Lena frunció un poco su ceño, tomando el control remoto del reproductor regresó varios minutos la película y ladeó su cabeza a la izquierda, estrechando sus ojos tratando de entender lo que estaba viendo. Esa noche cumplía un mes de estar viviendo en el departamento de la humana y a la rubia se le ocurrió que podían hacer alguna cosa juntas mientras cenaban, así que tomó la primera película de vampiros que encontró entre su escasa colección y la colocó. Kara, se encontraba a su izquierda en el sofá y la miraba con atención, masticando lentamente su comida, tratando de no ahogarse con la misma a la hora de tragarla, pues Lena volvió a retroceder la cinta, inclinándose un poco hacia adelante en su sitio y negando con su cabeza, aun sin comprender qué estaba sucediendo.
—¿Por qué? —aquella pregunta que había hecho Lena por al menos tres veces durante el poco tiempo que llevaba la película causó que Kara soltara una risa —¿Por qué está brillando? No lo comprendo... ¿se expuso a algún otro tipo de ajo? —la pelinegra fijó sus ojos en Kara, pausando la película —¿Hay ajos que me hagan brillar?
La risa de Kara causó que Lena hiciera un puchero, capturando la pajilla de su termo en sus labios y succionando algo de sangre.
—¡Porque es un vampiro! —le explicó Kara entre risas, confundiendo más a la pelinegra, que negó con su cabeza —¡Sí! ¿Acaso no brillas cuando te da el sol?
—La última vez que la luz del sol tocó mi cuerpo casi pierdo mi mano derecha. —Kara paró de reír, mirando a Lena sorprendida mientras la vampira se alzaba un poco de hombros —. Un rayo de luz entraba a mi alcoba, y mi curiosidad me llevó a preguntarme qué sucedería si me alcanzaba a dar, así que dejé mi mano unos minutos en ese rayo de luz y... se sintió como si lo que recorría mis venas no fuera sangre... sino agujas. Adicional a ello la punta de mis dedos comenzó a desmoronarse.
—¿Qué quieres decir?
—Bueno... era como si estuviera convirtiéndome en cenizas. —la rubia miró su mano derecha y Lena sonrió un poco —. Aunque es algo lento y doloroso, no sucede al instante sino luego de varios minutos... sin embargo, sanar me tomó dos meses. ¿Puedes creerlo? —la pregunta tomó a Kara por sorpresa, que ladeó su cabeza confundida —, un par de minutos al sol me tomaría meses para sanar, es fascinante.
La mirada de desconcierto que le dirigió Kara causó que Lena volviera a capturar la pajilla en sus labios, succionando la sangre y sonriéndole con timidez a la rubia, que continuaba desconcertada por su ultima revelación.
—Solo... nunca saldrás a la luz del sol, a menos que estés muy bien cubierta y sea estrictamente necesario. —Kara llevó sus fideos a su boca y la pelinegra solo asintió con su cabeza, reproduciendo la película de nueva cuenta. No pasaron ni diez minutos cuando Kara soltó un gruñido, descansando su espalda en el sofá habiendo terminado de comer —. Esta película es de las peores que existen de vampiros... ¿por qué mejor no vemos otra cosa? No lo sé... Hotel Transilvania.
—¡Pero quiero ver todas las que hay! —se quejó Lena, haciendo un puchero y continuando con sus ojos en la televisión. Después de un momento ladeó su cabeza de nueva cuenta, mirando con sospecha la pantalla —¿Por qué siempre tienen esa cara de desinterés?
—No es desinterés, ¡es mala actuación!
—Bueno eso es un alivio. —Lena dejó escapar de sus labios un suspiro de alivio y Kara la miró intrigada —. Pensé que era una cosa de vampiros, como no puedo ver mi reflejo en un espejo, me pregunté por un momento si mi rostro siempre lucía así de inexpresivo.
Nuevamente la risa de Kara se escuchó en el departamento y Lena se inclinó a su izquierda, chocando su hombro con el de ella para que parara de reír. La rubia no paró ni siquiera cuando Lena la jaloneó hasta ella para besarla, riendo durante el beso y separándose de ella para continuar riendo.
ESTÁS LEYENDO
Towards the Dawn
FanfictionKara Danvers es una joven de veintidós años que, resentida con la vida por su dura infancia, ha estado en malos pasos desde su adolescencia. Desde que llegó a National City ha estado teniendo deudas con Verónica Sinclair, quien por la alta suma de d...