Cambio de Perspectiva

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Los aplausos y los gritos del publico me ensordecen, son  una oleada de colores brillantes y encandilantes joyas, todos dichosos por un futuro al que nos obligaran a vivir. La imagen de cada uno de los habitantes del Capitolio esta completamente distorsionada a causa de las numerosas cirugías plásticas, ni siquiera el presidente de Panem se abstiene a ese excentricismo. Las cámaras realmente retratan una imagen muy distinta de la que tiene en persona, nadie puede negar que es carismático y sabe como manejar las palabras en sus discursos, pero sus rasgos en persona son completamente intimidantes. Cada detalle en la apariencia de Coriolanus Snow recuerdan a la amenazante apariencia de las serpientes, a excepción de los labios que han sufrido una enorme mutación al ser hinchados por una nueva cirugía.

Mi furia provocada por la presencia del presidente disminuye al materializarse una nueva sensación: admiración. Por supuesto mi admiración no es hacia él, sino hacia Katniss, se encuentra completamente erguida frente a el, sonriendo sin demostrar la mínima pizca de terror. Es tan valiente, siempre lo fue para mi pero ahora enfrentada a un hombre que la mataría en un segundo si quisiera, descubro hasta que punto llega su valentía.

-¿Qué opinan de que le organicemos una boda aquí, en el Capitolio?- Pregunta el presidente a Katniss cuando logra que la audiencia conserve la calma por unos minutos. Caesar Flickerman lanza una carcajada exagerada y pregunta si es que ya existe una fecha para el evento

-Oh antes que pongamos una fecha,mejor que lo dejemos claro con la madre de Katniss- afirma el presidente rodeándola con un brazo-Tal vez si todo el país lo asimila, conseguiremos casarte antes de los treinta.-

-Probablemente tenga usted que aprobar una nueva ley- Responde Katniss con una risita

-Si eso es lo que hace falta-contesta el presidente con complicidad.

No es suficiente para él intimidarla en su propia casa, también tiene que hacerlo frente a las cámaras. Todo esto es una prueba para él, quiere saber que tanto tiene que presionar a la chica en llamas para quebrarla. Una sonrisa se dibuja en mis labios, perderá el interés al darse cuenta que ella podría pelear por su familia toda su vida si eso hace falta.

Nuestro último banquete lejos de casa toma lugar en la mansión del presidente Snow. Es una mansión excepcional, con techos altos que han sido transformados en un hermoso y realista cielo nocturno.  A mitad de camino mas o menos entre el techo y el suelo, músicos flotan en lo que parecen ser nubes blancas algodonosas, pero es imposible ver que las sostiene en el aire. Las mesas de cena tradicionales han sido sustituidas por innumerables sofas y sillas acolchados y aterciopelados de colores discretos.Están dispuestas de forma dispersa,  algunos rodeando chimeneas, otros junto a fragantes jardines de flores o estanques llenos de peces exóticos, para que la gente pueda disfrutar de si misma acompañada de el ambiente que le plazca. El verdadero lujo de la noche no es la música, o los invitados sino la comida. La sala esta repleta de docenas de mesas alineadas contra la pared, cada una repleta de manjares uno mas delicioso que el otro.

-Quiero probar todo lo que hay en la sala- me dice Katniss que luce extrañamente contenta, diferente a la Katniss afligida que me miraba todas las noches durante las cenas en los distritos.Estamos mucho mas unidos ahora tenemos una amistada, forzada, pero una amistad al fin. Aunque todavía debemos ejercitar nuestra comunicación ya que intento de inquirir el porque de su cambio de actitud y no lo logro completamente. Me da un salto al corazón, tal vez esto era lo que el presidente quería, esto era loque faltaba para convencerlos, nuestro futuro matrimonio tal vez haya sido la clave para salvar a nuestras familias.

-Entonces mejor que te restrinjas- le digo dándole un beso en la frente

-Esta bien, no mas de un bocado de cada plato- responde pero le es imposible mantener su palabra, cuando encuentra un puré de calabaza con nuez picada y pequeñas semillas negras

En Llamas: Punto de Vista de Peeta MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora