Capítulo 10

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El lunes por la mañana Erick se levanta un poco más tarde, su hijo no está así que le da pereza preparar desayuno para él. Se alista y sale para la universidad.

Invierte mucho tiempo a su tesis de grado haciendo investigaciones por internet y en la biblioteca del campus.

Por la tarde debe soportar las bromas pesadas de Richard, pero en el fondo hasta le agradan, sobre todo las que tienen que ver con Joel.

Regresa a su casa y sigue tecleando en su computadora hasta que el cansancio es mucho, por la que decide darse una ducha y descansar un poco mientras ve la televisión en la sala.

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Joel ha estado de buen humor durante todo el día. Hoy le corresponde terapia al pequeño Matt !Dios cómo le agrada ese niño!. Se aseguró de avisarle a Erick que su siguiente sesión sería en el consultorio la última vez que se vieron.

Se sorprende cuando nota que ya es bastante tarde y su secretaria le informa que no tiene más pacientes para el día. Se asoma fuera del consultorio y confirma que no hay nadie más, lo que le preocupa un poco ya que Erick no le dijo que no asistirían.

Toma su celular y marca el número del ojiverde. El celular suena y suena hasta que se va al buzón, lo intenta una vez más y otra con el mismo resultado y ya no le parece normal. Organiza todo y sale del edificio rumbo a la casa de los Colón.

El rizado se estaciona frente a la casa y observa las luces encendidas por lo que supone que están allí, así que baja de su carro y camina hacia la puerta tocando el timbre al llegar.

Espera solo unos pocos segundos hasta que la puerta se abre dejando ver a un sorprendido ojiverde al otro lado.

-¿Joel?- dice con evidente confusión -¿Qué haces aquí?

-Matt no fue a la terapia.

-¡Oh Dios mío! lo siento tanto, debí avisarte- respondió avergonzado -lo olvidé por completo. Pasa, te lo explicaré.

Joel se adentra en el apartamento y Erick le pide que tome asiento.

-Matt está de mini vacaciones- le explica Erick una vez acomodados en el sofá -mis padres vinieron a verme y como hace tiempo que no están con él, se lo llevaron con ellos por una semana. Espero que eso no interfiera en las terapias.

-No, claro que no- responde Joel -se pueden retomar al regresar. Pero sí sería bueno que les des indicaciones de lo que venimos haciendo con él para que ellos también colaboren.

-Claro, lo haré-. Y dicho esto el silencio invade la sala.

-Te estuve marcando- habla el rizado suavemente.

-¿En serio?, creo que dejé mi teléfono sobre la cama.

-Me preocupé- confiesa Joel girando hacia el ojiverde.

-Eso es lindo de tu parte- responde Erick de la misma forma.

-Es bueno saber que están bien- agrega sonriendo.

-¿Te provoca algo de comer?- pregunta el menor levantándose porque nota que el ambiente se ha enrarecido.

-Pues pensé cenar al llegar a mi casa.

-Oh entonces tampoco has cenado. Bien prepararé algo- dice caminando hacia la cocina.

-No te molestes, mejor pidamos algo- responde el ojimarrón yendo detrás de él.

Estaban en la mesa disfrutando de la pizza que habían pedido. Erick no podía creer lo familiar que le resultaba todo, se sentía tan tranquilo, tan bien, tan correcto.

-Hoy me llamó la profesora de Matt- comentó el ojiverde -me preguntó por qué no había ido, pero además me contó de los cambios que ha visto en él.

-¿Ah si? ¿Qué te dijo?

-Parece que Mati está socializando más con sus compañeros- expresó con una amplia sonrisa.

-¿De verdad? eso es muy bueno.

-así es, y todo gracias a ti y las terapias.

-No, ya te dije que no me agradezcas- contestó Joel dulcemente.

Volvieron a acomodarse en el sillón. Joel no quería que Erick pasara mucho tiempo solo, sabe que extraña a su hijo y que le vendría muy bien estar acompañado.

Inconscientemente el rizado pasa su brazo por los hombros de Erick y este como respuesta involuntaria apoya su cabeza en él. Joel comienza a dibujar garabatos en la piel expuesta del ojiverde con su dedo y este inmediatamente gira su cabeza para encontrarse con Joel mirándolo fijamente.

Erick se acerca un poco pegándose más al cuerpo del mayor y Joel lo envuelve entre sus brazos recostándolo en su pecho.

-Erick se suponía que esto no debía volver a pasar- susurra el rizado cerca de los labios del contrario -Pero de verdad no puedo evitarlo.

Y lo besó, lo besó como hacía tiempo no daba un beso, con tanto deseo, chupando y mordisqueando los labios de Erick, frotando sus lenguas entre sí, explorando cada centímetro de la boca del ojiverde, grabando en sus labios el sabor de los de Erick.

No supo en qué momento el menor se posicionó a horcadas sobre él, con sus manos sujetadas a sus hombros, gimiendo por los besos que Joel dejaba en fila sobre su cuello y que luego ascendían hasta su oreja creando un camino de saliva con su paso.

Acarició la cintura de Erick por debajo de su camiseta como marcando territorio, caricias que se extendieron a lo largo de su espalda, glúteos y muslos, enviando un sinfín de sensaciones que llegaban directo a su entrepierna.

Joel gruñó al sentir su temperatura corporal aumentar y atrajo a Erick más hacía sí juntando sus miembros que pedían a gritos ser librados. Erick se levantó y tomó a Joel de la mano justo como la vez anterior, pero esta vez guiándolo hacia su habitación.

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Lia.

Help Me Doc || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora