Su departamento permaneció en silencio luego de que ella dijera aquellas palabras y la mujer pelinegra pareció sentirse un poco incómoda por su manera de hablar además de la manera en la que Kara la miraba, con sus ojos abiertos como platos debido a la sorpresa. La rubia retrocedió varios pasos y apretando su teléfono comenzó a marcar al 911, esperando a que su llamada fuera contestada. No pasaron ni cinco segundos cuando escuchó una voz femenina al otro lado de la línea.
—Ha llamado al novecientos once ¿cuál es su emergencia?
—¡Hay una mujer muerta en mi departamento!
—¿A qué se refiere con una mujer muerta en su departamento?
—¡Sí! Ella sólo apareció aquí y yo... —Kara miro a la pelinegra que parecía confundida por lo que estaba haciendo y ella sólo se alejó más de la mujer pálida queriendo correr lejos de allí —, ¡ella estaba en el cementerio y ahora apareció aquí!
—¿Estuvo en el cementerio?
—¡Sí!
—Usted acaba de llegar a su departamento del cementerio y ahora ¿hay una muerta allí?
—Sí, demonios ¡sí! Necesito a la policía aquí o ella va a matarme ¡ya me mordió antes!
—Señora, ¿sufre de esquizofrenia o alguna enfermedad mental?
Kara miró el teléfono celular ofendida, frunciendo el ceño ante lo que había dicho la operadora.
—¡¿Está llamándome loca?! ¡Le digo que hay una mujer muerta en mi departamento que me mordió!
—Mantenga la calma, señora... este número es sólo para emergencias y-
—¡Esto es una emergencia! —la mujer se acercó a ella con lentitud y Kara dio un salto, retrocediendo varios pasos más y estirando su mano a ella —¡No te acerques! —la pelinegra se sorprendió un poco y asintió con su cabeza, susurrándole unas formales disculpas a Kara, quien volvió a su teléfono celular —¡Está acercándose a mí!
—¿La muerta?
—¡Sí, demonios!
—¿La muerta está acercándose a usted?
—¡Carajo, entiendo lo mal que suena esto ¿ok?! Pero estaba en el cementerio y estaba este mausoleo y ella salió del ataúd y yo... ¡ahora está aquí, en mi departamento!
—Por supuesto —la voz de la mujer del otro lado de la línea dejó de sonar desinteresada, ahora la mujer parecía estar tomando nota en una computadora nuevamente —¿Puede darme su dirección, señora?
—Es... —Kara guardó silencio por unos segundos, pensando en lo que acababa de decir, ella había dicho que estuvo en el cementerio y eran las dos de la mañana, no sólo eso, dijo que la muerta de su departamento salió de un ataúd. Al instante se percató de lo mal que sonaba todo y carraspeó un poco antes de hablar —¿Sabe qué? Olvídelo, inepta.
Dicho eso colgó el teléfono y lo apagó rápidamente, esperando que no pudieran rastrear su llamada y encontrarla.
—Señorita, —Kara levantó su mirada a la mujer pálida, que parecía confundida al verla hablando —, ¿se encuentra usted bien? La noto un poco abrumada y mantuvo una conversación extraña con ese... artefacto luminoso.
Ella sólo negó con su cabeza, guardando su teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón de mezclilla y llevando sus manos a su rostro, abriendo sus dedos para poder divisar de nueva cuenta a la mujer. No paró de negar con su cabeza, cerrando sus ojos con fuerza.
—No, no, no, no... esto es un sueño, sí, sólo eso... es un sueño. Voy a contar hasta tres y despertaré, entonces me encontraré aquí en mi departamento, minutos antes de salir a ese cementerio con el hijo de puta de Mike Matthews... sí, todo está bien, Kara... todo está bien... —tomó una larga respiración sin abrir sus ojos. Cuando exhaló se preparó para contar ante la intrigante mirada de la mujer pálida, que se había acercado más a ella para poder admirarla mejor —Uno... —la pelinegra dio varios pasos en su dirección hasta posicionarse frente a ella —... dos... —frunció un poco el ceño y llevó sus manos a su boca al olfatear el aroma de la sangre de Kara pues, aunque el sangrado había parado, el aroma de la sangre seca en su venda blanca continuaba en el ambiente y ella se sentía débil y hambrienta en ese momento. Acercó su rostro a las manos de Kara quien terminó de contar —... ¡y tres!
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Towards the Dawn
FanfictionKara Danvers es una joven de veintidós años que, resentida con la vida por su dura infancia, ha estado en malos pasos desde su adolescencia. Desde que llegó a National City ha estado teniendo deudas con Verónica Sinclair, quien por la alta suma de d...