que tristeza.

Dudo por un momento, pero luego de soltar un respiro respondo.

-Sí, hablé con él.

-¿Cómo está?

-Está bien Joel.

-¿Ambos?

-Sí, ambos están bien.

-¿Te ha contado algo?

Seguramente no esperaba que le respondiera como siempre sucede pero finalmente lo hago.

-Matt por fin aprendió a atar sus zapatos- contesto y su expresión de tristeza se transforma en un brillo incomparable en sus ojos mientras una sonrisa se abre paso entre sus labios.

Es en momentos así que me siento culpable por no decirle todo lo que sé de Erick, porque en el fondo siento que él ha sido completamente honesto conmigo la semana que lleva viniendo.

Me contó de su matrimonio, de sus planes de tener hijos, de lo difícil que fue enterarse que no podían tenerlos, de cómo fueron cambiando las cosas entre él y su esposo, de cómo se refugiaba en su trabajo para no enfrentar la realidad que lo golpeaba, de cómo Erick y Mathi llegaron a su vida, de cómo se enamoró de ambos, de cómo estuvo dispuesto a divorciarse cuando antes no quería solo porque ahora existían Erick y Matt en su vida, de cómo Erick se enteró que era casado, de cómo se derrumbó con las lágrimas de dolor y rencor de Erick, de cómo recibió la noticia de que sería padre, de lo comprensible que ha sido su esposo a pesar de todo, de que volverán a hacer el trámite para divorciarse, de lo feliz que estuvo cuando pudo volver a buscar a Erick, de cómo sintió morirse al verlos partir, y de lo agonizante que ha sido no saber nada de ellos más que lo que yo le cuento, que básicamente es solo decirle que están bien.

El sonido de unos dedos chasqueándose frente a mis ojos me sacan de mis pensamientos y ahí está Joel viéndome confundido.

-¿Qué pasa?- pregunto tratando de disimular.

-Que te quedaste como estatua apenas respirando- me dice.

- Solo pensaba.

-Eso veo.

Lo observo levantarse de la mesa y sé a donde se dirige, por lo que siento mucha pena por él.

-¿Te vas a casa?- le pregunto más esperando que entienda que es a su casa donde debe ir.

-Iré a su casa Richard, y luego a la mía.

-¿Hasta cuándo seguirás yendo?

-Hasta que regrese, le prometí que ahí estaría cuando lo hiciera.

Y sin decirme más sale de la cafetería.

Vuelvo a pensar en todo lo que ha pasado los últimos días y las cosas que he hablado con él y no puedo evitar que algo dentro de mí se quiebre al imaginarlo sentado en la terraza de Erick esperándolo hasta darse cuenta que hoy tampoco volverá.

Las dudas vuelven a mi cabeza ¿debería decirle lo que sé de Erick?, he preferido no decirle a Erick que Joel ha estado viniendo a la cafetería porque ni siquiera me pregunta por él, aunque entiendo que lo hace para no causarse más dolor.

He visto como Joel se desgasta inútilmente esperándolo y ansiando saber más que vuelvo a hacerme miles de preguntas, ¿debo decirle que los padres de Erick querrán matarlo cuando lo vean? ¿debo decirle que Mathías pregunta todos los días por él? ¿debo decirle que todavía lo escucho sollozar cuando habla conmigo? ¿que no abandonó la universidad? ¿que envió sus últimos trabajos por correo? ¿que obtuvo tesis meritoria? ¿debo decirle que está por graduarse? ¿debo decirle que volverá en dos semanas para asistir a la ceremonia de graduación?


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Dos capítulos no compensan el tiempo sin publicar pero hago lo posible.

Disfruten el capítulo.

Lia.


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