Capítulo 6

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P.O.V Erick

Matt nunca había sido tan feliz. Desde que inició las terapias parece otro niño, no en casa, sino fuera de ella. El doctor Pimentel ha programado sesiones en diferentes contextos, ya hemos estado en las atracciones mecánicas y en el parque cerca de casa.

Hoy por ejemplo iremos a un restaurante porque el doctor dice que Mathías debe aprender a socializar en todo tipo de lugares. Espero que la experiencia sea igual que las anteriores, mi hijo realmente lo ha disfrutado y debo confesar que no solo él.

Mi turno en la cafetería está por terminar y estoy realmente nervioso y afanado, no quiero llegar tarde a la terapia y al parecer Richard lo ha notado.

-Parece que alguien está de afán- me dice Rich cerca de mi.

-Sí, no quiero que Mati llegue tarde a su cita- le respondo sin mirarlo.

-¿Y de qué se trata hoy?

-Un restaurante.

-¿En serio?, parece mas una cita romántica que...

-Ay no molestes Rich- lo interrumpo -Mathías realmente necesita ese tipo de tratamiento.

-Ajá y tú de paso aprovechas para entretener la vista- me dice mi compañero de forma coqueta.

-Richard, el doctor Pimentel es solo el psicólogo de Matt.

-Eso no me lo digas a mi, a ver si tu corazón y tu cerebro se ponen de acuerdo con eso.

-¿Qué estás insinuando Richard Camacho?- le pregunto levantando una ceja.

-¿Yooo?- responde abriendo bien los ojos y poniéndose una mano en el pecho fingiendo indignación -nada.

Sonreí y negué con la cabeza mientras salía de la cafetería rumbo a recoger a Mati.


P.O.V Joel

Mathías se ha convertido en mi paciente favorito, claro que eso no se lo digo a los demás. Estoy realmente satisfecho con los resultados. Al principio tenía muchas dudas con respecto al tratamiento pero he descubierto que funciona para él y eso es lo importante.

Me apresuro a salir del edificio y al llegar al ascensor alguien pone su mano en mi hombro.

-Joel- me saludan -¿salida temprano hoy?

-Así es Zabdi, tengo que ver a un paciente- respondo mientras presiono los botones.

-¿Seguro que no es otra cosa?- pregunta mirándome fijamente - hace días que das la misma excusa para irte.

-Zabdiel amo a mi esposo y no le soy infiel.

-Yo no dije eso- expresa levantando ambas manos a la defensiva.

-Pero lo pensaste.

-¿Acaso eres brujo a qué?- pregunta Zabdiel riéndose.

-Soy más que eso- le digo uniéndome a su risa -soy tu mejor amigo desde la infancia, lo olvidas? te conozco.

-Bueno entonces deberías saber que no es extraño lo que pienso- expresa yendo tras mío hacia el interior del ascensor cuando este abre sus puertas -las cosas con Chris...

-Las cosas con Chris nada- le advierto amenazándolo con la mirada.

-Ok, solo decía.


En el restaurante.

Joel se encuentra sentado en la mesa junto al ventanal hace solo unos pocos minutos. Erick cruza la puerta principal con su hijo de la mano caminando a gran velocidad, Joel lo nota y le hace señas con la mano para que lo ubique.

-Disculpe el retraso Doc- dice agitado al llegar a la mesa -¿llegamos muy tarde?

-No se preocupe señor Colón, yo llegué hace poco.

-¡Hola doctor!- dice el niño lanzándose a Joel para abrazarlo.

-¡Mi pequeño Mati!- expresa el rizado correspondiendo al abrazo.

Erick siente como algo salta dentro de él al ver la escena, pero no está seguro de qué.

Toman asiento y luego de una corta charla es momento de ordenar

-Matt- dice Joel mirando al niño -Cuando se acerque el mesero quiero que tú mismo le pidas lo que deseas comer, si?

-¿Yo solito?- pregunta un poco intimidado

-Sí, como cuando fuiste solito a preguntarle a los niños del parque si podías jugar con ellos, lo recuerdas?- respondió mirándolo tiernamente -o cuando decidiste solito a qué atracción querías subir.

-¿Puedo comer lo que quiera?-

-Por esta vez sí, tu padre no se enojará, ¿no es así señor Erick?- le dio una discreta mirada de advertencia a Erick.

-Así es cariño- dijo el ojiverde girando la mirada hacia su hijo.

-¿Hasta pizza?- dijo incrédulo mirando a su padre.

-Hasta pizza- respondió Erick confiando ciegamente en Joel.

El mesero llegó y tanto Joel como Erick pidieron su orden, ambos quedaron viendo al menor esperando para escucharlo. El mesero dirigió su mirada a Joel mientras preguntaba que iba a traer para el niño.

Mathías empezó a frotar sus manitos en sus piernas con su mirada baja y Joel supo que necesitaba apoyo.

-Vamos peque, dile lo que quieres- expresó el doctor con una sonrisa mientras colocaba una mano sobre las de Mati.

Mathías levantó la cabeza y sonrió -Quiero una pizza de miel mostaza- dijo muy seguro y Erick y Joel sonrieron sabiendo que se había cumplido el objetivo.

La cena transcurrió con muchas risas y todos estaban tan entretenidos que no se dieron cuenta de la tormenta que se avecinaba. Al salir del restaurante el viento helado hizo que Erick abrigara a Matt y las primeras gotas comenzaron a caer.

El ojiverde se preocupó por llegar con su hijo a la parada de bus más cercana; sin embargo, Joel no se lo permitió y los hizo esperar en la puerta mientras iba por su coche.

Erick al ver el carro de Joel frente a ellos no dudó ni un segundo y se apresuró a dejar a Mathías en el asiento trasero y luego tomó el lugar de copiloto. Por alguna razón no se sentía extraño a pesar de ser la primera vez que subía a ese auto y tenía la plena seguridad de que la sensación de bienestar era mutua. Su preocupación era conservar la serenidad si Joel decidiera bajar del coche y entrar a su casa.


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Saludos.

Lia.

Help Me Doc || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora