Kara pagó por un desayuno doble, terminando por comer ella ambos desayunos sin ningún problema. Admiró el cuerpo desnudo de la pelinegra por largas horas, tratando de darle forma a un nuevo dibujo en aquel cuaderno de cubierta de cuero negro. Solo cuando su pieza estuvo finalizada unas horas después fue que se acercó a la vampira, besando la piel de su hombro antes de recostarse a su lado y cuando apartó varios mechones de su rostro fue que Lena abrió un poco sus ojos verdes.
—¿Nos vamos? —Kara negó con su cabeza, sonriendo un poco al verla y Lena correspondió su sonrisa —. Entonces ¿qué haces despierta?
—Cosas de mortales, ya sabes... —la respuesta solo causó que Lena soltara una pequeña risa y se acercara para dejar un pequeño beso en los labios de Kara, sintiendo el dulce sabor de los panqueques que había pedido como desayuno —, tenía hambre, pero luego no pude evitar quedarme mirándote como una imbécil... ¿no te sucede eso? ¿No te quedas mirándome como una tonta?
—Más de lo que crees. —contestó la pelinegra con una brillante sonrisa en sus labios. Pestañeó varias veces, sintiéndose agotada —. Cuando duermes en las noches... no puedo parar de pensar en lo... hermosa que eres.
—Ni yo en lo perfecta que te ves.
Lena soltó una pequeña risa como toda respuesta. La pelinegra pasó una de sus manos por la cintura de Kara al igual que una de sus piernas sobre las de la rubia y cerró sus ojos. Kara atrajo a Lena a sí misma, pasando su mano por sus hombros, jugueteando con su cabello y acariciándolo mientras la vampira tomaba una profunda respiración en su cuello. Sintió unos pequeños besos en aquella parte de su cuerpo antes de sentir la pausada respiración de Lena contra su piel. Kara cerró sus ojos, sumergiéndose ella en su propio sueño.
Salieron de aquel hotel al atardecer y la rubia no tenía mayor preocupación que la luz del sol, sin embargo, aquel sombrero y su chaqueta parecieron cubrir lo suficiente a Lena en su camino al auto en donde tomó su forma de murciélago una vez se encontraron varios kilómetros alejadas del hotel, tomando su forma humana solo cuando el cielo se encontraba oscuro.
La vampira miraba por la ventana del auto con interés, encontrándose con que pasaban por terrenos montañosos que le parecían bastante tenebrosos. Kara, por su parte, se encontraba bastante relajada y encendió el reproductor de música de su auto con el único propósito de aligerar la tensión sobre Lena quien comenzó a prestar atención a las letras de las canciones que escuchaba la rubia. Lena sonrió ampliamente con una de ellas, reproduciéndola de nuevo y subiendo un poco el volumen de la misma. No fue hasta que la pelinegra repitió la canción por quinta vez que Kara soltó una risa, observándola por el rabillo del ojo.
—¿Te gusta?
—Shhhh, in your eyes, there's a heavy blue... —Lena pasó uno de sus dedos por el perfil de Kara, haciéndola soltar una pequeña risa —...one to love, and one to lose. Sweet divine, a heavy truth. Water or wine, don't make me choose... I want to feel the way that we did that summer night, night. Drunk on a feeling, alone with the stars in the sky...
—I've been running through the jungle, I've been running with the wolves, to get to you, to get to you. —se unió Kara a lo que estaba tratando de cantar Lena, haciéndola ampliar su sonrisa —. I've been down the darkest alleys, saw the dark side of the moon, to get to you, to get to you.
—¡Es la mejor canción de la vida! —exclamó la pelinegra, acercándose a Kara para darle un pequeño beso —, porque habla de tus hermosos ojos y... y de... ¡y de tantas cosas!
—Cariño... es solo una canción. —Kara rió y disminuyó un poco la velocidad del auto para tomar su teléfono, buscando una canción en él para reproducirla en el auto, encontrando la que estaba buscando —. Escucha esta... es un poco más sensual. —Kara comenzó a moverse un poco en su sitio cuando comenzó a sonar la canción y Lena observó a la rubia con una ceja alzada, sintiendo el ritmo pegadizo de la canción —. Havana, ooh na-na. Half of my heart is in Havana, ooh-na-na. He took me back to East Atlanta, na-na-na. Oh, but my heart is in Havana. There's somethin' 'bout his manners. Havana, ooh na-na.
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Towards the Dawn
FanfictionKara Danvers es una joven de veintidós años que, resentida con la vida por su dura infancia, ha estado en malos pasos desde su adolescencia. Desde que llegó a National City ha estado teniendo deudas con Verónica Sinclair, quien por la alta suma de d...