XXVI

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Chapter26:-

Jimin se había ido hace sólo unos minutos atrás.

¿Qué haría ahora?

Todo se le había ido de las manos.

Sí, era verdad. Sabía perfectamente que se había equivocado, ¿pero qué hacer? . Ella había pensado en él, en ella... En los tres, bueno... Ahora cinco.

Intuitivamente abrazó su vientre y lo acarició por encima de las ropas.

Sus lágrimas habían nublado su vista.

-Perdonadme, por favor. Perdonadme.

🌹

A la mañana siguiente...

-¿Estas lista? .-le preguntó tan sólo al abrir la puerta.

-Jimin, por favor... Sólo, sólo dejarlo atrás. Nosotros...

-No daré un paso atrás, Rose. Ya no.

Ella suspiró bajando la mirada.

-Bien. Vámonos, salgamos luego de esto.

🌹

Durante el camino a la clínica, el silenció invadía el auto. Ninguno hablaba, tampoco se miraban, ni mucho menos; se tocaban.

Era como si hubiese un campó de fuerza que los separaba. Y de que esperar, si él estaba enfurecido con ella.

-¿Desayunaste? .-preguntó con la cabeza gacha.

Jimin carcajeó sin ganas.

-¿Te preocupa eso ahora? .Que gracioso.

-¡Me estoy preocupando por ti idiota, ayer no tenías buen aspecto!

El mayor hizo un cambió rápido de carretera y se estacionó en un callejón cercano.

-Y como no tenerlo... .-comenzó a decir.-¡Si estaba en una mentira por tu culpa!

-¡No es necesario ahogarse en alcohol, Jimin! ¡Las cosas no se solucionan de ese modo!

-¡¡Para mí sí!!

🌹

-Vamos, camina. Quiero hacer esto rápido.-la tenía tomada de la muñeca obligándola a caminar contra su voluntad.

-Sueltame, puedo caminar sola.

-No correre el riesgo de que te escapéis.-Rose se detuvo antes de que las compuertas del edificio se abrieran. Jimin lo hizo por inercia.-Vamos.-la jaló. Ella se mantuvo en la misma posición.-Rose, camina.

-No lo haré.

El castaño se volvió lentamente. Rose mantenía la vista baja.
Tomó la propia mano del mayor y la llevó hasta su vientre. Jimin la miró con sorpresa y asombro.

-S-son tus hijos, Jimin.-confesó con voz quebradiza.-Serás padre de mellizos.-levantó la cabeza. En sus mejillas ya corrían tibias lágrimas que humedecían su rostro.-P-perdonadme.

-Y-yo... .-apenas podía articular una frase. Era demasiado para él.-Me tengo que ir.-alejó la palma del vientre femenino y dio un paso atrás.-Me iré ahora.

𝐌𝐑. 𝐏𝐀𝐑𝐊 + JiRosé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora