Inicio del Quarter Quell

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Apolline nunca ha sido particularmente afectiva conmigo, creo que le ha provocado la mayoría de los disgustos en su vida, y solo nos conocemos hace un año. Sin embargo cuando me encuentro con ella se abalanza sobre mi y me abraza con fuerza. Sus cuerpo da pequeñas convulsiones sobre mi, pero no se le escapa ningún sollozo de los labios. Al separarse se limpia rápidamente las lagrimas corriendo todo su maquillaje, me toma por los hombros y me dice con mucho orgullo

-Me alegra saber que estuve trabajando en el cabello de un verdadero hombre. Solo un hombre de verdad elige proteger a su enamorada a costas de su propia vida.-  Sus palabras me sorprenden. No esperaba que esta mujer que siempre ha demostrado ser una genuina cascarrabias guardara algo de cariño escondido por mi.

Este año Apolline además de arreglar mi cabello, que estiliza de una manera distinta, también maquilla mis ojos. Al principio me opongo a usar cualquier tipo de maquillaje, pero finalmente accedo cuando me dice que son ordenes directas de Cinna y Portia. Cuando Apolline termina conmigo soy una persona distinta, el cabello y el maquillaje me hacen ver mas maduro, me agrega unos años, me hace ver imponente. Me alegra saber que el maquillaje en los ojos solo sirve para hacer que mi mirada se vea mas dura, mas salvaje en cierto sentido.

Al llegar Portia con su perchero de ruedas en mano me mira con cierta sorpresa por un instante pero después sonríe.

-Tanto maquillaje desperdiciado para intentar que luzcas un poco violento…- anuncia moviendo su cabeza de un lado al otro- Sigues siendo el dulce muchacho que conocí hace un año

-Yo no diría eso- le respondo sonriendo. Ella se acerca a mi y me abraza con ternura- Ahora tengo una elegante pierna fabricada en el Capitolio

Apolline nos deja a solas pero antes de salir por la puerta me lanza una mirada de lastima. Supongo que debemos acostumbrarnos a esas miradas, después de todo los habitantes de Panem creyeron que gozaría de una feliz y larga vida a lado de Katniss, y sin embargo estoy de nuevo aquí, sentenciado a morir una vez mas. Portia se sienta frente a mi y toma de mi mano

-¿Cómo estuvo el viaje?- pregunta con curiosidad, aunque se que quiere preguntar algo diferente

- Bien, supongo. Aunque si quieres preguntar sobre como me esta yendo con Katniss deberías hacerlo directamente- le respondo intentando no sonar muy brusco

-Perdón Peeta, no quiero inmiscuirme en tu vida privada. A veces me preocupo demasiado por ti…- empieza a explicarse pero la interrumpo

-Esta bien, Portia. Eres alguien muy importante en mi vida, me alegra saber que alguien se interesa por como me siento.- le respondo con sinceridad

- Entonces tu y Katniss…- empieza con el interrogatorio

-Somos amigos. Estamos en buenos términos y sabemos que tenemos que seguir actuando para que uno de los dos pueda salir con vida-le respondo sin dar muchos detalles. Todas estas cosas ella ya las sabía ¿Creyó que el anuncio del Quarter Quell nos alejaría aun mas?

- Katniss. Ese es el plan ¿Verdad?

- En realidad no existe ningún acuerdo con ella. Pienso que tal vez quiere intentar de salvarme a mi esta vez. Pero no lo voy a permitir, ella tiene que volver con su familia

-¿Y tu Peeta? ¿Tu familia?

-¿Yo? Portia, mi padre y tu son mi familia. Mi padre esta muriendo y tu lo superaras con el tiempo, lo se. Podemos dejar de hablar de esto, no me vas a convencer de hacer lo contrario

- Esta bien, no hablaré mas sobre el tema.

Cuando la comida llega, el ambiente es muy diferente. Mientras disfrutamos de  faisán con una selección de verduras reales nadando en mantequilla, y puré de patata con perejil, Portia me cuenta sobre el atuendo que usaré esta noche. Lo único que me revela es que es un traje de una pieza y que pasó mucho tiempo con Cinna observando cosas quemarse.

Si, es tan solo un traje común de una pieza, pero al presionar un botón en la muñeca el atuendo cobra vida. Las luces que emiten el traje son tenues al principio, un débil color dorado se enciende y empieza a mutar del rojo al anaranjado de manera intermitente. El traje esta tan bien elaborado que parece como si genuinamente estaría encendido en fuego, la distorsión que se crea a mi alrededor como un halo es una ilusión del calor que emitiría un carbón ardiendo. El maquillaje en mis ojos se ve realzado por las luces rojas que emite mi atuendo. Atrás quedaron el encanto y la comprensión, atrás quedó el inocente enamorado, ahora soy un participante experimentado del Quell, tan letal como cualquier otro vencedor.

-Luce tan…- las palabras no me alcanzan- Portia, Cinna y tu son realmente unos genios en lo que hacen.

-¿Te gusta?- Pregunta encantada- Bueno el traje y el maquillaje no es nada sin la actitud correcta. Quiero que te veas arrogante Peeta, quiero que tu mirada refleje que eres mucho mejor que estos juegos. Quiero que veas a la audiencia como si ninguno valiera tu tiempo- me dice entusiasmada

-¿Pero eso no nos hará perder patrocinadores?- Le pregunto, preocupándome por lo arriesgado de ese plan.

-No, Peeta.- dice ella moviendo su cabeza de un lado a otro – Supongo que ahora no debes actuar, a todos los vencedores se les prometió que nunca mas tendrían que regresar, nadie esta feliz con esto. Y tu debes parecer mas exasperado con la situación, a ti te prometieron vivir junto a la chica de tus sueños y ahora te la quieren arrebatar- explica indignada.

-¿Hablaron de esto con Haymitch?- le pregunto dudoso

-No, pero lo discutimos hace tiempo con Cinna. Él esta convencido que este es el movimiento correcto- dice con toda seguridad mientras me siento y apoyo mi cabeza sobre mis manos sin entender del todo el plan. Esto podría salirnos muy bien o podría resultar desastroso. Los patrocinadores podrían terminar odiándonos y debo asegurarme que Katniss tenga muchos para cuando yo no este a su lado. Portia se arrodilla frente a mi y me toma por el mentón, obligándome a mirarla. Sus ojos están maquillados de la misma manera que la primera vez que la vi, con una delicada sombra plateada que solo realzan su color natural. Pero hay algo diferente en su mirada, ya no hay tristeza, o lastima sino fiereza y fuerza.

-Jamás te recomendaría hacer algo que no fuera conveniente para ti o para Katniss ¿Lo sabes verdad?- me pregunta

- Si, creo que- empiezo pero ella me interrumpe

-¿Crees…? Peeta ¿Tu sabes que yo quiero también a Katniss, verdad?- me pregunta colocando una mano sobre mi mejilla- Porque si la quiero. Pero te quiero mucho mas a ti, te quiero como a un hijo. Si  estuviera en mis manos salvar a alguien, te salvaría a ti. Pienso que tu padre también debe sentir lo mismo que yo.- dice pidiendo mi opinión con la mirada pero me he quedado sin palabras. Siempre pensé en Portia como una figura materna, pero era mi ilusión privada, nunca creí que ella pudiera verme como a un hijo – Peeta, yo respeto tus deseos, tu decisión de salvarla, solo espero….Solo espero que puedas ser feliz estos últimos días, que ella pueda hacerte feliz lo que les queda de tiempo- Mi estilista, mi madre postiza me abraza con ternura y me besa la frente

-Katniss me hace feliz. Siempre lo hizo sin importar si corresponde a mis sentimientos o no.- Le respondo con sinceridad. Saber que Katniss esta en el mundo siendo ella misma, gruñona, malhumorada, brusca pero a la misma vez vulnerable y dulce me hace sentir feliz, porque ella aunque no lo sepa o se resista es importante para cualquiera que llegue a tener la suerte de conocerla. El regalo de protegerla no es para ella, ni su familia, y tampoco para Gale, sino para mi.

En Llamas: Punto de Vista de Peeta MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora