Capítulo 25

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P.O.V ERICK

Desperté al sentir algo caer sobre mí, abrí mis ojos con rapidez y vi a Mathi sobre mi cuerpo, dejé un beso en su frente y me giré hacia la ventana. ¡Maldición! ¿Qué hora es? Todo está demasiado claro.

Estiro mi mano para tomar mi celular y abro mis ojos al máximo al ver que son las 11:40 am. ¡Joder! Había quedado con Richard que iría a desayunar a la cafetería para hablar un rato.

Salgo de la cama de un brinco y me doy una ducha rápida, al salir ya mi hijo no está en la habitación así que bajo a la cocina donde está mi madre preparando el almuerzo.

-Buenos días ma- digo entrando.

-Buenas tardes cariño- me responde riendo.

-Lo siento, no pensé despertar tan tarde- contesto apenado.

-Supongo que sigues cansado.

-Aja, si, eso.

-Recuerda que debes ir por tu toga hoy a las 2:00 pm, ¿quieres que te acompañe?

-No te preocupes ma, seguro estás cansada del viaje

-Pues no tanto como tú.

-Mamá!

-Erick, es que en serio no da para tanto. Será que te faltan vitaminas? O acaso te dormiste tarde anoche?

-No!

-Ya te miraste al espejo? Tus ojos están rojos e hinchados ¿estabas llorando?- pregunta acercándose más a mi.

-No mamá, es... seguro es alergia, ya se me pasará.

-De acuerdo- afirma no muy convencida.

Había olvidado por completo mi compromiso en la universidad, ahora debía ir primero por mi toga y luego a la cafetería, así que decido llamar a Richard para disculparme y preguntarle si puedo pasar más tarde a lo que el moreno responde que me espera.

Llego a la universidad y me encuentro con mis conpañeros y algunos profesores, todos lucen sonrientes y felices.

Miro mi toga y mi birrete en mis manos y no me siento tan emocionado como imaginé que estaría. No me siento pleno, no me siento orgulloso, no me siento feliz, y sé perfectamente quien es la causa de ello.

Llego a la cafetería y observo a Richard atendiendo detrás de la barra, es martes así que no hay muchos clientes. Me acerco, le pido mi capuchino y me siento a esperar que se desocupe para charlar con él.

Rich me hace mucho bien, es un buen amigo, ha estado para mí cuando lo he necesitado. Hablamos muy amenamente cuando somos interrumpidos por el sonido de la puerta.

Giro mi cabeza y entonces me doy cuenta que no debí hacerlo, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, mi labio inferior temblaba y mis manos estaban sudorosas. No podía creer que él estuviera ahí, en el mismo lugar que yo y al mismo tiempo.

Fijó su mirada en mi por lo que sentí fue una eternidad, hasta que sin decir más fue hasta donde Richard que ya lo esperaba. Lo observé tomar asiento en una de las mesas en lo que Rich volvía conmigo.

-Richard, ¿por qué está aquí?

-Porque es cliente nuestro.

-Por Dios Rich, ¡Eso no es cierto!

-Lo es Erick.

-¿Cómo? ¿por qué no me lo habías dicho?

-Porque jamás preguntaste por él.

-Se supone que eres mi amigo, debiste decírmelo- no me di cuenta que estaba alzando la voz.

-Erick- escucho su voz detrás de mi.

-Joel- respondo volteando en su dirección -¿qué quieres?

Permanece viéndome por algunos segundos y observo como traga con fuerza mientras baja la mirada, como tratando de pasar un nudo en su garganta.

-Si no quieres que esté aquí solo pídeme que me vaya y lo haré- dijo mordiendo su labio inferior.

Me quedé mudo por un momento, anonadado, esperaba algo diferente de él, no que le pidiera que se marchara. Las palabras se atascaron en mi boca un instante, pero finalmente salieron.

-Vete Joel- dije en voz baja mientras sentía mis ojos picar.

Su respuesta tardaba pero tenía miedo de levantar la vista.

-Adiós Richard.

-Adiós Joel- respondió mi compañero.

Cuando estuve seguro de escuchar la puerta cerrarse miré a mi amigo quien ya me miraba negando con la cabeza, entonces sentí debilidad en mi cuerpo y una punzada en mi pecho, quería llorar y lo hice frente a la mirada ¿decepcionada? de mi amigo.

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Les quiere
Lia.

Help Me Doc || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora