—Lena... mmm... justo ahí.. —la rubia enredó su mano en sus cabellos oscuros y ella solo continuó con su trabajo de proporcionarle placer —¡Por Rao, Lena!
Lena se separó de ella, dejando un hilo de fluidos conectado de su lengua a la entrada de la rubia, que se removió en la cama y sostuvo su cabellera con fuerza, moviendo un poco sus caderas con insistencia. La pelinegra ladeó la cabeza confundida y detalló con interés el sexo de Kara, que se sentó en la cama luego de que por varios minutos Lena no hiciera más que mirar su entrada con intriga.
—¡¿Qué sucede?!
—Es solo...
Lena separó las piernas de Kara, que apartó algunos mechones rubios de su rostro, el cual se encontraba sudoroso. La vampira estrechó un poco sus ojos y pasó con delicadeza uno de sus dedos por el botón rosa que se encontraba en la parte superior del sexo de la rubia, que gimió y dio un pequeño salto del susto al sentir la fría mano de Lena en aquella zona sensible.
—Acabamos de comenzar y ¿ya quieres detenerte?
—¡Lo tengo! —habló Lena con una sonrisa en su rostro, sentándose en la cama y mirando a Kara como si acabara de descubrir una maravilla —¡Ya comprendo por qué te cuesta llegar al orgasmo!
—Lena... —Kara llevó sus manos al rostro de la pelinegra, que alzó una de sus cejas al ver la mirada de comprensión que le estaba dando la rubia —, es porque tu lengua no está moviéndose dentro de mí sino en tu boca para hablar, ¡solo vuelve allí!
La vampira soltó una risa y se acercó a ella para besarla antes de llevar sus manos a sus piernas para mantenerlas abiertas.
—¡Es tu clítoris!
Kara arqueó una ceja y bajó su mirada de los ojos de Lena hasta su sexo, inclinándose un poco hacia adelante para mirarse a sí misma.
—¿Qué tiene? ¿Está irritado? No siento nada.
—Es pequeño, Kara. —la rubia la miró confundida y Lena rió un poco, previamente llevando sus dedos a su boca para humedecerlos, los acercó al botón de Kara, que no se perturbó ante el tacto —. Tu clítoris es pequeño, lo que quiere decir que hay que estimularlo de la manera correcta para que puedas sentir placer al momento de ser penetrada, es por ello que no logras alcanzar el clímax cuando estás con hombres porque ellos no te estimulan correctamente, solo entran en ti una vez ellos están listos... ¿comprendes?
—¿Estás diciéndome que si fuéramos hombres tendría el pene pequeño?
Fue el turno de Lena para mirarla confundida y la rubia parecía estar molesta por lo que dijo. Rápidamente Lena negó con su cabeza varias veces.
—Oh no, no es así... yo no... es decir... no lo creo... creo que... bueno, podría ser grande... —la rubia arqueó una de sus cejas, mirando con desconfianza a Lena, que carraspeó un poco y alejó su mano de ella, sintiéndose incomoda por el tema —, es decir, supongo que... si fueras un hombre... se invertiría y... sería más... ¿grande de lo usual?
—Jummm... —Kara se cruzó de brazos, cubriendo sus pechos desnudos con sus brazos y llevando una de sus manos a su barbilla —. Entonces, ¿estás diciéndome que mi propia vagina se interpone entre mi orgasmo y yo?
—No diría que se interpone... es solo-
—¿Qué hay de ti? —Kara clavó su vista en el sexo de Lena, que cerró sus piernas casi al instante, sintiéndose avergonzada por ser mirada por la rubia, aunque aún tenía puesta la ropa interior de encaje que Kara le había comprado —¿Es igual al mío?
—Bueno... yo...
—Nunca me dejas besarte más allá del vientre. —Kara se inclinó hacia ella y la pelinegra sintió su rostro ardiendo debido a la vergüenza —. ¿Acaso tu clítoris es mejor que el mío y por eso no me lo enseñas? —la rubia llevó sus manos hasta las rodillas de Lena que abrió sus ojos con sorpresa. Sostuvo los hombros de Kara, queriendo detenerla de lo que sea que fuera a hacerle —. ¡¿Acaso tienes un pene vampírico?!
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Towards the Dawn
FanfictionKara Danvers es una joven de veintidós años que, resentida con la vida por su dura infancia, ha estado en malos pasos desde su adolescencia. Desde que llegó a National City ha estado teniendo deudas con Verónica Sinclair, quien por la alta suma de d...