Lena jugó un poco con las puntas de un mechón de cabello, removiéndolo y haciendo ondas con él en sus dedos. Se sentía inquieta desde unas semanas atrás, luego de que aquel cuadro de Kara fuera expuesto en una feria de arte. Si bien, muchas personas felicitaron a Kara y ella le pidió su presencia como apoyo, Lena no estuvo más que una hora en el lugar, pues el sol era fuerte y en el primer momento en que su piel desprendió algo de humo la misma rubia la acompañó para que tomara un taxi, agradeciéndole por su presencia y diciéndole que estaría en casa para la noche.
Desde ese momento estuvo nerviosa.
Sentía alguien detrás de ella todo el tiempo, una sombra que sus ojos no lograban alcanzar, que la perseguía incluso cuando dormía durante el día o cuando salía a pasear a Volk durante la tarde y noche.
No importaba cuantas veces mirara detrás de sí, nunca lograba ver nada y la sensación de estar siendo observada no la abandonaba.
Durante las mañanas y noches, cuando Kara se encontraba ausente en el departamento, era cuando más sentía aquella presencia sobre ella. Algunas veces incluso despertaba en medio de la mañana, sintiéndose asfixiada por lo que sea que la observaba y fue por ello que aquella noche, cuando Kara estaba vistiéndose para ir a su trabajo, Lena la detuvo.
—¿Kara?
—¿Mmmm?
—Yo... eh... tú no... no sientes... —miró en dirección al baño de la habitación, sintiendo como si la observaran desde allí. Justo en ese momento, Kara abrió la puerta del baño, entrando para cepillar sus dientes y demostrándole a Lena que no había nada en el interior del mismo —... ¿no te sientes observada?
—¿Qué? Nena, —Kara sacó su cabeza por la puerta, mirando a la pelinegra con una ceja alzada y manteniendo su cepillo en su boca —, debes hablar más alto... no te entiendo.
—¿No sientes que alguien nos está mirando? —Kara frunció su ceño como gesto de confusión, negado con su cabeza como toda respuesta. La rubia volvió al baño, continuando con su limpieza bucal y no fue hasta que salió del baño que la vampira volvió a hablar —. Creo que alguien podría estar... mirándonos.
—Lena, amor... no quiero sorprenderte, pero este es un piso veintidós, —habló Kara, abriendo el closet que compartían para buscar en su interior una chaqueta de cuero, la cual se puso antes de caminar hasta el espejo que Lena le había recomendado comprar, mirándose en él y ajustando la chaqueta —, si alguien pudiera vernos serían los vecinos del otro edificio, sin embargo, tendrían que apartar las cortinas ¿no lo crees?
—Per-
—Además... —con un gesto coqueto en el rostro, Kara caminó hasta la cama en la cual se encontraba Lena sentada, se inclinó hacia ella y le dio un tierno beso antes de hablar —, si alguien ha estado mirándonos, seguramente se habrá percatado del buen trabajo que hace tu esposo durante las noches. Si yo fuera esa persona, nos grabaría y ganaría un montón de dinero con esas pornografías.
—Estoy hablando en serio, Kara... —la pelinegra acomodó el cuello de su chaqueta, así como el escote que poseía la rubia, cerrándolo un poco para evitar que mucha de su piel se viera —, no me siento... segura.
—Bebé, tienes toda mi autorización para hipnotizar y convertir en nuestro esclavo personal a quien quiera que se atreva a molestarte, ya sabes eso. —dejando caer sus hombros, Lena bajó la mirada, recibiendo un beso en su frente por parte de Kara, quien no pareció prestarle mucha atención a la preocupación de Lena —. Más importante... ¿puedes dejar a Volk con Jack por unas horas luego de sacarlo? Imra vendrá al bar hoy, me gustaría que se conocieran... si no te molesta.
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Towards the Dawn
FanfictionKara Danvers es una joven de veintidós años que, resentida con la vida por su dura infancia, ha estado en malos pasos desde su adolescencia. Desde que llegó a National City ha estado teniendo deudas con Verónica Sinclair, quien por la alta suma de d...